Menta

339 62 69
                                    

Para: Mi más grand amig

Sueño contigo porque no sé dónde estás y aún no quiero creer que tal vez solo ya no estás.

Los últimos días no he estado pensando en ti.

Los últimos meses estuve pensando en ti.

Los últimos meses... ¿Te cuento un secreto? Hay días que lo imagino, días en que despierto y el color de tus palabras sigue dando vueltas en mis orejas mas nunca llega a mis oídos.

Es muy probable que jamás volveré a verte. Y tú, jamás volverás a verme. Es muy probable que todo lo que nos queda sea el color de las palabras.

Pero ahora, somos ciegos.

Una vez hablamos sobre lo que creíamos que había después del punto final. Tú defendidas que había otro texto y yo, yo solía creer que no habían más páginas. Entonces, tú te reías y decías que solo lo sabríamos hasta que sucediese. Decías, también, que no te aterraba morir, sin embargo, odiabas pensar que todos tus seres amados tendríamos que desaparecer.

Creo que eras demasiado egoísta.

Creo que la muerte es como una mancha de café en el sofá. Al inicio la notas siempre que te acercas, te incomoda y te preguntas quien cometió el error de dejar caer su café ahí... Luego te acostumbras a que existe y que ya no puedes quitarla, pero te sigues preguntando y reclamando el que esté ahí.

Un día, solo te molesta cuando te pones a pensar en ella.

Ahora, no eres más que una mancha de café en el sofá y los últimos días no he estado pensando en ti.

Es terrible, porque aún odio el café.

Y no sé cómo sentirme. Los primeros días me sentí tan verde y el cielo solía romperse con frecuencia... Ahora, no sé cómo sentirme.

¿Sabes que odio?  Que quizá no hay algo que duela más que las palabras. No, seguro que no lo hay. Y nuestras últimas palabras no fueron las más amables, y tu última tarde llegó muy rápido y no pude pedirte perdón por lo de esa mañana. No te reclamo por eso, tampoco me reclamo a mí. No había manera de saberlo. Todo lo que puedes hacer es lo que haces. Pero a veces...

¿Cómo prodria haberlo evitado? ¿Podría...? ¿Y si, y si...?

Llueve de vuelta cuando pienso en eso.

Aún me pregunto si me perdonaste, aún me ahoga saber que lo último que hice por ti fue no estar de tu parte como siempre lo hicimos. Porque yo sabía y tú sabías. Una nave espacial para dos donde caben tres si se saben acomodar y aun así eso era nuestro: barcos azules en el techo para contar en vez de estrellas, ¿lo recuerdas?

Hoy quise ser optimista, pensar que algún día seré una mancha de café en el sofá junto a ti y que nos veremos por allá, al otro lado. Lo imagino incluso si no creo que exista otra orilla.

Pero es gracioso.

Pero es gracioso. Si ahora mismo me diesen la oportunidad de pedir solo un deseo no dudaría en gastarlo en ti.

Realmente te extraño.

Aún no quiero despedirme mas debo ir ¿A dónde? No lo sé aún. Todo lo que sé es que ando, tú ya no vas.

Y yo ando, voy lejos... tanto como la gravedad me lo permite.

¿Lo imaginas?

Algun dia podríamos encontrarnos de nuevo.

Atentamente:
Yo, quien odia las rosas.

¿lo imaginas? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora