Prólogo

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Algunas veces piensas en cosas que nunca ocurrirán o eso piensas hasta que pasa, pero hasta ese momento era solo una imaginación de algo lejano, un pensamiento que crece y crece, le vas dando vida con tan sólo el simple y único deseo de que ocurra en algún momento pero ¿En verdad lo deseabas o solo lo pensabas?

Cuando piensas que puedes lograr algo o llenar ese vacío que alguna vez estuvo ocupado con alguna cosa o persona pierdes algo llamado sentido del querer, no querer de amor  o incluso de cariño a algo o alguien, no me refiero a ese tipo de afecto, no por supuesto que no, es el querer de desear que algo sea tal y como lo imaginamos, tan perfecto que olvidamos que todo en éste mundo es corrosivo, absolutamente todo.

Pensarías que estoy demente pero si te cuento que aprendí a apreciar las cosas cuando supe que la soledad es la única que nunca me abandonaría, al contrario yo la abandone a ella hasta que me di cuenta que todo lo que tenía, en ese momento no era lo que yo quería si no lo que pensaba que necesitaba y así lo entendí. Pero para que puedas entender debes de leer toda la historia.

Mi nombre no es más que aquel que tú me quieras dar pero está a tú disposición saber que soy una chica no un animal, ni un aliens, menos un chico, ¡oh noo!, soy ella pero a la vez también soy yo.
Toma asiento, esto será breve pero extraño, tanto por pensar y entender pero eso lo descubrirás tú. Lee entre líneas.

Sher...

Un Pensamiento LejanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora