one.

10.8K 1.4K 520
                                    

Un lindo gatito negro despertaba de su hermoso sueño acompañado de un gran bostezo, otro día conseguiría atrapar aquél ratón que tanto molestaba en sus pesadillas, hoy sólo se dedicaría a molestar a su dueño.

—Despierta humano— murmura molesto el lindo felino, pues el sonido de ese tonto aparato "bip bip" comenzaba a irritarle como todos los días en la mañana.

Su humano abrió los ojos sintiendo aquellos molestosos maullidos en su rostro, pasó su mano por sus ojos a la vez apagando el despertador, sin embargo sus ojos se abrieron de una forma exagerada al notar la hora.

—¡Diablos kookie! ¿Por qué no me despertaste?— Se levantó rápidamente de su cama mientras gritaba exasperado, recibiendo sólo unos maullidos de su mascota como respuesta.

lo que en idioma humano sería.

—Tonto humano te desperté varías veces pero ¡claro!, culpen al pobre gato, no te quejes si después dejó bolitas en tus zapatos— gruñó enojado, le parecía una falta de respeto total.

—Hoy tenemos que ir a la casa de los Park, gato flojo— habló su dueño mientras le servía su rica lechita en un plato, en ese momento todo el enojo que tenía el mínino hace unos instantes, desapareció.

Su tonto humano era el jardinero de la familia Park, una de las más importantes en la ciudad, ellos eran grandes fanáticos de los animales, en especial de los gatitos, kookie amaba ir a ese hogar debido a que le consentían y mimaban mientras que su cuidador trabajaba, sin duda era un gran lugar, una mansión como decía su dueño, aún así la razón del porqué amaba ir a esa casa tenía un nombre y colita.

Su amado Minnie.

Un adorable gatito blanco y peludito al que kook deseaba proteger a toda costa, aunque este no era fácil, nunca cedía al pobrecito kookie enamorado, al final de cuentas era un gatito muy cotizado, incluso los perros se enamorarían de Jiminie.

—Estúpidos pulgosos— pensó, pues su bolita de nieve le pertenecía, en su honor ya tenía una bolita de pelos con su nombre.

Rápidamente se metió bajo la cama para buscar ese feo collar que tanto odiaba, hasta que recordó el día en el que Minnie le dijo que se veía lindo, desdé entonces lo usa para visitarlo, ya con el collar entre sus colmillos se apresuró a buscar a su dueño para que se lo colocará.

—Apresurate humano, tengo que verme lindo para Minnie— Su tonto humano no hizó nada más que morir de ternura colocándole su collar, supuso que su gatito quería impresionar a la mascota de los Park.

[...]

Ya todo listo en mano, gato y dueño subieron a la camioneta en donde partieron de su humilde hogar hasta llegar al de la familia park, después de aparcar el vehículo, su dueño preparó sus cosas para luego tomarlo en brazos e ingresar a la residencia, los recibió con honores una linda señora la que inmediatamente le tomó entre sus brazos.

—Mira que guapo estas kookie, veo que creciste mucho— amorosamente la linda señora acariciaba sus orejas.

«Pues sí, yo hice ejercicio para Minnie... Oh ¿está aquí?»

—Oh, disculpa mis modales cariño, Minnie se encuentra en el jardín tomando su siesta— está al notar las intenciones del gatito, atinó a dejarlo en el suelo, seguido de esto, decidió prestarle atención a su dueño para darle las instrucciones de su trabajo.

El joven gatito se dió unas últimas lamidas asegurándose de limpiar todo rastro de suciedad en su cuerpo, procuró acercarse pero ¡claro! Algo se le olvidaba, Minnie no le querría sí no le entregaba un regalo, entonces tuvó una gran idea.

Little cat ; kookmin ➹ OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora