¿Cómo había terminado todo de esa manera? No comprendía realmente cómo había dejado que pasara. No entendía como había dejado que te escaparás de entre mis brazos tan fácilmente. Y es que no, no te escapaste, te robaron, me robaron.
Ahora y entonces estaba yo ahí, sentado junto a tu abuela, mientras te veía mirar con entera devoción a tu esposo. Aquel que debía ser yo pero que al fin de cuentas no lo era. Era yo quien estaba fuera de la tarima, sentado en una mesa cualquiera con un traje negro, parecido a muchos de los trajes que los presentes ahí vestían; calificandome con la máxima simpleza posible, sintiéndome incapaz de ser tu felicidad o siquiera de conseguir dartela.
Por supuesto y sin dudarlo, mis ojos están sobre ti, en tu sedoso cabello blanco, en lo despampanante que te veías enfundado en aquel traje del mismo color, en como esa sonrisa en tus labios rosados daban la luz que todos en el gran salón necesitaban. ¿Cómo podías ser tan hermoso? ¿Cómo no notar que todas las miradas están en ti? Y la pregunta más importante, ¿cómo rayos no ves que me muero de envidia, ardientes e incontrolables celos bullian en mi interior con impaciencia, frenéticos?
Desee que me mirarás, tus ojos mieles, preciosos, los quería sobre mi. Eso hicieron.
Tus ojos se toparon con los míos, sonreíste en grande, las hendiduras se asomaron en tus sonrosadas mejillas. Mis deseos por estar junto a ti salieron disparados, tome el impulso para levantarme pero por suerte, mi autocontrol me detuvo de cualquier estupidez. No podía correr hacia ti, tomar tu mano y correr lejos sin más. No.No era el momento.
Ya no había momento alguno.
Mis ojos se posaron en tu esposo, el candidato y elegido perfecto para hacerte suyo, me saludaron, asintió hacia mi y entonces sabía que debía levantarme. No quería hacerlo pero debía seguir fingiendo que era feliz, que era feliz por él, por ti. Así que me puse de pie, tomé una cuchara y tintinee con ella en la copa que sostenía, mi boca se abrió y entregó a todos los oídos ajenos una infinidad de mentiras, de cosas que jamás podría sentir, de cosas que solo lograban llenarme de ira, decepción, celos, tantos sentimientos que lograban revolver mi estómago.
Sonreí al terminar el discurso, levanto mi copa hacia la pareja, escuchando silbidos, aplausos ante mis palabras, bebo la champaña de golpe, no iba a pensarlo demasiado pues ese amargo sabor en el paladar y ese gran nudo en mi garganta me estaban matando lenta y tortuosamente, quería deshacerme de él.
Me senté nuevamente.
Te miré.
El deseo quema dentro de mi mientras te veo dedicarle miradas llenas de sentimientos, amor uno de ellos, entregando besos en su mejilla y labios con los tuyos, rosados, carnosos, irresistibles. Eras abrazado, sostenido por sus brazos.
Vaya. ¿Cómo lograría incinerar este sentimiento que palpita en mi? ¿Cómo lograría olvidarte si estás tan encajado en mi corazón?
Podría simplemente obligarme a odiarte. Pero al único que realmente puedo odiar es a mi mismo.
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𝗺𝘆 𝗹𝗼𝘀𝘁 𝗺𝗼𝗼𝗻 ; 𝗃𝗂𝗇𝗇𝖺𝗆
Fanfiction𝗷𝗶𝗻𝗻𝗮𝗺 | ❝ 𝖾𝗇𝗍𝗋𝖾 𝗃𝗎𝖾𝗀𝗈𝗌 𝗒 𝗆𝖺́𝗌 𝗃𝗎𝖾𝗀𝗈𝗌, 𝗍𝖾 𝗉𝖾𝗋𝖽𝗂. 𝗉𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝗎𝗇 𝗉𝗅𝖺𝗇𝖾𝗍𝖺, 𝖻𝗎𝖾𝗇𝗈 𝗒 𝗆𝖾𝗃𝗈𝗋, 𝗅𝗅𝖾𝗀𝗈́ 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗍𝗈𝗆𝖺𝗋𝗍𝖾. 𝗆𝗂 𝗅𝗎𝗇𝖺 𝖽𝖾𝗃𝗈́ 𝖽𝖾 𝗌𝖾𝗋 𝗆𝗂𝖺. 𝗊𝗎𝖾 𝗉𝖺𝗍𝖾́𝗍𝗂�...