Capítulo 18: Cap James

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—¿Se cansarán? —preguntó la castaña con la mirada fija en James y Eloide, quienes se besaban en un rincón—. ¿Cómo es que volvimos a esto? James y yo por fin íbamos a ser algo.

Dan cierra su libro.

—Hasta que la cagaste, Macarrón —le recuerda Dan mirando a la pareja—. Al primer amor se le perdona todo, Lucy: y tú no eres ni serás su primer amor: es ella.

Lucy voltea a mirarlo, decepcionada.

—No hice nada tan malo: ella hizo algo peor —se defendió la castaña, girándose nuevamente hacia James, quien acariciaba el pelo de Eloide con una sonrisa en su rostro mientras la escuchaba—. Y él la perdonó y todavía no me ha perdonado a mi.

—Ha pasado dos semanas, Lucy —habló esta vez Maya, quien se encontraba a su lado izquierdo—. Dale un tiempo: créeme que James te ama.

—No me puede amar si todavía la ama a ella.

James y Eloide comenzaron a moverse y, con esperanza en sus ojos, Lucy pensó que los dos podían sentarse junto a ellos, pero no: James y Eloide se sentaron junto a las amigas de ella.

—Tiene que perdonarte pronto, Lu —comentó lo obvio Keila alzando la mirada de su libro para observar a James—. Es como si nos odiara a todos cuando en realidad solo te odia a ti.

Lucy vio atentamente cómo James intentaba hacerle una trenza a Eloide con la ayuda de una de las amigas de ella, quien le enseñaba cómo hacerla. Le gustaba ver cómo James se lidia el labio inferior, concentrándose en su tarea, mientras que la pelirroja se reía a carcajadas al escuchar a su amiga corrigiéndole a su novio.

Eran la maldita pareja perfecta.

—Ni yo soy tan cursi —susurró Dan observándolos.

—Deberías —contestó Keila haciendo que la mesa riera.

Lucy sonrío al ver a James, contento por haber acabado la trenza.

—James Potter es de las personas que aman lo que no pueden tener —empezó a hablar Maya alzando una ceja—. Tienes que dejar de estar disponible, Lucy: se aburrirá de Eloide y él será el que te pida perdón a ti.

Lucy lo imaginó todo en su cabeza: a James con un ramo de flores, arrodillado frente a ella, suplicándole por su perdón y jurándole amor eterno.

—¿Cómo lo hago? —preguntó emocionada a Maya, con una sonrisa en el rostro.

—No creo que sea una buena idea, Macarrón —opinó Dan tímidamente—. ¿Por qué no mejor le demuestras a James que estás arrepentida y él así se da cuenta que es mejor estar contigo que con Eloide?

Lucy lo pensó un segundo.

—Me gusta más la idea de Maya. ¿Cuando empezamos?

♡ ♡ ♡

James y Dan se encontraban caminando por el pasillo en camino a los invernaderos. Se iban riendo y comentando lo mal que había jugado Slytherin en el partido pasado y las altas chances que tenían de ganar esta Copa de Quidditch.

—Dios, cincuenta puntos para Gryffindor —se escuchó un comentario de un chico por el pasillo. James alzó la vista, observando incrédulo a Lucy.

Oh dios —salió de la boca de Dan para luego tragar saliva.

Lucy se había alisado el pelo, que ahora le llegaba hasta la cintura incluso aunque estuviera amarrado en una cola alta. No tenía puesta la túnica, solo la camisa, la corbata y la falda, que le quedaba corta hasta mucho más arriba que la rodilla. Tenía puestos unos calcetines largos blancos y tacones negros.

James Potter y la Perla Encantada #JP4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora