Cuatro paredes.
Concreto y madera.
Ni la más mínima rendija de luz.
Sin embargo, no sé si la extraño.
También le temo.
Casi tanto como a esta oscuridad.
Que me asfixia, me retiene.
En ella te escondes y me llevas contigo,
Se tuercen tus respiraciones y las mías.
Mientras me buscas sutilmente,
Como pidiendome silencio.
Yo sólo miro a la nada
Esperando
No sintiendo.
Ahogandome con gritos que no puedo oir.
Como tantas veces espero.
En silencio.