No soy tu hija

Llorar no es ser débil

Narra Dai

Me levanté, me duche y me vestí, no pude dormir en toda la noche de tanto pensar en mi beso con Echalotte, se que estará molesta conmigo y eso me pone triste, además de que toca entrenamiento con ella 😓, ojala no sea muy dura...No quiero otra cicatriz. Fuí a su habitación y toque la puerta, ella salió inmediatamente, para mí sorpresa ella me invito a pasar.

-Buenos días Dai- me dijo neutral mientras se acomodaba su cabello.

-Buenos días, ¿como dormiste?- le dije alegre.

-Bien, gracias.

-¿Nos vamos?- le extendi mi mano pero está no la acepto, sólo se retiró de ahí a la sala de entrenamiento.

-Bueno, ¿con qué empezamos?- me pregunto seria.

-Con lo que quieras- le dije en el mismo tono.

En ese momento sentí el verdadero terror (xD), me sonrió maliciosamente y eso significa...Espadas.

-Suspire- De acuerdo.

-¿Nervioso Dai?-  me dijo desafiante.

-Un poco Echalotte- le dije serio.

Empezamos una batalla de espadas, parecíamos estar en un barco pirata, le empecé a preguntar alegremente  cosas sobre su familia.

-¿Cómo se llama tu hermana?- pregunté alegre.

-Si mal no recuerdo Bra.

-Y ¿la extrañas?- le pregunté triste.

-Si...A veces la recuerdo mucho, recuerdo vagamente cuando solíamos jugar en la nieve, una vez no fue el caso, estaba enferma- me contestó algo triste.

Flashback

Narro yo

Entra una niña peliazul a la habitación de su hermana menor brincando sobre la cama despertandola al instante.

-ECHALOTTE, ECHALOTTE, ECHALOTTE!!!!- dijo alegre la pequeña.

-¿Qué sucede?- adormilada.

-Esta nevando- dijo apuntando emocionada hacia la ventana.

-No puedo salir Bra, estoy enferma-contesto triste.

-Tienes razón- dijo algo triste pero luego se emociona- ECHALOTTE EL PISO EL LAVA!!!

Fin del flashback

Vi que empezó a derramar una lágrima.

-Que débil soy- secándose la lágrima.

Le tome la muñeca y la traje hacia mi haciendo que su cabeza se recostara en mi pecho, tome su cabeza con mi mano acariciando su cabello, ella ocultó su cabeza entre mi pecho ocultando su cara con sus dos manos, empezó a sollozar.

-Tranquila aquí estoy- le dije en tono tranquilizador.

-Los extraño mucho, pero ese maldito insecto me los quito, me quito mi felicidad- me dijo molesta entre sollozos.

La abraze más fuerte, ella me tomo la cara con sus dos manos y me beso, a lo que yo le correspondi.

-Llorar no es ser débil- le dije reconfortante.

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