Capítulo 13

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—Sabes que no era necesario hacer esto, ¿verdad?— preguntó el pelinegro luego de un largo suspiro.

—Lo sé, pero quería hacerlo. No te quejes y disfruta— Respondió sonriendo,  dándole un enorme mordisco a la hamburguesa en sus manos.

Sungmin observó a su alrededor, ahí estaban ellos, los cuatro, almorzando juntos en el patio de comidas del centro comercial. ¡Quién lo diría!

Habían llegado hace ya una hora, Sungmin pensaba que Kyuhyun los llevaría a un lujoso restaurante o alguna cafetería elegante de las que el castaño acostumbraba a ir y se sentía preocupado puesto que ni él ni los niños estaban vestidos para tal ambiente. No obstante, grande fue su sorpresa al bajarse del auto del castaño y ver el enorme letrero del cento comercial frente a ellos, los niños fascinados comenzaron a inspeccionar el lugar, corriendo de aquí para allá, observando la enorme cantidad de tiendas que habían, la infinidad de jugueterías y confiterías.

Sungmin sonrió nostálgico, la emoción de los niños lo embargaba de sobre manera puesto que era raro que ellos visitaran el centro comercial. En el pasado jamás lo hicieron, no habían los recursos para ir y comprar cosas incluso estando con Kyung, quien decía que era innecesario y dinero mal gastado ir a ese tipo de lugares sobre todo estando con niños que sólo sabían pedir y gastar.

Sungmin sabía que no tenía el dinero necesario para darle a sus hijos la felicidad de poder comprarles el juguete que ellos pideran o comprar la ropa que ellos quisieran, sabía que no podían darse ese lujo y que Kyung tampoco lo haría, no porque no tuviera el dinero ya que su puesto como trabajador directo en la alcaldía le brindaba buenos ingresos si no porque sencillamente no quería gastar en ellos, ni siquiera en Jisung quien era su propio hijo.

Apretó los puños con frustración, si tan solo hubiese terminado sus estudios, si hubiese podido trabajar o incluso... si Kyuhyun no lo hubiese dejado solo, él podría haberle dado a sus hijos una mejor vida, quizás habrían podido ir al centro comercial cada domingo o comprarles los juguetes que querían y no andar sufriendo por cuentas sin pagar, pero pensar en eso solo lo hacía deprimirse más y más y la verdad era que no quería hacerlo; no cuando sus hijos en esos momentos devoraban una enorme hamburguesa con papitas fritas que por su puesto, si no fuese por él no podría haber costeado.

Suspiró por milésima vez mientras revolvía sus papas fritas sin mucho interés, miró hacía el frente y ahí estaban sus hijos, Hyunjin le daba de comer a Jisung ambos conversando alegremente jugando con el muñeco de Iron Man que Kyuhyun les había comprado momentos atrás y a su derecha estaba él... aquel castaño engreído que muchas veces le había quitado el aliento, lo observó fijamente analizando el enorme cambio en sus facciones luego de diez años separados. Seguía siendo hermoso, con la mirada más madura y calculadora, su gran estatura a diferencia suya, aquellos brazos fuertes y manos grandes, se mantuvo tan ensimismado en el castaño que no se dió cuenta que él también lo estaba mirando.

—¿Te encuentras bien?— preguntó burlesco, sabiendo que el pelinegro lo observaba a él.

—¿Eh? Sí si, solo... estaba distraído— murmuró sonrojándose al ser descubierto por su ex pareja del pasado.

—¿Distraído observando mi belleza?— habló seductor empujando al pelinegro con su codo de forma engreída para aligerar un poco el ambiente. Sabía de sobra por los gestos que Sungmin hacía y que conocía tan bien, que al pelinegro algo le pasaba; esa nariz arrugada y sus labios acorazonados fruncidos eran una clara evidencia de que algo le molestaba o preocupaba y quería saber qué era.

—¿Cuál belleza, Cho? Cualquiera sería bello si usaran las cremas extremadamente caras que acostumbras a usar— respondió duramente tratando de ocultar el hecho de que exactamente eso hacia.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2019 ⏰

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Lazos Rotos ~ KyuMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora