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Sakura tenía a Hii-chan en sus brazos mirando a HyeWon irse de la mano de su madre en un día tristes para ellas dos, Sakura lloro puede ser porque le llego muy profundo imaginarse en qué situación deberá de estar pasando esa pequeña niña.
– Sakura, ya es hora de cerrar... – Dijo su madre abrazando a su hija, Sakura estaba llorando en manos de Hii-chan su madre le limpio sus lágrimas y se llevó a su hija en sus brazos y Hii-chan las seguía hacia su casa.
Sakura no ceno, se fue a su habitación con Hii-chan. Le dolían sus ojos de llorar y a la vez de limpiarlos con su sudadera que llevaba, la parte debajo de sus ojos se estaba tornándose rojo y le irritaba, se dejó de quejar y se durmió de lo que habrá sido por él dolor que le causo.
A la mañana siguiente despertó aun recordando a HyeWon... Ira a la feria para verla y hacerla reír, no le importa si no la llego a conocer ahora tiene la oportunidad de hacerlo y hacerse su amiga.
Después de estar planeando su salida miro a Hii-chan acostada, se veía tan preciosa dormida como la princesa de la casa, la dejo dormir más y fue a desayunar con sus padres.
El día se veía positivo sin ninguna ocurrencia, Sakura regaba las flores y les tenía otra canción nueva que cantar que escucho, esta se llamaba Fancy de un grupo femenino llamadas "Twice" le gusto esta canción porque cuantas veces la escuches no te vas a cansar de esa joya.
Así siguió cantando la canción para que tuvieran un lindo día y resplandecieran por siempre. Después de rato comenzó a oscurecerse, Sakura les platico a sus amados padres de su plan de ver a su amiguita de la otra vez quería saber si estaba bien y hacerla sonreír, sus padres le sonrieron y le dijeron que irían juntos para estar al pendiente de ellas.
Sakura se arregló para la ocasión, los Miyawaki salieron de su casa sin Hii-chan porque es muy perezosa, a la feria a pasar una noche en familia juntos y con una amiguita de su hija. Llegaron al lugar y esperaron a que esta llegara Sakura estaba segura de que ella vendría su corazón se lo predecía. Esperaron un largo tiempo, los Miyawaki estaban aburridos y Sakura nerviosa no dejaba de patalear sus piernas.
– Hija, seguro tu amiga no vendrá por lo de su familiar... – Dijo el padre apoyando la cabeza de su hija consigo.
Sakura quería de nuevo llorar, quería saber si esa niña se encontraba bien o verla sonreír como la vez que le dio su gatito, Sakura no les hizo perder más tiempo a sus padres y fueron para los juegos.
– ¡Sakuraa! – Estaba segura de haber escuchado a alguien decir su nombre, Sakura volteo para ver de quien se trataba, quien la llamaba.
– ¡HyeWon! – Rápidamente se soltó del agarre de sus padres para ir a abrazar a la pelinegra de su amiga, Sakura tomo su rostro HyeWon reacciono sonriendo mientras que Sakura solo lloraba.
– ¡Sakura, deja de llorar no me hagas llorar a mí! – Dijo la pelinegra de su amiga riendo mientras limpiaba las lágrimas de la castaña.
– Perdón, no me resistí es que me preocupas a pesar de que no te conozca en sí, ven vamos a ganarte otro gatito. – Sakura tomo a HyeWon de su mano yéndose a los juegos muy felices.
HyeWon y Sakura fueron a muchas atracciones, ganaron varios premios que Sakura le regalo a su amiga y se subieron a varios juegos hasta que sus cuerpos les pidiera que se detuvieran.
Después de eso comieron golosinas y brochetas que vendían en la feria, todo era risas y colores entre ellas dos, no dejaban de reírse de nada todo le causaba risa parecían loquitas.
– Oye HyeWon... – Dijeron la pareja Miyawaki. – No te vimos llegar con tu madre ¿ella está bien? – Preguntaron preocupados.
– Si ella está bien, ella está tomando pastillas que la hacen dormir me dijo antes que me fuera. – Dijo la pequeña e inocente HyeWon tomada de las manos con Sakura, está la estaba jalando para irse a subir a otro juego para marearse.
Los esposos Miyawaki se miraron confundidos pero no se iban a preocupar de eso ahora, mientras que HyeWon se encuentre bien todo está bien, se estaba haciendo tarde varios juegos estaban ya cerrando así que se fueron de la feria y fueron acompañar a HyeWon a su casa.
– Gracias señores Miyawaki, me la pase muy bien con Sakura. Estoy mejor ahora, tantas cosas me están pasando pero parece que con la presencia de Sakura todas esas cosas se arreglan. – Sonrió la pelinegra a los padres de Sakura agradeciendo por todo.
Después de pláticas graciosas llegaron a la casa de hyeWon ya que esta los estaba guiando, no vive tan lejos como pensaba Sakura. HyeWon toco el portón de su hogar esperando a que alguien le abriera, se abrió después de poco y era su madre.
– Buenas noches, gracias por traerla espero que esta pequeña no haya causado problemas. – La madre de HyeWon olía a alcohol y se veía devastada y triste.
– Buenas noches igualmente, no es un ángel su hija se portó muy bien. Si necesita algo no dude en visitarnos, sabemos que estos momentos son duros así que podemos sacarla adelante. – Dijo mi madre tomando la mano de la madre de HyeWon, sus ojos estaban cristalinos no dijo nada solo abrazo a mi madre.
– Gracias enserio, pero estamos bien... HyeWon despídete de tu amiguita... – Dijo la madre de HyeWon, rápidamente HyeWon fue y abrazo a Sakura dándole aparte un beso en su mejilla despidiéndose de ella.
