El viaje esta siendo bastante ameno, provocó a Leyla para que acelere y me responde sobrepasandome con destreza. Llegamos a Milenium antes de lo esperado y guardamos las motos y tomamos el ascensor hasta el piso 12, es notable su sorpresa al ver el largo pasillo frente a ella, tiene unas 6 puertas; pero entramos en la primera, el despacho de Wilson. Abro y la invito a pasar, dentro Emma nos espera, sus ojos café nos observan mas radiantes que nunca, acomoda su cabello crespo y saluda con algarabía:
-¡Carlos! Al fin lo lograste.
- Dije que la traería y aquí esta.
Emma se levanta y se coloca frente a ella la inspecciona con la vista como si no fuera real.
- Mi nombre es Emma, es un gusto conocerte, Leyla, pasen, Wilson te espera.
Ella queda sin palabras así que la guio hasta el despacho, Wilson impresiona, su cabello pintado de plata lo hace ver muy imponente, sus ojos oscuros parecen serenos; nos indica sentarnos frente a el y comienza su discurso:
-Carlos, debo admitir que has hecho un buen trabajo, te felicito por haber logrado traerla. Esto muestra que eres muy perseverante.
- Gracias, señor.
Wilson se vuelve hacia Leyla y sonríe tranquilamente.
-Mi nombre es Alex Wilson, soy el jefe de la organización y quien mando traerte hasta acá.
- Solo vine para que Carlos me dejara en paz, no creo que...
Wilson hace un ademán para que se calle interrumpiéndola para continuar hablando él, es incomodo estar en medio; pero ella, para su sorpresa ella no le da importancia, aun así es notable el respeto que Wilson le inspira.
-La ultima vez que te vi tenias tres años, ahora erres toda una mujer, el tiempo pasa demasiado rápido.
-Aunque no lo recuerdo, me da gusto volver a verlo.
- Imagino que Carlos yate contó porque estas aquí, ¿cierto?
- Si pero no creo estar interesada en ser parte de esto.
Leyla parece muy decidida en su rostro no hay signos de duda alguna, pero mi jefe no se rinde fácil.
-Solo cumplimos los deseos de tu padre, no voy a obligarte si no quieres.
- El dedo de mi padre era verme convertida en doctora y eso es lo que hago en su honor.
-Aunque no lo aceptes, esto también fue parte de su vida, tu tienes derecho a saber y por eso estas aquí. Jhon nos contaba como te gustaban las películas de espías, incluso que aprendiste wingchun para saber defenderte.
La cara de la chica palidece y su sorpresa es muy notable, incluso se tensa al escucharlo.
- ¡¿Que no saben de mi?!
-Supondo que todo.
Wilson sonríe divertido mostrando sus dientes perfectos, no tardará en convencerla.
-Puedes toamrte tu tiempo si quieres, mientras Carlos te mostrará el edificio para que te familiarices un poco.
- Me parece bien.
Le brindo la mano para levantarse pero me rechaza, salimos directo al ascensor y marco el botón número 11.
-En el piso anterior, como viste, esta el despacho de Wilson, el resto son su habitación, la de Emma y algunos de nuestros jefes; también es el último piso.
Llegamos a nuestro próximo destino y continúo con la guía.
- Este es el salón de entrenamiento.
Al entrar sus ojos azabache quedan anonadados con lo que ven ante ellos, la llevo a conocer a algunos compañeros que están entrenando. La primera es Aliña, esta dibuja una gran sonrisa en sus carnosos labios mientras se presenta:
-Soy Aliña Aura, estoy para lo que necesites.
-A mi tambien me alegra conocerte.
Ley la parece tímida y cohibida.
Luego presento a Mark y Mario, son hermanos y aunque Mark es el mayor parecen gemelos:
- Ellos son Mark y Mario Medina.
Mark se acerca a ella y estrecha su mano.
- Nos alegra mucho tenerte por aqui.
-Es un placer.
Después de una breve charla dejamos a los hermanos de cabello rojizo y vamos al piso 10, en el ascensor me dedico a detallar la, me resulta muy hermosa, su cabello es muy lindo; me recuerda mucho a alguien que detesto y es muy frustrante así que desvanezco mis pensamientos y continuo con la tarea que se me ha encomendado. Hay mucho por recorrer aun.
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Milenium
RomanceEn Milenium se cuenta la historia de una chica que tras la muerte de sus padres la vida le cambia radicalmente. Leyla, nuestra protagonista, decide seguir los pasos d su padre; nunca imagino que detrás del ilustrado medico que era, existía una prof...