Amanecer y atardecer.

Amparito.

Tu color de piel, tan cálido como la canela, y tan suave como una rosa.

Si hubiera salido de ti yo sería más que los que tu tierra pisa.

Tu voz , ya no la recuerdo, pero sé que si la escucho no tendre duda.

Cuanto amor me dabas, y ese amor te daba.

Mi herencia de ti fue la vida, y que vida la que me ha tocado. 

Conocias de mi lo que podia soportar y, aun que te extraño.

Me abandonaste cuando disfrutaba mucho de ti, Payito de mi corazòn.

Que dulce es tu memoria en la mía, pero los días hacen estragos en mi y cuando te recuerdo me siento indefensa y quiero esos pequeños brazos rodearme y pegarme a tu corazòn.

Payito, vuelve y dime que hacer.

Cabrona eras, llena de fuerza y valentía, sola y con hijos de màs. 

Casi repito tu historia. Casi me hago mamà y me hubiera gustado que lo conocieras.

Quería ponerle la combinación de tu nombre con el de mi abuelo.

Yo tambien ame a un hombre que se llamaba como èl.

Pero asi como tu, a chiflar la loma y fue más sencillo todo.

Payito, vuelve y dime que hacer.

Solo tu sabías que decirme, quién me engendró, no deja de hablarme de Dios.

Y se que esta en lo correcto. Pero no la quiero escuchar porque ya quiero actuar.

Dime, Payito, que en la eternidad tu me vas a recibir.

Dime, Payito, que tú me volverás a abrazar cuando estemos juntas.

La morenas, mis morenitas, bailan entre ti, y tu luces hermosa con tu vestido amarillo y tus labios carmesí. 

Payito, dime que me pondrán flores en mis brazos. Dime si cuidas de mi hijo, dime que me pegaras nuevamente a tu corazòn y  no me moverás.

Payito, a tu memoria en mi memoria, te amo.