-Vaya, esto es mejor de lo que esperaba.-sonreí mirando por la ventana.
-Sí...-respondió el rubio desanimado.
-¿Te pasa algo?-lo miré.
-No.-cambió de canal.
-¿Seguro?
-Sí.-no separaba los ojos de la pantalla.
-Brian...-me senté a su lado-...te pasas el día sonriendo con esos dientecitos adorables, ¿por qué estás así?Sonrió levemente con los labios sellados y me miró.
-¿Estuviste saliendo con Ronnie?-dijo de repente.
-Am...bueno, no como tal por culpa de Mick pero...pues...hubl algo.-la pregunta me había pillado por sorpresa.
-Entiendo.-volvió a mirar la televisión.
-¿Es por él?
-Es por ti.-soltó en un suspiro.
-¿Por mí?-fruncí el ceño.
-¿No tienes algo que hacer?-cambió de tema.
-Pues sí, hablar contigo para que me expliques lo que pasa.
-¿Lo que pasa?-se sentó con la espalda en el cabecero de la cama mirándome abatido-Pasa que me gustas, pasa que a Mick también, pasa que estuviste con Ron, pasa que nunca podré tener nada contigo porque Andrew no lo permitirá. Pasan muchas cosas, Samala y creo que no te das cuenta de ello.-sus ojos se llenaron de rabia y lágrimas.Acaricié su mejilla y tomó mi mano entre las suyas antes de dejar un beso en ella.
-No sé qué nos das pero a cada grupo que cuidas, lo vuelves loco.-rió muy levemente bajando la mirada.
-Brian...
-Déjame acabar.-interrumpió-Quiero que sigas trabajando con nosotros así que...-me soltó-Te trataré como a una amiga ya que al fin y al cabo es lo que somos. En serio deseo que seas feliz con quien sea, conozco a Mick y sé que no va a respetar la norma de Andrew, pero yo sí lo haré.
-Gracias, Brian.-lo abracé.
-Desearía haberte conocido en otras circunstancias pero quizás no me habrías prestado atención.-rió rodeándome con sus brazos-Haz lo que creas conveniente, sé que será lo correcto.-me miró.