Un recuerdo entre laberintos y mentiras [TERMINADA]

34.

Nuevo capitulo y en el mismo día XD jejeje

-¡Ah! -exclamó mientras sentía los labios y lengua de Kenji sobre uno de sus pezones y una de sus manos pellizcando y tomando sus tetillas, mientras que con la otra adentraba sus dedos en su entrada ya más que preparada y lista para envolverlo y tomarlo -Ba... Basta -dijo entre la lujuria y feromonas que lo rodeaban y lo colocaban en un letargo mental, donde solo podía sentir sus manos recorriendo su cuerpo, provocandole sensaciones exquisitas y que quería. Una electricidad sin frenos recorría su cuerpo y la chispa se intensificaban en donde las manos de Kenji lo tocaban. Lo acariciaban y lo tomaban -Quiero... Quiero... Lo quiero -intentó hablar entre el desastre que era, y con esfuerzo abrió los ojos, viendo así los completamente oscuros de Kenji, hambrientos de su cuerpo, al igual que él lo estaba -Lo necesito -imploró, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas y aquello fue lo único que Kenji necesitó para saber que ya estaba más que listo para aceptarlo. Fue entonces que lo giró con algo de brusquedad y levantó un poco su culo, para tenerlo a su merced, aunque ya todo él lo estaba.

Fue entonces que sintió el vacío que dejaron sus dedos, pero que fue llenado en segundos por algo más grueso, más duro, más caliente.

Max abrió los ojos desorbitados, disfrutando cada descarga eléctrica que era enviada a su cuerpo mientras más se adentraba el miembro de Kenji dentro de él.

Gimió y jadeó al sentirse lleno de este y sin siquiera poder evitarlo, se corrió contra las sábanas que se encontraban debajo de él, y se dejó caer, con la cabeza contra la almohada, sintiéndose agitado y carente de aire.

-¿Con tan solo meterlo te has corrido? -preguntó con voz gutural cerca de su oído, lo que provocó un escalofrío que se desplazó por todo su cuerpo y entonces giró su rostro levemente para verlo, viendo entonces una figura magistral e irreal, lo que parecía un dios griego que estaba a punto de tomarlo y así lo hizo.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Ugh! -jadeó mientras sentía las estocadas dar certeras en aquel punto que le había ver las estrellas.

Estaba extasiado, pero aun así, no sentía que fuera suficiente. No, no lo era, nunca lo sería. Quería más de Kenji y solo de él.

-Ke... Ken-Kenji -intentó hablar mientras tragaba con fuerza su propia saliva -Má... Má-Más -dijo como pudo y entonces sintió cómo las manos en sus caderas se afianzaban y comenzaba un vaivén más salvaje y desacompasado -¡Ah! ¡Si! ¡Si! ¡Más! -rogó.

-Joder Max -gruñó Kenji a sus espaldas y fue entonces que sintió el pecho del alfa contra su espalda y con un par de estocadas más, sintió, junto con su propia liberación, cómo Kenji vertía toda su esencia dentro de él, como también afianzaba la marca que este mismo le había hecho en su cuello, lo cual provocó sensaciones extrañas, exquisitas y deseadas. Todo en él se sentía como en las nubes, incluso creyéndose que todo aquello era una mera mala jugada de su cabeza, pero no era así. Su alfa estaba allí con él, protegiéndolo con su autoridad y feromonas, que se mezclaban con las suyas. Lamía con delicadeza la marca que había comenzado a sangrar y lo rodeaba con sus brazos como si nunca más quisiera soltarlo.

Y luego, de muchas otras veces en las que se entregaron uno al otro, Max cayó rendido y completamente incosciente.

***

Kenji observó a Max a su lado durmiendo, luego de haberse despertado. El omega dormía plácido y agarrado a su cintura, como si temiera que se fuera y la verdad era aquella, debía de irse y lo antes posible, aun sabiendo que el celo de Mex no había pasado.