Es domingo por la mañana, la primera mañana de sus primeras vacaciones cómo novios, ambos se encuentran aún acostados en aquella cómoda cama del hotel al que habían llegado un día antes.
Zach un joven de 24 años, 1. 87 de altura, cabello café oscuro, lacio y con corte promedio, todo un semental de pies a cabeza, musculatura marcada pero solo lo normal, sus ojos negros como la noche, capaces de penetrar tu alma enamorándola al instante, labios rojos cómo la sangre misma, tez muy clara, casi pegándole al blanco. Mantiene entre sus brazos al pequeño de Mattew un chico 20 años con 1.70 de altura, tez bronceada, cabello negro y chino, casi hasta el mentón, hermosos labios medianos color melón, en su rostro resaltan 2 brillantes zafiros, los cuales se encuentran cubiertos por sus parpados. Yace con su cabecita entre el cuello de su amado, mientras lo abraza por la cintura y mantiene sus piernas entrelazadas.
Los rayos de sol comenzaban a colarse por las cortinas de la habitación, dando directamente en la cara de Zach, quien con un gesto de disgusto entre abrió los ojos, deseaba seguir durmiendo, no había mejor cosa que dormir abrazado a su novio, pero una vez despierto no lograría conciliar ni un minuto más de sueño, se pensó varias veces si ir a tomar una ducha y dejar a Mattew dormir un poco más o despertarlo y "divertirse" cómo la noche anterior, sin duda la segunda era muchísima mejor idea, sonrió para sí mismo y acto seguido besó la frente de Mattew para que este despertará, lo cual no sucedió, solo consiguió que el menor sonriera entre sueños y se acurrucase más en él.
-Cariño, despierta, ya amaneció- Susurró, dejando una pequeña lamida en su oído
-Mmmm, cinco minutos más, en verdad estoy cómodo, además, hueles súper bien por las mañanas ¿Lo sabías?- dijo volviendo a enterrar su cabeza en el cuello del otro, comenzando a olisquear la zona y dejando pequeños besos y mordiditas
-¿Acaso no querías seguir durmiendo?- preguntó con una sonrisa traviesa dibujada en sus labios mientras se incorporaba un poco sobre su codo para tener una mejor visión del pelinegro
-Tu comenzaste- Las palabras de Mattew hicieron que el mayor lo tomará por la cintura para acto seguido terminar sobre él hundiéndolos en un profundo y tierno beso, al separarse ambos sonrieron mirándose a los ojos durante unos segundos, que literalmente se asemejó a una eternidad.
Zach comenzó besando el cuello del pequeño Mattew, mientras con sus manos delineaba desde sus tobillos hasta sus lindos cachetes coloreados de carmesí, sabía que eso le encantaba y él amaba hacerlo, amaba cada pequeño detalle de su novio, estaba completamente loco por él. Mattew no paraba de soltar ligeros gemidos, aún seguía un poco adormilado, pero ¡Dios! que lo despertarán así era un maldito regalo.
Cuando ambos se encontraban lo suficientemente despiertos, la intensidad de los besos, las mordidas y los "juegos" subió. Ahora Mattew se encontraba sobre un Zach solamente en boxers, moviendo delicadamente sus caderas, mientras entre sus manos sostenía el rostro y entre sus labios los de su amado.
-¡Me encantas!- Dijo Zach tomando en brazos a Mattew para volver a estar sobre de él. Paseó su mano por el abdomen y cintura de Mattew hasta llegar a su trasero el cual apretó tan fuerte que el pequeño no se contuvo de morder sus labios para intentar ocultar aquel fuerte gemido, lo cual fue inútil pues solo consiguió agitar a ambos -Soy todo tuyo- dijo Mattew quien se encontraba entre el colchón y aquel predominante hombre, tomó impulso con ambos brazos y empujó a Zach para ser quien este arriba de nuevo -Y ahora tú serás mío- comenzó a besarlo en la boca, una sus manos jugaban con aquellos rosados pezones mientras la otra jugaba con el resorte del boxer de Zach.
-Me vas a volver loco- pensó mientras apretaba y rasguñaba los muslos y glúteos de Mattew dejando las marcas de sus manos como buscando marcar territorio. Detuvieron su feroz beso a falta de aire, haciendo que su aliento chocara, creando humedad en sus rostros, pues separarse del todo era una opción, hasta que Mattew prosiguió a besar, lamer y morder el cuerpo de Zach, dibujando un camino carmesí desde sus labios hasta el miembro del mayor.
ESTÁS LEYENDO
Este es nuestro momento (One-Shot)
Short StoryPrimer día de vacaciones, hay que disfrutarlo como tal, comenzando el día de la mejor manera posible ¿No es así? •Este es un One-shot gay, chicoxchico, contiene escenas sexuales, si este tipo de contenido no es de tu agrado porfavor solo ignoralo•