sweet dreams | hes

sweet dreams

Antes que nada quiero aclarar que escribí este one shot hace años y no está editado. De hecho no pensaba subirlo pero le prometí a mi persona favorita en el mundo que lo haría y pues, aquí estoy :)
sxul_eater

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No puedo dormir. En definitiva no puedo.

El tour bus es el peor lugar para pasar una noche. Algunas ventanas se mantienen abiertas para que el aire fluya puesto que es un espacio cerrado, además de que el aire acondicionado no funciona porque Louis le lanzó un balón de futbol en un momento de frustración. Aunque eso es un punto a mi favor porque esa cosa hace muchísimo ruido y no me deja dormir —y no, no estoy hablando de Louis.

Los chicos decidieron dejarme la habitación de invitados en lugar de la litera sobrante, pero aun así es raro dormir en un tour bus.

He intentado de todo: contar ovejas, ver televisión, revisar Twitter, ir a la cocina por café —raro, pero el café me duerme—, contar patos... Incluso me di tiempo de recordar los momentos más aburridos de mi vida para ver si el sueño llegaba a mí.

Pero aquí estoy.

Ya cansada de no poder dormir, me levanto de la cama y abro la puerta con mucho cuidado. Quizá un pequeño paseo en el bus sea de ayuda.

Al caminar en puntitas a través del pasillo de las literas pertenecientes a los chicos, trato de no hacer ruido o movimientos bruscos. Sin embargo, me encuentro haciendo el mayor de mis esfuerzos por no reír al escuchar a Liam hablar dormido.

—No, no. Yo soy el verdadero Buzz Lightyear.

Okay. Aun no entiendo cómo demonios puede verse tan serio algunas veces.

Louis y Niall están roncando y Zayn —que está de visita, por cierto— no se mueve para nada. Sí, los chicos son bastante curiosos cuando están dormidos.

Me muevo en silencio hasta la sala de estar del bus, la cocina, el cuarto de video juegos y regreso por el mismo camino.

Creo que ahora estoy más despierta.

Qué bien.

Cuando estoy por volver a mi habitación escucho un ruido raro y me sobresalto al ver la luz del tocador prendida. La puerta se abre, dejando ver a un soñoliento Zayn que apaga el interruptor y camina lentamente hacia mí.

—Hey.

—No puedo dormir -susurro a pesar de que él habló con toda normalidad, como si los chicos no estuvieran aquí —. ¿Cuál es tu excusa?

—Estaba eh, cumpliendo necesidades humanas.

Me río por lo tonta que fue mi pregunta y Zayn me sigue por alguna razón que desconozco.

Nos quedamos sin hablar por unos segundos. Sin embargo, el silencio se ve interrumpido por el sonido de los autos afuera.

Otra razón por la que no me gusta dormir en el tour bus: el ruido de la ciudad se filtra más fácil que en una habitación de hotel.

—Puedes ocupar una de las literas, si quieres —me dice Zayn mientras camina hacia la suya—. No es como la habitación de invitados pero te sientes como en casa —Y por su sonrisa puedo decir que no está mintiendo.

—Gracias, aunque no sé si podré dormir con este par haciendo ruidos raros —señalo las cortinas corridas de Niall y Louis, recibiendo varios ronquidos como respuesta.

Zayn se sienta en su cama con una sonrisa divertida.

—Si yo no tuviera el sueño pesado, créeme que tampoco podría dormir aquí.

Al cabo de unos minutos termino por despedirme de Zayn y agradecerle cuando me desea suerte con mi insomnio.

Y entonces recuerdo que no vi si Harry está en el bus. Normalmente se pasa a los hoteles mientras los chicos prefieren quedarse aquí.

Con cuidado me acerco a la única litera que no noté y recorro un poco la cortina. Lo primero que veo es la espalda de Harry, que está recargado sobre su lado derecho y extrañamente lleva puesto un pijama de conejitos.

Todos pidan un deseo, Harry Styles nunca usa pijamas.

Sonrío al ver que el pijama tiene una H bordada en uno de los brazos. Sólo Harry marca sus cosas a pesar de que todos saben que son suyas.

Con parsimonia coloco mi mano en uno de sus hombros y lo sacudo hacia atrás. Un gruñido se escucha y me río.

—Haz —susurro con delicadeza. Nada— Harry.

Esta vez tengo suerte. Harry se voltea un poco y hace un sonido en forma de pregunta.

—No puedo dormir.

—Ven aquí —su voz es ronca por el sueño pero aun así suena suave.

Lo observo mientras hace espacio en la litera y se acomoda hasta quedar de manera que me puede ver. Sus hoyuelos se hacen presentes cuando me sonríe y tomo eso como una señal para recostarme a su lado.

Me abraza, apegándome a él en cuanto siente mi peso en la cama.

—Dulces sueños, Olive —lo escucho decir muy bajito después de un tiempo.

Y esa fue la noche en que mejor he dormido.