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Allí se encontraban tal vez más de 3 mil espectros de mi niñez. Estaban quietos, como si alguien los hubiese olvidado. Creía que aun podían seguir dentro de mí, pero no. Todos los recuerdos de mi niñez que por alguna razón se me habían extraviado estaban ahí, en el frio sótano de mi cuarta casa de campo.

  Imagine que mi impresionante éxito en realidad se debía a esto, a que no recordaba nada de el niño perdedor que había sido hace tres décadas.

  No le di interés alguno a ese tenue hallazgo y continúe con mi vida. Nada de lo que había ahí me interesaba, nada hasta que empezaron a sucederme cosas, tres días después de haber encontrado mis recuerdos.

  Me sentía en soledad, nostálgico algo triste, como si algún ser querido se hubiese ido. Era algo a lo que en mucho tiempo no había experimentado. Había dejado de querer a la gente, sabía que yo era el único que importaba en mi vida.

  Tenía 39 años y después de 3 semanas de haber encontrado los recuerdos extraviados, empecé a enfermar. Nadie sabía lo que tenia, en 3 meses mi salud se deterioro considerablemente. Me encontraba postrado en una cama rodeado de 30 personas que me cuidaban, pero con una frialdad de maquinas, estaban ahí solo porque les pagaba, no les interesaba en absoluto mi bienestar interior.

  Ese momento fue crucial, el 3 de Enero del 2013 me di cuenta que mi vida iba a terminar, los médicos me dieron 3 horas de vida.

  Justo ahí, en el instante previo a mi muerte comprendí que había algo más, algo a lo que nunca supe valorar. Entendía a la vida como un objeto de valor material, no respetaba a nada ni a nadie, fue por eso que iba a morir. Por no pensar en alguien más que no fuera yo, por hacerle sentir un buen sentimiento a alguien más, por sentir, por amar. Si mi vida se hubiese basado en eso estaría rodeado de personas a las que si les interesaría mi salud y no mi dinero.

  No moriría como hoy a las 23:00hs el martes 3 de marzo del 2013. ¿Porque no moriría? Porque esas personas a las que solo hubiese prestado una pizca de mi afecto y solo los hubiese amado, me seguirían recordando, no los días de mi vida sino los días de su vida y de la vida de alguien más a la que mi historia hubiese llegado. Tal vez sea eso lo que mis recuerdos querían avisarme de antemano, tal vez, o solo sea una premonición de años pasados que nunca voy a cumplir. 

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2014 ⏰

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El sótano de los recuerdos extraviadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora