Capitulo 25: Pre-fiesta

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Toda la cara de Wonwoo se abre como la boca de un león. Lo repasa con la mirada, los pantalones ajustados, su cabello. Y claro, su piel.

Seungkwan lo ve e inmediatamente sonríe. No hay reserva sobre eso; alrededor de él está cómodo. 

—¡Oye! —Gira en un círculo para Wonwoo—. ¿Qué te parece?

No dice nada, pero cruza la habitación para pararse enfrente de él. 

—Luces diferente —dice suavemente, como si su comentario fuera solo para sus oídos.

Su rostro hace una mueca, y juguetea con el collar dorado cayendo en su pecho.

—No de una mala manera —rápidamente agrega—. Pero definitivamente diferente. En una gran manera.

—La gente de maquillaje hizo un trabajo asombroso — Seungkwan se aleja de Wonwoo, pero gira detrás de él, orbitando el cuerpo de  él con el suyo.

—No sólo es eso —Lo alcanza y toma su cara en sus manos. Sus pulgares se levantan para trazar la línea de su mandíbula. —Tu piel —dice—, es perfecta. —Los ojos de Wonwoo destellan en mi dirección. No dura mucho, pero lo suficiente para ponerme incómodo. ¿Por qué me está viendo? Podría posiblemente saber que algo pasa.

Lo que realmente estoy pensando, sin embargo, es que él necesita retroceder. Wonwoo es un buen tipo, y es sincero, lo cual es admirable, pero Seungkwan es mi asignación, y si no es cuidadoso, le dejaré saber eso en términos inciertos.

Annabelle aparece desde el baño, sus brazos llenos con botellas miniaturas y tubos de maquillaje. 

—¿Qué está pasando aquí afuera? ¿Por qué todos están callados? —Ella se mueve para pararse al lado de ellos. Esta vez, realmente estudia el rostro de Seungkwan. 

—Bueno, ¿Qué estás haciendo a mis espaldas? ¿Por qué luces más caliente cada vez que te veo? ¿Y qué onda con tu piel? Es suave como el trasero de un bebé.

—Hice un tratamiento que los estilistas recomendaron —respondió. La boca de Annabelle como que va a demandar el mismo tratamiento, pero Seungkwan la corta. — Aunque duele demasiado.

—¿De verdad? —pregunta Annabelle.

Wonwoo retrocede un pequeño paso, como si su dolor fabricado de alguna forma lo pudiera herir también.

Seungkwan asiente. 

—Eso fue lo peor. Ellos dijeron que esperara que doliera, pero no tenía idea que sería intenso.

—¿Todavía te duele? —pregunta Annabelle.

Seungkwan se encoge como si picara con solo pensar sobre eso.

Reprimo una carcajada. Mi asignación está mejorando con toda esta cosa de 
mentir. Aunque, mejor termino con esto antes de que se hagan más preguntas.

—¿Por qué no vamos a mi habitación y hacemos una pre-fiesta por un rato? 

Agarro la cintura de Annabelle y la guio hacia la puerta. Ella mira sobre su hombro a Seungkwan todo el camino.

—Tal vez podría manejarlo —murmura Annabelle.

—No, no podrías —le disparo de regreso.

Wonwoo y Seungkwan nos siguen a mi habitación, donde la radio todavía está resonando música vamos a joder la fiesta.

Annabelle olvida todo sobre la nueva y perfecta piel Seungkwan en el segundo que ve el champagne. Corre hacia el carrito y saca la botella.

—¿Cómo conseguiste esto? —Sus ojos aterrizaron en mí, una mezcla entre 
excitación y miedo revuelto detrás de sus irises oscuros.

Le quito la botella y sirvo una copa. 

—Hice una llamada y la ordené.

—¿Y ellos no te pidieron la tarjeta de identificación? ¿O sí? ¿Tienes una falsa o algo?

—No tengo una tarjeta de identificación falsa. 

—Le tiendo la copa de champagne. 

Ella mira el cristal brillante como que es ácido para batería, entonces rápidamente cambia de opinión y lo arrebata de mi mano.

—Annabelle, ¿vas a tomar? —pregunta Seungkwan.

Annabelle se encoge de hombros y lleva la copa a sus labios. 

—Hay que adaptarse, ¿eh?

Wonwoo inclina su cabeza hacia un lado, entonces se acerca a la bandeja de tragos. 

Sirve una copa del tamaño tratando-de-impresionar-a-Seungkwan y brinda con la copa de champagne de Annabelle.

Gracias a Dios por los amigos. Ellos hacen mi trabajo mucho más fácil esta noche.

Sirvo otras dos y le entrego una a Seungkwan, Él lo toma sin quejarse, y los cuatro subimos nuestras copas. 

—Por esta noche —digo.

—Oye, oye. —dice Annabelle mientras las copa de champagne tintinean juntas.Luego empuja sus caderas contra el trasero de Wonwoo, entonces él la empuja riendo. —Y gracias a Hansol por traernos: tickets de primera clase a Vegas, con nuestras propias habitaciones, estilistas, champagne. Una chica puede acostumbrarse a esto.

—No hay problema —digo—. Estoy contento de que pudieran venir —Lo loco es que lo que estoy diciendo es verdad. No he estado en Vegas en lo que se siente como una eternidad. Y Annabelle, Wonwoo, y Seungkwan, todos están tan agradecidos por el viaje. 

Ellos no son nada como mis viejos amigos.

Vamos hacia el balcón y observamos los autos escabullirse debajo de nosotros. 

Las luces de la ciudad son alucinantes desde esta altura. Es como si la ciudad está en todas partes y en todo. Y todos somos una parte de ella ahora.

Observo la cara de Seungkwan mientras se reclina sobre la barandilla y mira hacia abajo, y luego arriba al cielo. No está sonriendo como espero, es más curiosidad. Me 
atrapa mirándolo y sube el champagne a sus labios. Cuando lo aleja, ríe entre dientes. 

No toma mucho con champagne.

La música adentro cambia a una patética canción lenta, y Annbelle y Wonwoo gruñen.

—Creo que esa es nuestra seña. —digo.

—¿A dónde vamos? —pregunta Wonwoo.

—A un lugar que explotará tu débil mente—Recojo sus copas y las pongo en el vestidor. Entonces camino hacia la puerta y la mantengo abierta. —Vamos a movernos.

Annabelle y Seungkwan enlazan sus brazos y caminan delante de nosotros. Paran y hacen caras en los espejos colgando a lo largo del pasillo. Seungkwan se detiene más 
tiempo que Annabelle, sin duda inspeccionando su piel. Sus amigos tienen que seguir tirando de él.

Abajo en el vestíbulo, Wonwoo asiente hacia el casino. 

—¿Alguna forma para que nos puedas meter allí?

—Probablemente. Pero a donde vamos es mucho mejor.

Los ojos de Wonwoo se detienen en las luces centelleantes y las campanas sonando del casino y nos dirigimos afuera de las puertas de cristal deslizantes y hacia la noche. 

Seungkwan pone un abrigo ligero Versace alrededor de su cintura mientras paro a un taxi.

El conductor del taxi se estaciona y pregunta a través de la ventana abierta. 

—¿A dónde?

Me inclino, poniendo mis manos en el aféizar, y le digo.

—Al Santo Infierno.

Olvidé mencionado antes, oficialmente llegamos a la mitad de la historia hace algunos capítulos, espero les esté gustando 💕

El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora