La organización se llevó una mano a su nuca y la rasco con sus dedos, sabía que tal vez lo que diría iba a hacer una locura, y que lo más seguro era que a la mayoría no le iba a agradar esto... Pero, después de todo ese era el objetivo de todo esto desde un principio.
—Quiero que salgan con los países para que se distraigan —termino por decir ONU—. Sé que parece una tontería, incluso el doble con los acontecimientos que se dieron, no obstante, esto no involucra a todos. Francia, Reino Unido, Ecuador y Colombia se quedaran aquí, saquen a los demás a que tomen algo de aire. Venezuela al enterarse se puso algo violento, por lo que no quiero que tenga un inconveniente con FBI. Ya es demasiado con lo que pasa y no creo que lo que pueda venir se lo tome tan bien como los demás; también lo dudo de Colombia, pero ellos no pueden estar juntos sin que comiencen a pelear... Por lo que...
Rusia detuvo a ONU que se veía capaz de seguir hablando.
—Claro, lo entiendo.
—No me molesta. Aunque si te digo que dudo evitar que los países latinos hagan algo en el camino —aclaro Alemania.
ONU dejo salir una pequeña risa.
—Sí, se eso. Gracias, en verdad es lo que necesito en estos momentos. No duden en que si sucede algo o me necesitan, llámenme o envíen un mensaje —mientras decía esto, saco su celular y lo enseño mientras lo movía.
—De acuerdo —dijo Alemania.
—Bueno, tengo que retirarme. Deje unos autos esperando por ustedes afuera. Nos vemos luego —ONU se despidió.
Luego de eso vieron por unos segundos como este se iba a paso rápido mientras guardaba su teléfono celular en su bolsillo derecho. Ambos países se dieron unas miradas para girarse y comenzar a ir a buscar a los demás países, por fortuna Argentina, Venezuela y México estaban cerca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Veras que todo se pondrá bien. Yo estoy igual de preocupado que tú y Venezuela... —Ecuador acariciaba las mejillas de Colombia.
—Lo sé, es solo que... No puedo evitar ponerme así.
—Créeme, eres alguien muy maduro y eres capaz de afrontar cosas peores. No por nada eres mi pareja... ¿No? —Colombia dejo salir una sonrisa—. Yo estaré contigo en lo que necesites, te quiero mucho. ¿Lo sabes, verdad?
Al menor se le hizo un suave sonrojo en sus mejillas y abrazo al más bajo, este le devolvió el abrazo y puso su cara en su hombro para cerrar los ojos por un momento. Sus corazones iban a velocidades rápidas por la felicidad. Se separaron por una distancia muy mínima y se miraron cara a cara por un tiempo. Para cada uno, lo que tenían al frente no era alguien bastante especial, sino una especie de obra de arte de la cual sus ojos no podían despegarse. Ecuador trago un poco por los nervios, Colombia ante esto le dio una sonrisa y se fueron acercando lentamente.
Sus respiraciones se pusieron pesadas, mientras que gracias a la cercanía ambas se iban juntando, hasta que se hizo una sola. Enseguida sus labios se saludaron, chocando uno con otro. Ecuador puso sus brazos enrollados en el cuello de Colombia para que este esté enrollara sus brazos en su cintura.
