Un hilo que no me conecta a tu destino

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Una vez más, en este maldito sitio, ¿qué es lo que me pasa?, que siempre que siento este vacío mis pies me traen a este sitio infernal, ¿será por causa del tipo de esposa que tengo? No lo sé...

Xxxx: ¿lo mismo de siempre señor Acuarius?

Xxxxx: si – respondo – por favor – el tabernero de nombre saga, un hombre alto de tez medio morena, cabello azul que le llega hasta la cintura, fornido, siempre lo veo ahí, ¡no se aburre de esa su vida?

Xxxxxx: ¡oh! ¡Camus! ¿Otra vez aquí?

Camus: ah... hola Aioria – dije sin ganas y el tabernero me paso la copa de vino

Aioria: ¿Anastasia? – me pregunto, suspire, asentí y me lleve la copa a la boca mientras el cantinero le servía un vaso de cerveza a Aioria

Camus: no aguanto su histeria, estoy harto de ella, ni piensa en Hyoga e Isaac, es solo una maldita ramera

Aioria: oh vaya, jamás pensé escucharte hablar así, pero así te pone tu mujer después de todo, te entiendo, Marín de igual forma estaba insoportable – dijo llevados el vaso a la boca

Camus: ¿y que hiciste al respecto?

Aioria: divorciarme, no iba a estar con una mujer que molestaba a cada rato, aun soy joven, no me fregaría por ella habiendo miles de mujeres

Camus: creo que tienes razón pero ¿y mis hijos?

Aioria: tranquilo, mira, cuando nos divorciamos, demostré al juez que Seiya estaría mejor conmigo, además Anastasia e una histérica que pega a tus hijos ¿o no?

Camus: bueno si...

Aioria: ya lo tienes ganado, además tú la soportas, yo que tú ya me hubiera largado, ya vez que lo solucione

Camus: pero... ¿tu hijo Seiya... está bien?

Aioria: si, a veces pregunta por su madre, no la tiene rencor después de todo, aun sabiendo que a Seika la boto de la casa...

Camus: hablando de ella ¿aún no sabes nada de tu hija?

Aioria: - se quedó callado, viendo el vaso de cerveza el cual, se lo llevo a la boca y se lo tomo de fondo, suspiro – no nada... ni pistas, es como si se la hubiera tragado la tierra...

Camus: ya aparecerá

Aioria: ya son 3 años y nada... bueno... depende de los dioses si ella aparece...

Camus: bueno... tengo que irme porque si no Anastasia me jodera otra vez – dije terminando de beber la copa, me levante – tranquilo... Ten fe – deje un poco de dinero en la mesa y me fui

Me sentía pensativo no estaría mal que me aleje de esa maldita pero... ¿y mis hijos? Me acerque a mi auto que estaba estacionado ahí, cuando empecé a sacar las llaves escuche un golpe seco, como una bofetada, era a la esquina del lugar donde me encontraba corrí hacia ahí y vi una mujer, de cabellos rojos, corto, piel blanca, llevaba un vestido negro algo ajustado a su cuerpo, estaba en el suelo, y un hombre quien estaba parado frente a ella... No podía verlo con claridad, solo veía que estaba vestido con ropa de cuero negra

Xxxx: ¿Qué es lo que quieres? – la mujer empezó a llorar, aquel hombre la alzo de los cabellos

Xxxx: mira desgraciada, o coperas o te vas arriba ¿cómo la vez? – ese hombre... siento que lo conozco... Pero de donde, quiero ayudarla, pero si hago un paso en falso puedo empeorar las cosas, desgraciado... ¿cómo puede lastimar a una mujer...?

Xxxx: ¿quieres dinero? – pregunto la chica aun llorando

Xxxx: sabes bien que quiero Milo... ¡así que copera! – La tiro al suelo – eres una ramera, ¡así que cumple tu trabajo! – ese maldito quiere abusar de ella, no... no lo permitiré, corrí hacia el tipo y me lance contra él, me senté de ahorcadas sobre él y empecé a golpearlo

Un hilo que no me conecta a tu destino (camusxmilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora