(adj.) couthy: (de una persona) cálida y amigable. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
(de un lugar) confortable, acogedor.
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¿Quién diría que podrías encontrarte a tu amigo de la infancia dentro de un uber?
Un intento...
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ De un brinco me despegué de las sábanas, con toda la energía del mundo. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Y había dos razones que transformaban levantarse temprano en algo que valga la pena: el desayuno, y Jinyoung. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Me calcé las chanclas y salí disparada, corriendo en puntas de pie por la emoción. El propio aroma a vainilla y chocolate de galletas recién horneadas me guiaba hacia la cocina.
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Paré y cerré los ojos para inhalar profundamente aquel nostálgico olor a comida casera. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
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— Oh, Seul, ¿te desperté? —preguntó Jinyoung, algo apenado.— Arruiné la sorpresa. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Abrí mis ojos, encontrándolo con el delantal de flores puesto, y una pizca de harina destacando entre sus oscuros cabellos.
Reí y me acerqué a él negando con la cabeza, entrelazando mis brazos alrededor de su cintura. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ — Para nada, amor. La alarma sonó más temprano. —mentí soltándolo después de dejar un beso en su hombro.— ¿Todo esto es para mí? ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ Sobre la mesada estaba a la vista una bandeja con un desayuno que llamaba bastante la atención, adornado con flores y pequeñas notas que encendieron mi curiosidad al instante. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — Así es, princesa. Todavía faltan las galletas, tuve que hacer otra preparación porque la primera estaba demasiado dulce, y tú ya eres lo suficiente como para que me ande pasando. —soltó una pequeña risa, mirándome.— Además, la inauguración es dentro de unas horas, y debes comer bien para dar una impresión igual de buena, ¿cierto? Ah. Yo te llevaré, no te preocupes por eso. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ Mientras él hablaba y sacaba las galletas del horno, yo sólo podía observarlo. ¿En qué momento merecí estar con alguien así de adorable? Se preocupaba tanto por mí, hacía tantas cosas, siempre siendo un ser lleno de luz y amabilidad, que a veces llegaba a sentirme un tanto insignificante e inservible a su lado. No era su culpa, por supuesto, pero tampoco la mía. Simplemente... él brillaba más que yo. ㅤㅤ ㅤㅤ El aroma intensificado de las galletas logró sacarme de la nebulosa y me hizo prestar atención. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — Bebé... Sí recuerdas que dije que te llevaría a festejar a la noche, ¿no? Reservé entradas en la nueva discoteca, esa que querías visitar. Podemos ir a comer algo y luego bailar, ¿qué dices? Invita a tus amigos también, a quien quieras. —comentó sonriente. ㅤㅤ ㅤㅤ
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Él era así. Siempre tenía tanto para hacer, decir, expresar, incluso simplemente mirándote podía comunicarte un millón de cosas. Viéndose tan apasionado y alegre, haga lo que haga. Cómo no quedarte sin palabras estando con alguien así. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — ¿De verdad? Gracias, JinYounggie. Me encanta, pero debes prometerme quedarte toda la noch- ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ El sonido de su teléfono interrumpió, ese particular tono que tenía asignado a llamadas de trabajo. ㅤㅤ ㅤㅤ Se sacó el delantal antes de colgar, con algo de decepción. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — Seul, no creo poder llevarte, me necesitan ahora en la empresa. Parece que los inversores nos contestaron antes de lo esperado. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — No hay ningún problema, tú ve a conseguir esas inversiones. Yo pienso disfrutar estas galletas y leer las notas. Apenas termine me pediré un taxi. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ Nos sonreímos por unos segundos. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — Espera. No tomes un taxi, es medio inseguro últimamente. Mejor llama un uber, ¿sí? Luego te llamo para ver cómo va todo. Suerte hoy, linda. —me dió un besito y aproveché a sacudirle el harina en la cabeza.— ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ — Tú igual, cielo. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ Lo vi tomar sus cosas e irse por el pasillo principal, mientras se despedía con la mano. Solté un suspiro, mirando la bandeja. ¿Por dónde comenzar? ㅤㅤ
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En una hora comenzaba la inauguración de la tienda, y en cinco minutos marcaba la llegada del coche uber a mi casa. Agarré el bolso rojo y me fijé que todo lo necesario esté. Una vez lista, perfumé mi cuello y salí a la puerta. ㅤㅤ ㅤㅤ No tardó mucho en aparecer el coche gris que tendría que llevarme hasta la otra punta de la ciudad; el chico conduciendo me hizo un gesto con la mano, saludándome y haciéndome saber que era él. ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ Cerré la puerta del edificio y me acerqué al automóvil, subiéndome rápidamente. ㅤㅤ Quiera o no, estaba nerviosa. No solía viajar en coches ajenos, menos en un día tan importante como hoy. El miedo y preocupación por que algo pueda salir mal comenzaban a atacar mi cabeza. ㅤㅤ Terminé de subirme e indicarle nuevamente el destino, notando al joven delante mío. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ Me miró a través del pequeño espejo retrovisor antes de arrancar. No sólo me sonreían sus labios, sino sus ojos también. Era tierno y por alguna razón me recordaba a alguien.
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— Por cierto, soy Jaebum. Hoy es mi primer y último día como uber, así que espero te sientas cómoda en el viaje. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ
Me quedé unos segundos observándolo. Sentía su voz, su nombre, su rostro, su olor, su aspecto, todo tan familiar. ㅤㅤ ㅤㅤ ¿Pero por qué? ¿Quién podría ser? ¿Trabajo, familia, estudios, conocido de algún lugar desconocido, cliente? Eran demasiadas opciones como para pensarlo en este momento. ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ Le respondí con una sonrisa y saqué de mi bolso un dulce de limón. Misteriosamente estos pequeños caramelos me quitaban la ansiedad en cuestión de segundos. El chico al volante me hacía sentir tan cómoda y cálida, como inquieta. Esa sensación de conocer todo sobre él y a la vez no tener la menor idea de quién es no me dejaba nada tranquila. ㅤㅤ ㅤㅤ Necesitaba averiguar mínimamente algo sobre él, para saber si mi instinto estaba realmente equivocado o no.
