Capítulo 20

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- ¿Te has quedado agusto, niño? - digo cuando hemos acabado el mañanero que quería.
- Súper agusto, me encantas - dice abrazándome y dándome un beso en el cuello.
- ¿A que hora has quedado con tus amigos?
- A las 13:00.
- A las cañas.
- Si, y comemos ahí.
- Pues hasta las 12:00 por lo menos no nos levantamos de la cama - digo dándole un abrazo según estamos tumbados.
- Hasta y media nada.
- Si bueno, que tu tardas poco pero yo no guapete.
- Y tu cuando quieres también guapa.
- Si, pero me voy a maquillar un poquillo y así no tardo poco.
- No te maquilles, si yo te veo guapa de todas las formas.
- ¿Si? - digo sonriendo como una boba.
- Si, claro.
- Me voy a maquillar igualmente.
- Jo, yo quería estar más tiempo aquí tirado contigo.
- Pues aprovecha el que vas a estar guapete.
- Pues ven aquí - dice abrazándome y poniendo su cabeza encima de la mía.

Son las 12:30 y yo ya he terminado todo, ya estoy vestida y maquillada pero Marco sigue tirado en la cama, desnudo, no se ha movido ni para ponerse los calzoncillos.
Le llevo diciendo un bueno rato que se levante ya que vamos a llegar tarde pero nada, ni puto casi me hace.

- ¡Marco! - le digo para que se levante.
- Ya voy, no tengo ganas de vestirme ni nada.
- Pues hijo has quedado tu con tus amigos, voy yo sola.
- No, si si que voy a ir.
- ¿No decías que no tenías ganas?
- Ahora si que tengo ganas listilla.
- Pues venga vístete por favor.
- Me lo dices como si estuvieses a disgusto viéndome así.
- A disgusto no estoy con estas vistas, pero enfadada si que voy a estar como no te vistas ya. Me voy yo sola eh.
- Que no, que ya me visto - dice poniendo los ojos en blanco y levantándose.
- Vamos culo gordo - digo dándole una palmada en el culo a lo que se gira con cara pillo - No me mires así, vístete ya.
- No me das tiempo mi amor. Solo me has dado tiempo a levantarme.
- Te espero abajo.
- No - dice haciendo que me fire cuando voy a salir por la puerta - Quedate aquí.
- ¿Para que vea como te vistes? Ya se que te sabes vestir tu sólito cariño, ya tienes 23 años.
- Tonta - dice rodando los ojos - Es para que me digas si voy bien.
- Bueno, venga, vale, me quedo.
- Sabía yo que si te digo algo de ropa de quedas.
- Sabes que me encanta.
- Más me encantas tu - me dice y yo sonrio como una tonta.
- Pero que bonito eres - digo acercándome a él y dándole un beso en la comisura de los labios.
- Tu si que eres bonita.
- Venga, déjate de alargarme y vístete.
- Que dolor. Yo te alago y tu pasas de mi.
- No pasó de ti, luego te lo recompensa cuando te vistas Marco.
- Ya voy, ya voy.
- Cuando lleguemos y los demás te digan que llegas tarde no me eches las culpas como otras veces eh.
- No cariño, no te echo las culpas nunca.
- Ja, como si no te conociese bonito. Esos pantalones te quedan demasiado bien.
- Que te esperas - me dice segundo se los está abrochando.
- Vamos, Don ego, ponte ya la camiseta.
- ¿Esta? - dice enseñándome una camiseta blanca normal.
- Lo que tu quieras.
- ¿Queda bien?
- Si.
- Pues ala, me pongo esta con las Nike nuevas.
- Pues venga, voy bajando.
- No tardo.

Al final hemos llegado tarde pero en defensa de Marco tengo que decir que no ha sido por su culpa, ha sido el tráfico, había atasco.
Cuando hemos llegado ya nos habían llamado como unas diez veces por si nos había pasado algo y eso que les hemos dicho a la primera llamada que era por atasco pero nada ellos seguían llamando.

- Pao cuelga ya, estoy aquí - digo cuando entro por la puerta ya que me está llamando por quinta vez por lo menos - ¡Pao! - la llamo más alto cuando veo que sigue llamando.
- ¡Ay! No me asustes payasa.
- Es que te he dicho que colgases que ya estaba aquí.
- Joder, no te he escuchado.
- Ya lo he visto guapi. ¿Qué tal estás?
- Perfectamente. ¿Y tú? Porque se supone que vivimos juntas pero casi que no te veo.
- Oye, no me eches a mi las culpas. Muchas veces cuando llego a casa no estas.
- Bueno, vale, ahí no te culpo.
- No puedes capulla - digo dándola flojito en el brazo.
- Hola antipática - me dice Brandon.
- Hola chicos, hola Brandon.
- Así me gusta. Que has entrado como una bala a tu amiga pero a los demás nada.
- Hace mucho que no la veía hombre.
- A mi hace más que no me ves.
- Bueno ya te he saludado, no te quejes.
- Quiero mi abrazo.
- No me gustan los abrazos.
- Ya te digo yo a ti que los abrazos de cierta persona si que te gustan ¿a que si? A que eso si.
- Hombre, pues claro. Anda ven aquí pesado - digo yendo a abrazarle.
- Eh, Brandon, que me pongo celoso - dice Marco de broma.
- Lo mismo te digo, no sueltas a mi amigo Angel, yo no suelto a tu novia - dice agarrandome más fuerte en el abrazo.
- Brandon, sueltame un poco, que me dejas sin respiración.
- Encima que me quieres quitar a la novia me la matas - dice Marco cogiendome del brazo haciendo que me suelte Brandon - Ya te dejo a tu amigo Ángel, que por cierto, también es mi amigo.
- Me das tu un abrazo, hace mucho que no te veo tío. Te he echado de menos - le dice Brandon a Marco.
- Pues claro que si - dice abrazándole.
- Te quiero tío.
- Y yo mi amor - le dice Marco de broma haciendo que yo me ría.
- Eh, que esta tu novia delante, ten cuidado a ver si se va a enterar de que estamos juntos, es secreto - le sigue la broma Brandon.
- Anda, vosotros no os aburrís eh. Deja a mi novio, a ver si me voy a creer que eres gay de verdad.
- Pues hace un tiempo decían que Marco era gay - dice Brandon.
- Pues ya te digo yo a ti que no lo es. En cierto tema no.
- No lo soy cariño. Oye,¿mañana después de trabajar te vienes a mi casa?
- Dijimos que íbamos a la mía Marco.
- Ya, pero ya es casi tiempo de piscina y yo tengo una,privada. Venga vente.
- Voy, pero el martes ya no eh. El martes vamos a mi casa si no quieres no vengas.
- El martes vamos a tu casa, preciosa.
- Mañana no des la vuelta a la tortilla para que estemos en tu casa que te conozco eh.
- ¿Y porque no te vienes tú a mi casa?
- ¿Qué te acabo de decir? - digo poniendo los ojos en blancos y cruzandome de brazos.
- Me refiero a vivir.
- ¿A vivir? ¿Quieres me vaya a vivir contigo?
- Si, nos pasamos el día juntos, vamos a hacer ya casi un año, te pasas el día en mi casa, la convivencia va bien ¿porque no?
- ¿Estas seguro?
- Segurisimo, ¿tú?
- Yo si Marco, claro que si - digo dándole un abrazo y sonriendo a más no poder.
- Pues mañana cuando salgas de trabajar vamos a tu casa a por las cosas ¿vale?
- Vale. Te quiero.
- Yo si que te quiero preciosa.

Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora