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Y todo comienza por una invitación...

Salimos a comer un cóctel de camarones cerca de las playas de Cartagena, caminamos y hablábamos de cuando estábamos juntos, se hacia tarde y  disponía a irme,  el dijo:

-te llevo a casa?

Asenté con la cabeza.

Íbamos en camino y yo solo pensaba en las ganas inmensas de follar, lo miraba a los ojos y me mordía la boca... Es tan sexy, tiene los ojos verdes, un excelente estado físico y unos labios bien carnosos.

Subíamos por el ascensor y el solo hablaba y hablaba y yo solo podía pensar que tal sería en la cama,  y al llegar a la puerta de el apartamento le dije sin más:

-Tengamos sexo.

El sorprendido y casi sin habla me tomo de las caderas y me acercó a su cuerpo, empezó a besarme tan suave que me hacia correr con tal facilidad.

Entramos a casa sin dejar se besarnos ni un segundo, caminamos y nos sacábamos la ropa como podíamos, me besaba los pechos y apetraba mis nalgas, era tan rico sentir su piel, sus besos... Y su pene, tan grande y delicioso.

Entramos a la habitación casi desnudos, me tiró en la cama mientras decía:

- Esto era lo que querías, y ahora lo tendrás.

De un momento a otro ya estaba encima de mi, moviéndose tan suavemente, con ropa interior aún, su pene rozaba tan suavemente mi vagina, estaba tan duro, me encantaba, ya quería tenerlo dentro.

El fue quitando mi ropa y yo quitaba la suya, los besos se volvían cada vez más intensos, besaba mi cuello y me volvía loca, bajaba hacia mis pechos y aguantaba, quería explotar, el besaba cada vez más abajo... Y llegó a mi vulva, besando suavemente mis labios, metía su lengua dentro de mi vagina, estaba tan mojada, no sabia que hacer, me movía como exorcizada, era tan placentero... Daba vueltas con su lengua una y otra vez, besaba mis piernas... Era una delicia.

Pensé que seria bueno volverlo loco un rato y mientas me levantaba para ponerme encima de el lo besaba con aquel frenesí.

Estando encima pase a besar sus labios rosados, besaba su cuello y su pecho, bajé hasta su abdomen hasta encontrarme con su pene, estaba tan... Oh por dios, estaba tan duro. Pasé mi lengua por toda la punta y moje cada parte de su miembro, el daba pequeños gemidos y decía:

-vamos, muestrame que sabes hacer.

Y ahí fue cuando abrí mi boca y empecé a chuparlo todo, lo metí bien adentro y el gemía de placer, me encantaba tanto lo que escuchaba, me gustaba oírlo gimiendo de placer por mi; el me tomo del cabello y yo seguía chupando como si fuese un bombón mientras le hacia una paja bien rica, me dijo:

- Quiero metértelo todo, bien profundo.

Me halo del cabello indicándome que lo haría y me senté encima de su gran pene, recordar como entraba en mi pequeña vagina aún me hace mojar las bragas, me movía de la mejor manera para que ambos tuviéramos placer; luego me puso en cuatro y me follo tan duro que gemía tan fuerte, mis senos rebotaban tan rápido, hasta que acabamos viniendonos y quedando dormidos.

Luego, nunca mas nos vimos.

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2014 ⏰

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