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Su turno de trabajo había sido muy agotador y frustrante. Clientes enojados que no se conformaban con nada, chicas y chicos que solo buscaban coquetearle a pesar de que sabían que estaba tomado, bebés llorando por todas partes, olores dulces e insoportables por todo el establecimiento y mujeres chismosas que siempre le preguntaban por su vida personal como si se les fuera la vida en ello.

Simplemente agotador.

El único consuelo que le quedaba, era que como ese día era sábado, podría salir más temprano e invitar a su novio a cenar. Lo tenía todo preparado y listo. Irían a un bonito restaurante en las afueras de la ciudad, tomarían vino, conversarían y se atrevería a pedirle lo que llevaba guardándose por mucho tiempo.

Estaba mentalmente preparado para todo, menos para la escena que tuvo que ver al llegar a casa. Su novio estaba casi desnudo en su cama, boca abajo jugando con su teléfono y escuchando una playlist sexy de YouTube en el pantalla plana que tenían en su habitación. Se quedó prendado observándolo, viendo los músculos de la espalda bien formados, hombros anchos y cabello negro y desordenado que caía por todos lados, hasta que una voz grave lo sacó de su ensoñación. Ese olor a chocolate que desprendía el alfa lo había tenido volando en alguna dimensión por algunos minutos.

— ¿te vas a quedar ahí mirándome o vas a saludarme finalmente? — preguntó volteándose para encararlo.

Se sintió intimidado. Namjoon siempre había sido directo, pero ese día simplemente lo tomó de imprevisto.

— ¿como sabías que ya estaba en casa? — respondió con otra pregunta, sabiendo que eso no le gustaba —No hice mucho ruido y tienes la música a mil —se encongió un poco en su puesto al ver como el contrario se levantaba para plantarle un beso.

— Puedo sentir tu olor desde que vienes en la esquina. Puedo sentir el cambio que hace de "neutro" a "emocionado" —Namjoon hizo comillas con sus dedos y puso sus manos en los hombros del beta. Comenzó a acariciarlos de arriba a abajo —Primero hueles a menta y yerbabuena suave, después tu olor se intensifica tanto que me asusta, ahí es cuando sé que eres tú —sonaba tan sincero que le dieron escalofríos —Sólo tú intensificas tu olor de esa forma a pesar de haber estado viviendo algo más de dos años juntos. —

Seokjin se sonrojó y balbuceó cosas ininteligibles por algunos instantes. Estaba sorprendido. No podía creer que su olor se volviera más fuerte en anticipación a estar con Namjoon y apenas lo supiera.

— Bien, no tenía ni idea de eso. Lo siento — bajó la mirada y después le dio un pico en la boca para empezar a caminar hacia su vestidor. —¿quieres salir hoy? Quizás podamos ir a cenar y ver una película o ver una película y luego cenar. Como lo prefieras — gritó desde el vestier, sacándose la ropa para tomar un baño, pero cuando iba a entrar sintió una presencia detrás de si, besándole el cuello y tocando su cuerpo descaradamente, desprendiendo ese olor dulce que tanto le gustaba. Ahí fue donde cayó en cuenta de lo que ocurría. —Dios. ¿Estás en celo, cariño? — se volteó a mirarlo, pero este no le dio chance de decir algo más, besándolo de forma intensa.

Con pesar se retiró y exigió respuestas —Namjoon, hey. ¿Estás bien? Te siento algo extraño —su cara se transfiguró y en un segundo, el moreno empezó a llorar, cayendo al suelo alfombrado, derrotado —¿Namjoon? ¿Te duele algo, cariño? —pero este no respondía. Se tiró a su lado y lo abrazó, lo consoló y esperó hasta que se decidiera a decirle algo.

— Ya no me quieres ¿verdad? — dijo finalmente el alfa. La pregunta dejó atónito a Seokjin. ¿Que si lo quería? Lo amaba. ¡Hasta estaba pensando en pedirle matrimonio! No podía permitir que su muchacho pensara eso — Por eso llegas a casa más tarde y oliendo a café — sollozó —Ya no te gusto como antes ¿es porque no puedo embarazarte? ¿Es eso Seokjin? —silencio —¡RESPÓNDEME! ¿Tienes a alguien más? —pidió en un grito ahogado.

𝑆𝑞𝑢𝑖𝑠ℎ𝑦 𝐶ℎ𝑜𝑐𝑜𝑙𝑎𝑡𝑒 {𝑁𝑎𝑚𝑗𝑖𝑛}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora