Las manos pálidas de un joven castaño se movían desesperadas por el ahora enredado cabello azabache del chico nuevo de la universidad, quien tan solo llevaba unas semanas en aquel lugar. Es un secreto a voces que el salón de audiovisuales que por lo regular se mantiene vacío es utilizado por los estudiantes para tener encuentros casuales; y en ese preciso momento no era la excepción. Dos jóvenes estaban sumergidos en su deseo y no tenían la intención de detenerse a menos que...
"¿Le pusiste seguro a la puerta?"
El más pequeño dejaba salir su inseguridad en aquella pregunta.
"Si, no te preocupes"
Ambos mantenían una ardiente sesión de besos, que el mayor no tuvo el cuidado de pensar por unos segundos en la pregunta de su acompañante. ¿Realmente había puesto el seguro?
"No tienes ni la menor idea de cuanto deseaba esto"
Aquella confesión solo incrementó el deseo del más pequeño. Sus manos se movieron con nerviosismo hacia la hebilla del cinturón del más alto, su intención era deshacerse de aquel broche que impedía el paso directo a su pantalón. Su acompañante se dio cuenta de su intención y a tientas buscó el botón de la prenda baja del castaño con el mismo objetivo.
"Esto es imposible. ¿Qué clase de cinturón es este?"
Se sentía derrotado por aquel accesorio que se negaba a ser desabrochado. Sus intentos eran nulos ante aquel diseño desconocido, la risa burlesca del mayor se esparció por el pequeño cuarto dando un ambiente más relajado.
"Deja te ayudo"
Tras un segundo se escuchó un "clic" y el artefacto metálico fue separado con tanta sencillez, que el más pequeño se sintió avergonzado por no haber sido capaz de hacerlo el mismo.
"Baja tu pantalón"
Ordenó el mayor. El tono que utilizó hizo temblar las piernas pálidas del más joven, que no dudó en cumplir de inmediato. Su pantalón estaba a la altura de sus rodillas junto a su bóxer, dejando al descubierto su ahora semi erecto pene. El otro no tardó en imitar sus movimientos y en unos segundos tenía su pantalón a la misma altura, tomó al más pequeño por los hombros y con un poco de fuerza lo puso contra la pared, ahora tenía total acceso a su trasero el cual no dudó en apretar a su antojo con ambas manos; obteniendo un gemido como respuesta. El azabache tomó entre sus manos su pene completamente duro y estaba listo para introducirse en el más joven. Puso la mano derecha a la altura de la boca del castaño y este, aunque su cara estaba prácticamente siendo aplastada contra la fría pared; escupió dos veces en la palma de esa mano. El chico de intercambio con la saliva de su compañero dio varios masajes a su pene y al sentirse listo, buscó la entrada del ano del más joven y dio una embestida introduciéndose en él. El castaño dejó salir un gemido ronco desde la garganta sintiendo al mayor dentro. Luego de eso el cuarto se llenó de los gemidos de ambos; embestida tras embestida y los dos estaban a punto de llegar al orgasmo. Lástima que el no haber puesto el seguro a la puerta rompiera aquella burbuja excitante.
"¡PERO QUE CARAJ...!"
Una voz femenina irrumpió en la habitación.
Los chicos literalmente estaban unidos, pero luego de aquel grito el mayor salió rápido del castaño; tratando de cubrir con ambas manos su desnudez, creyendo que la persona era un profesor.
"Oh por Dios"
Habló el castaño asustado por inesperada interrupción, que con movimientos rápidos puso su pantalón de nuevo a la altura de su cintura. Pero para todo aquello la persona ya había salido de la habitación y ambos chicos no lograron identificar quien era.
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She said ¿YES?
Short StoryKala y Anya son mejores amigas que disfrutan de pasar tiempo con sus mejores amigos pero la vida de ambas esta apunto de cambiar al verse en vueltas en una situación incomoda, pero que dejará a mas de uno con un mal sabor de boca. Al fin y al cabo l...