–Con lo que estás haciendo, mi tío no tardará en enterarse, sabe mucho sobre los movimientos en Tomoeda –informa Eriol– no le agradará que le vayas a plantar competencia.
–Lo he pensado, pero no daré marcha atrás –sentencio, no dejaré que nada me detenga–
Sakura se ha mantenido al margen de la conversación, incluso se aleja de nosotros, sé que necesita su espacio, pero lo de hace un rato, fue la gota que derramó el vaso.
–Tu tío es el ser más despreciable, hoy mandó a Sakura en el edificio en que murió su mamá, ahí ni siquiera se puede construir, está clausurado –comento lo más tranquilo posible para no llamar la atención de Sakura–
–No lo puedo creer –suspira– lo está haciendo porque le estás dando pelea, temo que consiga casarla con otra persona, antes de que tú lo logres –las palabras de Eriol resuenan en mi cabeza, no había pensado en esa opción–
–Tú me puedes ayudar, me casaré con ella hoy –volteo a verla– no dejaré que Kinomoto se salga con la suya.
–Dile a Sakura, yo me encargo de lo demás –dice Eriol al tiempo que saca su móvil y se aleja para hacer unas llamadas–
Me acerco a Sakura, no sé si mi idea le parezca, yo solo quiero protegerla, y si casándonos la logro liberar de su papá, eso es lo que haré.
–Estás ausente, ¿en qué piensas? –la tomo del brazo, está helada, aunque haya intentado por todos los medios distraerla, estoy más que seguro que está recordando el accidente–
–¿Cómo un padre puede hacerle tanto daño a su propia hija? –da un suspiro– siempre creí que con el paso del tiempo y con la lejanía que marcó, algún día podríamos tener una buena relación, como la que tiene con Touya.
–Él no sabe lo que se está perdiendo, Sakura debemos actuar –tomo ambas mejillas y hago que me mire, necesito que vuelva– nos casaremos hoy mismo, espero que no te importe.
Su mirada verde al fin atrapa la mía, sigue sin su brillo, al menos intenta sonreír.
–De acuerdo, nos casaremos hoy –confirma– gracias por todo lo que estás haciendo.
Acaricio sus mejillas, me encanta como se mueve en busca de un poco más de contacto, no la intento besar no por no tener ganas, sino porque cuando eso ocurra, es porque también ella lo desea, no quiero presionarla a nada.
–Todo está listo, nos esperan en el registro –informa Eriol– al fin serás libre –abraza a Sakura, logrando apartarla de mí–
Ella solo le dedica una mirada tímida, Eriol me ha contado las veces que insistió en que se casara en Inglaterra, si eso hubiese ocurrido, tal vez no estaríamos en esta situación, quién sabe que hubiese sido de ella, está el dinero de su herencia, pero hasta donde sé, ella no tiene conocimiento de eso.
–No encuentro mi libertad... estaré amarrada a alguien, me libro de mi papá, pero... –no logra acabar la frase, no le hace gracia casarse, tal vez comienzo a perder toda esperanza de lograr enamorarla–
–Será mejor que nos vayamos, debemos solucionarlo ahora, antes de que Fujitaka actúe a nuestras espaldas.
En el camino al registro, mi mente solo repite una y otra vez las palabras de Sakura, como si me estuviese torturando, solo quiero ayudarla, ¿en dónde está lo malo?
¡Maldición! Esta no es la idea que tenía proyectada, tampoco puedo dar marcha atrás, necesito protegerla, ya no sé si es por ella, o por lo que me ha hecho sentir, suena ridículo, y tampoco diré que siento mariposas en el estómago, sin embargo, desde que la conocí no la he podido sacar de mi mente, ¿se puede decir que estoy enamorado?
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El Dulce Aroma Del Cerezo.
FanfictionSiempre he pensado que las mentiras no son nada agradables y sin embargo, me he enamorado de una mentirosa ¿si la perdonaré? Eso aún no lo sé, pero debo admitir que es la mentira más hermosa que he conocido y aunque la verdad salga a la luz, veré si...