Hora de Partir

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Eh escuchado que las personas sueñan, por desgracia yo no lo hago, no puedo soñar, me levantó sin ánimos, sin ganas de vivir como cada día, pero este será el último.

Salgo de casa dejando la puerta de mi fría habitación entreabierta.

En mi escritorio un sobre, decía en ella: "Adiós mamá y papá".

Estoy caminando por una calle vacía, mientras avanzo múltiples pensamientos invaden mi mente, preguntas con respuestas, preguntas sin respuestas y preguntas sin sentido.

En ese Momento algo vino a mi mente, una imagen, mi funeral, tantas personas, pero ninguna lagrima.

El cielo se empieza a nublar en ese momento miro hacia arriba, una gota de agua brota de mi rostro, pero... no es lluvia.

Empieza a llover, miro a mi alrededor y no hay nadie.

Robert: -¿Enserio...? - lagrimas brotan de mi rostro.

Robert: - ¡¿Dios?!, ¡¿Me Obligaras llegar de la manera más sencilla?!-.

En ese momento río de forma desesperada mientras lloro sin sentido alguno.

Miro mi reflejo en un charco de agua, me acerco a él arrodillándome.

Robert: -Dime... tu mi más grande amigo y mi más odiado enemigo, ¿que debo hacer...? -

Escuche una respuesta proveniente de mi cabeza

¿?: -si no lo soportas acabemos con esto-

A lo que respondí

Robert: -Pero... Tengo miedo-

De una forma decepcionada este e respondió

¿?: -Ese es el problema, siempre lo hemos tenido-

En casa mi madre entro a mi habitación, al leer lo que había escrito en el sobre llamó a mi padre y comenzaron a leerlo, En el decía:

"Hola mama y papa si están leyendo esto es porque eh tomado la decisión más estúpida, pero... la mejor para todos. Lo siento por fallarles, más de una vez me rendido, pero no soy feliz y hago infeliz a las personas que me rodean, madre que acaso no lo vez, notas le vergüenza al verme al rostro..., discúlpame enserio, pero estoy cansado, perdóname te lo suplico. Seguramente en estos momentos estoy en algunas vías o en un edificio quien sabe ni siquiera para morir tomo buenas decisiones je..., no se preocupen por mí, madre reconozco que te preocupabas mucho por mí, eres una de las muy pocas personas a las que le importaba que tal estaba o cómo me sentía, pero ya no por favor, tu sonreíste por mi cuando te hacia feliz, cuando te sorprendía el día de las madres, en tu cumpleaños o en navidad, siempre que estabas conmigo tenías una sonrisa, pero no quiero que llores por mí, Bob... que puedo decir, Gracias por querer tanto a mi hermano, mi madre y a mí, eres el hombre más fuerte que conozco, el más valiente y muy trabajador, probablemente el mejor padre que un chico podría tener, por eso te pido que me perdones, no soy tan fuerte como tu como para continuar esta lucha, sinceramente ya estoy harto de vivir y de luchar, lo siento por ser un cobarde, por ser débil, por no ser el hijo que deseabas. Díganle a mi hermano que lo quiero, que nunca me olvide ni las locuras que pasamos juntos, que siga el ejemplo de Bob nuestro padre, díganle que se duche a diario, que estudie el tonto, díganle que lo cuidare esté donde esté y que a diferencia de mí nunca estará solo y por último díganle... que lo quiero... que lo quiero mucho, sinceramente me hubiese gustado decirles todo esto de frente, pero probablemente el hecho de ver a mi madre romper en llanto seria lo suficiente como para retractarme de mi decisión tan mediocre, yo nunca les pedí nada, ni juguetes, consolas, nada, todo me lo dieron es por qué ustedes consideraba que lo merecía, así que les pido una cosa, Cuiden de mi hermanito".

Mis padres rompieron en llanto al terminar de leer, mi hermano solo se recargo de espaldas sobre la pared en la cual escuchaba cada palabra de lo que nuestros padres leían de mi carta.

Observo desde lo alto de un puente, todo está solo a mi alrededor, a lo lejos veo árboles y algunos automóviles abandonados.

Robert: - ¿Entonces así termina todo?, totalmente solo, pero bueno, cuantos se alegrarán –

Imagino un cementerio donde se encuentra mi lapida

Robert: - ¿cómo un chico de 17 puede tener tantas cargas? -

Me dispongo a saltar

Robert: -No lo negare, extrañare a mis padres y a mi tonto hermano... ellos siempre... estuvieron...-

Me detengo por un momento y bajo la mirada

Robert: -y si... no lo hago? -

Carta de suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora