𝐼𝑋. 𝑈𝑛𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑

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«Es necesario haber amado, después perder el amor y luego volver a amar todavía más».
Vincent Van Gogh

               Mientras caminaba hacia el edificio de Az, recordaba lo acontecido cuatro años atrás

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               Mientras caminaba hacia el edificio de Az, recordaba lo acontecido cuatro años atrás. Ella definitivamente no iba nada bien con las relaciones. Estaba cursando su tercer año en la University College London, cuando conoció a Albert Jones, su novio durante dos años y ocho meses.

    Ella pensaba que todo iba perfecto y que él era el hombre de su vida, sin embargo, se equivocó. Tras dos años de noviazgo, ambos terminaron juntos sus estudios y les quedaba un camino largo por vivir. Albert fingía ser todo lo que ella quería, siendo una total mentira; ella lo imaginaba fiel, era un infiel de primera, ella lo creía justo y correcto, cuando no podía existir alguien más insensato que él. Jugaba con cuanta mujer se cruzara en su camino y aun teniendo novia, la mantuvo totalmente engañada, no sabía lo que era la lealtad y no tenía respeto por ella.

    Poco antes de cumplir tres años de relación, se mudaron juntos, todo iba viento en popa hasta que ella descubrió todas sus mentiras. Sus padres no habían muerto como le había hecho creer, simplemente se avergonzaba de ellos por ser pobres; cada año que estuvieron juntos, desfilaban por su vida un catálogo completo de mujeres y ella pensando que él era su hombre ideal. No fue hasta que sus padres se presentaron en el apartamento que compartían, que ella descubrió la clase de persona que era. Desde entonces tenía cortas relaciones, pero sin un futuro, simplemente vivir el momento. Todo fue hasta Azrael.

    Salió de su ensoñación al encontrarse frente a la puerta del modelo. Debía arreglar lo que había arruinado o poner punto final a lo que vivieron.

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    Con pereza, arrastró sus pies hasta la puerta, Cindy pareció no entender que él no necesitaba solucionar las cosas, porque ya no había nada por lo que luchar.

     Sus ojos se abrieron desorbitados ante la sorpresa de encontrar a la persona que pensó jamás ver. Ambos con aspecto cansado se miraban sin contar los minutos, su mundo se encontraba justo al frente. Tras salir del trance en el que se hallaba, le permitió entrada a Faith. Sencillamente no sabía porque ella se encontraba allí, si se habían dicho todo lo que necesitaban saber y estaba decepcionado y dolido.

    Ella consideraba que él no la había dejado expresarse abiertamente y que tenía muchas cosas que contarle antes de que ambos tomaran una decisión definitiva. También estaba afligida y un poco decepcionada por como se dieron las cosas. Sentados de frente ambos en un sillón dieron inicio al final de todo.

    Faith empezó contando como se encontró envuelta en aquella situación, le habló sobre Albert; la extraña relación que llevaba con su madre; su poca sociabilidad y como se vio inmersa en trabajo y más trabajo. Él escuchaba atento cada detalle de su vida comprendiendo la falta de confianza que existió entre ellos, ella se había acercado a él con un propósito profesional y él se halló atraído hacía su belleza, sin contar que iba a surgir más que biología básica. Al final no encontraba como decirle lo que estaba sintiendo por él, un miedo que había hondado en su corazón desde lo que pasó con Albert.

    —Hay una última cosa que quiero decirte, Az —dijo pausadamente. Él observaba cada detalle y la sinceridad en su cara.

    —Puedes decir cualquier cosa, Faith. Entiendo que estás aquí para aclarar lo que sucedió —suavizó su expresión.

    —Bien, es muy difícil para mí expresarme, he tenido una complicada relación en el pasado y mis padres no han sido un gran ejemplo de lo que es el amor —habló de manera apresurada—. Lo que trato de decirte es que, estoy enamorada de ti Azrael. No lo esperaba, vine a la agencia a realizar un informe detallado sobre ti y me encontré pensándote en todo momento.

    Era consciente de que desde hace seis años había sufrido y llorado por una persona ya muerta y, durante el tiempo que tenía conociendo a la castaña su mente ya no iba atrás, todo se concentraba en ella, en la oscuridad de sus ojos y la tersura de su pelo, en la suave curva de su boca y la seguridad que la caracterizaba.

    —Faith, conoces lo que he vivido y no ha sido fácil adaptarme a esta vida, a la falsa felicidad que se aparenta. Una persona me cambió y vi el mundo desde una perspectiva diferente, no soy el hombre que sólo quería hacer dinero e impresionar a las chicas bonitas —musitó, con los sentimientos a flor de piel.

    »He crecido y madurado de una forma bastante cruda, con poca gente de mi lado para apoyarme. Desde que te conocí ya no soy el mismo, tú haces que todo valga la pena; no me di cuenta cuanto me dolía tu traición hasta que entendí que te amaba. Amo la manera en que ves la vida y la forma en que me miras.

    Aquello bastó, pero más que las palabras, fue suficiente el sentimiento que demostraron el uno por el otro, para que entendieran que no debían ni podían estar separados. Sí un amor como aque,l se sentía más de una vez no se les podía escapar de las manos, ambos habían querido con el alma y el corazón, perdiendo a esas personas por azares del destino, no podían dejar ir esa felicidad anhelada.

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    En aquel febrero, con el frío de Londres calando sus huesos, se hallaban dos cuerpos sudorosos; dos corazones entregados y dos almas afines, tan complementadas como el principio y el fin. Un amor para recordar pero que tenía que dejar ir; un sentimiento que destrozo esperanzas y; un nuevo sentir que a pesar de haber surgido de una mentira se merecía una segunda oportunidad.

    Azrael comprendió antes que fuese tarde que existe un presente, para vivirlo sin presiones y con nuevas perspectivas de futuro, sin mirar atrás. Faith por su lado, entendió que no se puede cerrar la puerta de la felicidad por un tropiezo que, aunque dolió también le enseñó que con un poco de optimismo se puede avanzar, siempre y cuando se elija correctamente.

    A veces la mayoría de la gente se aferra al pasado, perdiéndose de oportunidades para crecer como personas, para ser felices. Pasando años sumergidos en aquellas circunstancias que no le permiten dar un paso hacia el futuro. Enfrascados en, ¿por qué lo hice? Y no en, ¿qué puedo hacer para cambiar lo que hice? Hay momentos en que debes mirar hacia adelante e ignorar el camino tras de ti.

✎Fin✐

Imagen en multimedia: créditos a Pinterest

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Gracias a cada persona que se tomó el tiempo para leer ésta historia, deseo de todo corazón que haya sido de su agrado. Es la primera historia que escribí y me emocionó mucho poder compartirla con cada uno de ustedes.

Besos y abrazos. 💛

Aᴢʀᴀᴇʟ: ᴍᴀ́s ᴏ̨ᴜᴇ ᴜɴ ᴀ́ɴɢᴇʟ ᴅᴇ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ | 𝐶𝑜𝑚𝑝𝑙𝑒𝑡𝑎✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora