(Narra Nash)
Me estuve preparando para ir a dormir al camarote de Chloe. Cuando estaba terminando de arreglarme llegaron Espinosa y _____, venían bastante sonrientes, y ella venía con un bonito brillo en los ojos. Verla así me hizo sonrojar.
- Hola – dijo y me abrazó.
- Que pasen bonita noche, chicos. Chloe me espera –mentí, aún no le decía nada de quedarme con ella.
- ¿Por qué te vas así tan rápido? –preguntó ___. Me alejé un poco de ella.
- Porque puedo decir algo que no debes escuchar, así que me voy –dije y cerré la puerta tras de mí.
Al llegar al camarote de Chloe, toqué levemente y ella me abrió ya tenía la pijama puesta, era un short pequeño color negro, tipo seda. También tenía una blusa linda de color negro con un pequeño moño rosa al frente. Me fascinaba verla así.
- Hola, Espinosa y ____ me corrieron del camarote y… no tengo donde pasar la noche –dije haciendo un puchero.
- Aw, pobrecito, no te preocupes… puedes pasar la noche aquí.
- ¿En serio? –dije como un niño pequeño.
- Claro, pequeño. Ven… vamos a ver dormir un poco, te noto cansado –dijo y tomó mi mano. Gustosamente la seguí.
Adentro me sonrió y me abrazó. Bailamos un poco sin música y ella puso su cabeza en mi hombro.
- Pensé que ya no vendrías –susurró.
- Perderme una noche contigo… no sería posible –musité.
- Me alegra… te extrañaba por las noches…
- Yo también… -dije y le di un beso en el cabello.
Estuvimos así un rato y luego de cenar, entramos al cuarto y esperé a que ella saliera del tocador. Yo estaba sin camisa sobre la cama de ella y estaba observando la ventanilla. Unas estrellas muy hermosas se divisaban a lo lejos.
- Hola –dijo ella. Cuando me giré para verla traía solo un baby doll. Morí. Me quedé totalmente frío al verla, no sabía qué hacer, yo no intenté hacer nada con ella porque pensé que a ella le molestaría, pero si ahora me lo negaba ella sería cruel, pues me traía una prenda terriblemente tentadora.
Subió lentamente a la cama y se puso encima de mi pecho descubierto. Frunció los labios y su mano izquierda acariciaba desde mi muñeca hasta mi hombro. Yo aún seguía observando su cuerpo y no precisamente su cara sino más abajo de su cuello. Cuando notó que la admiraba, se me acercó más a los labios.
- ¿Sorprendido? –preguntó. ¿Bromeaba? Ahora yo estaba en coma, sino es que muerto. Sentía cómo mi corazón palpitaba en mis oídos. Una risita nerviosa se salió de entre mis dientes.
- Un… poco…
- ¿Solo un poco? –dijo ella sentándose sobre mis piernas. Yo asentí y no la dejé de mirar. Ella se quitó el Baby doll y sentí cómo mis ojos dejaban de parpadear- ¿Y ahora?
- No… -mi voz temblaba- no empieces algo que no quieras terminar –le dije con una sonrisa tímida.
- ¿Quién te dijo que no quiero terminar? –preguntó mordiéndose un labio. ¡Dios amo a esta chica!
- ¡Esa es la mejor respuesta que he escuchado en mi vida! –dije y la tumbé de mí colocándola abajo. Comencé a besarla fieramente, luego encontró mi cinturón y lo desabrochó con una facilidad asombrosa, hasta yo tardaba cuando quería ir al baño.
Después de eso ella desabotonó mi pantalón y me lo quité. Le quité la única prenda que la separaba de mi piel y me puse a acariciar sus muslos mientras hacíamos lo nuestro. Ella gemía más que contenta y sus ojos grises relucían más que en el éxtasis, yo estaba con el corazón totalmente acelerado, cuando ella rasguñaba mi espalda… yo podía sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo, desde su inicio hasta la más lejana extremidad. Apreté su cuerpo más al mío y lo pellizqué con cierta fiereza, lo cual hizo que ella diera un grito ahogado y luego mordió mis labios, provocando un gemido no tan ahogado por mi parte. Susurré su nombre cientos de veces y ella decía que me quería entre nuestros besos, al final de esto, ella se recostó a mi lado y luego de darme un beso, se levantó arrancándome la sábana y levantando un dedo para que la siguiera a la tina… gustosamente la seguí y volvimos a empezar…
(Narra Kelly)
Estaba tan furiosa porque el estúpido Matthew había terminado conmigo y por la tonta de Flyn. Yo era más bella, yo lo conocía a la perfección. No puedo creerlo aún, yo le daba todo lo que quería de mi cuerpo y él me dejó por una nena nueva y sin estrenar.
Esto no se quedaría así. Él quería ser “feliz” yo le voy a dar su felicidad. Cuando él se fue, rápidamente fui al camarote de Dean. Sin tocar entré y él estaba tirado en el sillón con una botella de tequila a su lado.
- ¿Qué haces? –dije quitándosela.
- Nada –dijo totalmente sobrio.
- ¡Matthew terminó conmigo! –dije furiosa. Él se levantó y me tomó de las manos.
- No lo necesitas –dijo acercándose para besarme, su contacto me hacía estremecer.
- Yo… es que… -me besó, algo en él hacía que yo no me pudiera separa, ni con todos los hombres que estuve sentía eso que sentía con él- yo sé que no lo necesito…
- No… -dijo él entre nuestro beso.
- Pero no quiero que se salgan con la suya, no quiero quedarme con los brazos cruzados.
- ___ también terminó conmigo –dijo separándose de mí.
- ¿Qué? –dije sorprendida.
- Pero tampoco la dejaré irse así como así… no la dejaré hasta que sea mía…
Esa idea me agradaba, esa chica necesitaba un buen susto y qué mejor que nosotros juntos para poder crear un plan maestro.
- Solo hay que esperar… dejar que esos tortolitos se enamoren cada vez más y luego separarlos de golpe… así sufrirán más –dijo Dean malévolamente.
- Perfecto –dije yo- aunque ahora estaré sola –dije agachando la cabeza.
- ¿Y luego yo donde quedo? –dijo acunando mi barbilla entre sus manos.
- Justo frente a mí –susurré y dejé que pasara esa noche lo que tenía que pasar.