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La vista desde la terraza era muy buena. Sentir la brisa, apreciar un agradable silencio, y ver un amanecer tranquilo, antes de mirar a todas esas personas caminando sin algún rumbo, era demasiado grato.

En este lugar podía seguir escribiendo en mi libreta. Desde que llegó ese Adachi demonio a mi habitación, tenía una gran presión de incomodidad, y tenía que buscar otro lugar para hacer mis cosas sin ser molestado o recibir comentarios sarcásticos.

Esta terraza era mi nuevo lugar favorito, estaba horas aquí y lo mejor de todo, nadie venía, era un lugar solo y la mayoría de las personas eran muy flojas para subir tantas escaleras.

Estuve cuatro horas en aquella terraza, después de salir de clases. Luego me dirigí a mi habitación. Había casi llenado mi libreta y me sentía orgulloso.

Abrí la puerta y me encontré con Adachi acostado en el suelo, estaba dormido, o eso parecía. Bloqueaba el paso para mí cama, y no quería tener una pelea, no tenía las suficientes energías para hacerlo.

Me senté en el pequeño sofá y comencé a leer un libro, pasaron dos horas y ya comenzaba a oscurecer. Me agradó tanto el libro que no me di cuenta del tiempo.

-¡Espera no lo hagas!.- Quedé parado con ese grito.

-Ey, ¿qué rayos te...- Me detuve al observar que seguía durmiendo. Su fleco estaba pegado en su frente por el sudor y tenía ligeramente el ceño fruncido. ¿Qué tipo de escenario está creando en su cabeza, para tener que haber gritado de esa forma?

Me volví a sentar y solo lo observaba. No estaba interesado en despertarlo y preguntarle qué había sido todo eso, además ya sabía como era de mezquino, quería evitar un, "¿qué demonios te importa? " o "¿qué mierda te pasa? ". Aunque no negaba que si me daba algo de curiosidad saberlo.

Al fin despertó la bella durmiente, con algún tipo de trauma. Se quedó sentado y agarró su cabeza con sus manos, luego me miró y solo desvío la mirada.

-Parece que no tuviste un agradable sueño.- Le dije, si había pensado que no lo iba a decir, pero aquí estaba, provocando a una fiera.

-No sé de qué estás hablando.- Me sostuvo la mirada mientras se quitaba el sudor de su frente.

-Bueno, sé que no es de mí incumbencia pero mientras estaba tratando de leer, fui interrumpido por tus gritos.

-No sé a qué tratas de llegar, pero ya lo dijiste, no es de tú incumbencia.- Subió a su cama y se quedó mirando hacia la ventana.

-Ya suponía que me saldrías con algún comentario cortante como ese. No trato de ser tú amigo, pero al menos merezco un poco de amabilidad.- Esto parece un discurso típico, de algún profesor cansado de su fastidioso alumno.

-¿Es en serio?. Lo dejé claro desde el primer día. No me gusta darle información a alguien a quién no conozco y ahora estoy teniendo una conversación larga, solo porque tengo que responder las curiosidades de un joven desocupado.- Ahora estaba enojado, un poco con él por ser tan mezquino, pero estaba aún más enojado conmigo mismo. Aunque pensé varias veces sobre no provocar una discusión, le estaba echando leña al fuego.

-Solo olvídalo, no es que esté muy interesado en descubrir tú trauma.

-Ya lo hago.

Luego de eso apagué la lámpara y me dispuse a dormir, ya casi se acababa la semana y volvería a tener clases con el profesor encantador. Por ahora, era mi única motivación.

Cuando desperté ya no estaba Adachi. Siempre dejaba su espacio muy organizado, eso lo admiraba un poco. Salí a mis clases y estuve durmiendo en la terraza.

A las dos horas desperté y revisé la hora, ya eran las cuatro, escribiría un rato y luego iría a mi habitación. Busqué en mi bolso la libreta, pero no estaba. No recordaba dónde la había dejado y sería muy malo si alguien la llegara a leer.

Mi libreta se resumía en cosas sucias sobre el profesor encantador y si llegaba a manos de él no sé lo que haría. Me estaba volviendo histérico, tengo que calmarme y pensar en que tal vez solo la había dejado en mi habitación, claro, tenía que comenzar por ahí.

Llegué corriendo a la habitación, estaba muy agitado y casi sin aliento. Abrí la puerta y me dirigí al escritorio.
¿Dónde estás, dónde estás?. Si, creo que me veía como todo un histérico.

-Pareces muy agitado Wooseok. ¿Buscas con tanta desesperación esto?.- Me giré y observé a Adachi con una miraba maliciosa y burlona, y en sus manos tenía mi libreta. Puede que no la haya leído, pero si lo hizo, eso sería demasiado vergonzoso para que alguien la lea y de todas las personas justo él la tenía que leer.

-Si, esa es mi libreta, ¿puedes pasármela?.- Estaba muy irritado, angustiado y enojado.

-Claro, aunque no sé si esa es la forma correcta de pedir las cosas.

-Me importa una mierda cómo sea la forma correcta de pedirlo. Es mí libreta y no tenías ningún derecho a revisar mis cosas.

-Cuando te conocí, pensé que serías un chico muy aburrido, que tal vez estarías aquí porque rompiste una o dos reglas de tú mamá. Pero al leer esto quedé sorprendido. No pensé que Jung Wooseok, el chico callado, tendría una mente tan sucia.

-Cállate, y no tiene nada que ver el asunto por el cual estoy aquí, con las cosas que escriba o no en mi libreta. Y yo, no pensé que Adachi Yuto, el idiota con cara amargada, sería tan chismoso y abusador.

-Ahora, tengo muchas ganas de reírme, tus comentarios son graciosos, no les daré importancia. Gracias por hacer mi día un poco entretenido.

-Parece que tus únicas conversaciones, son dar comentarios sarcásticos que irritan a otras personas, por eso estás solo. Nadie aguantaría a alguien así. Y ya dame mi libreta.

-¿Qué vas a saber si estoy solo o no?, y todavía no leo el final. Por cierto, ¿el chico de la historia no se parece al profesor de filosofía?. Ahora, también sé, que tú pasatiempo favorito es tener fantasías con un maestro, aunque no me sorprende mucho que seas gay.

No aguanté más de este imbécil, agarré el cuello de su camisa, y lo empujé hasta la pared.

-Con esto Adachi, has cruzado la línea. Traté de ser muy paciente y aguantar cada una de tus mierdas, pero esto no lo puedo dejar pasar. Tal vez con un golpe es la única manera que entiendas.

-No me andes jodiendo, ¿acaso crees que porque eres más alto me podrás ganar en una pelea?.

Todo pasó muy rápido y cuando reaccioné estaba tirado en el suelo, siendo golpeado por Adachi. No me dejé y respondí a sus golpes. No sé quién ganaría o quién se cansaría primero. Lo único que sabía era que estaríamos en problemas.

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Gracias por leer <tres

Un poco de diversión [WooYu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora