Una pequeña gota de agua logra despertarme, odio tener goteras. Declan siempre dice que las arreglara, pero veo que tendré que hacerlo yo.
Me asomo a la pequeña cuna de mi hija, sigue dormida y admito que me encanta verla dormir, parece un lindo angelito.
Tomo mi bata y la ciñó, me pongo las pantuflas y bajo a la cocina para empezar a preparar el desayuno.
Después de una media hora escucho a Declan bajar las escaleras.
-Buenos días amor. - asomo la cabeza hacia la sala para verlo.
Ahí estaba ese hombre aún adormilado, su hermoso cabello negro está despeinado, sus ojos azules apenas pueden verse y su linda pijama lo hace ver muy tierno, igual que un niño pequeño.
Tengo la dicha de llamarlo mi esposo y padre de mi bella hija, Ava.
-Buen día amor. - responde él, tallando sus ojos y dando un gran bostezo.
-Toma tu café. - me acercó a él, con una gran taza caliente, llena de café, este es el pan de cada día para Declan.
-Gracias mi cielo. - toma la taza y deja un pequeño beso en mi frente.
-Siéntate ya casi está listo el desayuno. - lo miro con una enorme sonrisa y vuelvo a la cocina.
El desayuno está listo y lo sirvo en un plato, para luego llevárselo a mi amado esposo.
El observa el contenido del plato con ansias de comerlo todo, tiene demasiada hambre y debe ser por qué anoche no ceno nada y es obvio que tenga demasiada hambre.
-Iré por Ava, tú disfruta de tu desayuno. - le dedicó una sonrisa y subo las escaleras.
Me acercó a la cuna de mi bebita y recién abre sus pequeños ojitos.
-Hola preciosa. - la tomo entre mis brazos y la acarició. - vamos a ver a papá, no hay que dejarlo solo. - sonrió y ambas bajamos al comedor.
Me sorprendo al ver que Declan no está sentado a la mesa.
- ¿Amor? - algo preocupada, me acercó un poco más al comedor para ver en donde se encuentra.
-Aquí estoy. - responde desde los interiores de la cocina.
Sentí un gran alivio al saber dónde estaba, así que más tranquila, tomé una silla y me senté a la mesa.
-Te serví el desayuno. - puso un plato con comida frente a mí.
-Gracias. - sonreí.
Declan tomo de mis brazos a Ava para que pudiera desayunar y empezó a jugar con ella.
Amo tanto cuando él y Ava están juntos, se mira tan tierno, sobre todo porque Ava adora pasar tiempo con él, sin duda es el mejor padre del mundo.
Termine de desayunar, Declan y yo volvimos a la habitación para cambiarnos, ya que él tendría que ir al trabajo, mientras que yo me encargaría de la casa y por supuesto de cuidar a mi hermosa Ava.
-Nos vemos amor. - Declan se despidió besando mi frente.
-Te veo en la noche. - sonreí, él tomó sus cosas de trabajo y salió de la casa.
Empecé hacer la limpieza en casa, tal vez si terminaba pronto, también podría arreglar las molestas goteras.
Después de un arduo trabajo saqué más de dos bolsas llenas de basura junto al polvo que barrí, me siento muy sucia y eso que solo somos tres personas... bueno dos y media.
Baje las bolsas al sótano, para que el día que Declan y yo bajemos a la ciudad pueda dejarlas en el basurero.
Me apresuró a terminar con esto y miró el reloj, las tres en punto ¡Qué rápido pasa el tiempo! creo que las goteras deberán esperar un poco más, por ahora debo preparar la comida y las papillas de Ava.
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Fugitiva
ActionElizabeth debe enfrentar el abandono de Declan, su esposo, sin saber el porqué de su decisión. Tiempo después se le es revelada la verdad, el gobierno los persigue y para que ella y su hija no sea encontradas debe estar alejada de Declan. Ambos deb...