Capítulo único.

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  "Empoderado, con clase, estilo y una galanura inigualable... Pero absolutamente serio y aburrido"

"Vive en una jaula de oro y no sabe lo que es diversión, pobrecito" 

"¡Alguien debería enseñarle a divertirse a ese chico! Apenas tiene 16 años! "

Encabezados como esos podía leer en las revistas que día a día circulaba en París y realmente ya le comenzaban hartar, sí, era el hijo de un famoso diseñador pero no por eso vivía bajo una roca, ni era prisionero como lo querían hacer ver aquellas revistas amarillistas, él sabía divertirse. 

《Oh, vamos chico…tu padre no te deja salir ni a la esquina, no puedes divertirte como la gente de tu edad, eres un maniquí más» su mente se encargaba de recordarle aquella cruel realidad de la que era preso. 》

Tenía que hacer algo. 

 Pero ¿Qué?, era evidente que actualmente asociaban a su personalidad de modelo  como alguien sin carisma e incluso alguien frívolo, el único que no parecía sufrir las consecuencias de las apariencias de la perfección era aquel gato enfundado en traje de cuero negro. 

Y eso sin duda se acabaría hoy mismo, estaba decidido, comenzaría a portarse de manera contraria a como usualmente era, estaba seguro que así le quedaría claro a la gente que él también sabía divertirse. 

De pronto una idea cruzó su cabeza, nunca había sido su estilo el hacer ese tipo de cosas pero sí tenía que librarse del estigma del chico "aburrido", bien valdría la pena. Así que al sonar la campana de la escuela anunciando el receso se apresuró a tomar de su mochila una bolsa de globos que no llegó a ocupar para una materia, tendría un mejor uso para ellos. 

En el camino se encontró a varios de sus compañeros quienes lo saludaban pero él no hizo nada más que ignorarlos siguiendo con su camino hasta llegar a la azotea del edificio escolar. 

—¿Quieren que me comporte como alguien de mi edad? —inquirió sacando los globos llenos de agua, observándolos primero y después sonriendo maléfico. —Pues entonces ¡Espero que se refresque! 

Comenzó aventar por doquier, empapando a los transeúntes que volteaban a mirarlo y le daban miradas o señas furiosas. Félix encontraba particularmente aburrido aquella actividad, no había nada en particular que le llamara la atención de hacer aquello, es más lo consideraba algo ridículo o hasta cierto grado irrespetuoso. 

—¿Félix? ¿Qué es lo que estás haciendo aquí? —la puerta de la azotea se abrió dejando ver a una Bridgette que lucía levemente confundida ante la actitud del joven. 

Al notar su presencia el rubio cambió su semblante y denotó una energía falsa, continuando con aquella labor, debía convencer a todos de que él podía cambiar y divertirse como alguien de su edad. Entonces debía comenzar con la dama que lo acompañaba. 

—Oh, Brid. —la llamó con ese inusual mote con el que todos se dirigían a ella.Todos excepto él. —Pasando el rato, ya sabes, aquí haciendo lo normal ¿No te unes? 

"Lo normal" esas simples palabras podían ser pasable si de cualquier persona en el mundo se tratara, pero simplemente el que Félix mismo fuera quien se las soltara; era porque definitivamente algo andaba mal. 

—Mmm.. No, gracias. —rio bajito—¿Todo bien Félix? 

Él alzó una ceja con confusión, no esperaba que ella le preguntara eso. 

—Por supuesto. —aseguró con un pulgar hacia arriba. 

—Es que… Esto, bueno, no es algo que tú—lo señaló de pies a cabeza—harías. 

El nuevo Agreste [Os MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora