Capítulo 6

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Tras ser consumido por aquella "puerta" pude sentir la sensación más extraña de todas. Seguía consciente, pero luego de quedar ciego de manera momentánea mientras más me acercaba a esa "puerta", debido a la intensa luz que emitía, sentí un poderoso choque de energía, como si fueras impactado directamente por un relámpago en una tormenta eléctrica. Sentí como hasta la más pequeña molécula de mi cuerpo se incineró a una velocidad lumínica, como se destruían en cadena todos los nervios de mi cuerpo, sobrecargándose de energía y reventando sin control para que de manera espontánea, casi todos mis sentidos se anularan.

Seguía consciente, pero no podía tocar nada, no podía moverme, no podía sentir mi respiración, no podía ver nada más allá de un oscuro vacío.

No sentía miedo, ni ira, tampoco podía pensar en nada, era como... Si no existiese, como conocer el limbo. Lo único que podía percibir en el negro vacío en el que me encontraba, eran leves pero desesperantes alaridos que recitaban algo que no lograba entender.

Podía oír distintas voces, de distintos tonos e incluso idiomas irreconocibles, que pedían ayuda o gritaban enardecidos, y a diferencia del ambiente, hicieron nacer en mí una inquietud, que poco a poco se acrecentaba y se transformaba en un horror que quería expresar por medio de un grito, pero no podía gritar, pues era como si no estuviese ahí ni en ningún lado.

¿Pero, por qué podía escuchar aquellas voces? ¿Por qué esta experiencia perduró en mi memoria? Creo que jamás lo sabré...

De hecho aquellos recuerdos se desvanecieron casi sin darme cuenta, y tiempo después volvieron a mí a modo de reminiscencias, al igual que mi compañero mencionó en algún momento tener la sensación de recordar situaciones similares.

Aunque a día de hoy no tengo ni idea de si en realidad viví eso o solo fue producto de mi imaginación.

Luego de unos instantes la oscuridad fue reemplazada por un poderoso destello que apareció en mi visión como el resplandor de un reflector de teatro encendiéndose repentinamente y enfrente de ti.

Y cuando por fin mi visión fue recobrada por completo, puede ver completamente estupefacto, el desolado paisaje de lo que esperaba yo, fuera un hermoso jardín. Un jardín lleno de todo tipo de hermosas plantas y flores, árboles con infinidad de deliciosos frutos, y relajantes riachuelos.

Una recompensa por todo nuestro sufrimiento y esfuerzo... Pero solo obtuve aquella terrible escena...

Nos encontrábamos sobre una tarima circular hecha de aquel extraño material pétreo de color negro y delante de la "puerta", la cual pudimos oír derrumbarse momentos después de llegar al lugar, pero no vimos sus escombros en el suelo, sino hasta después de observar el paisaje...

El suelo estaba cubierto en su mayoría, por una arena blanquecina, similar a la de las costas de la playa Timmendorf (lugar que alguna vez visité con mi familia antes de la guerra, aún creo tener fotos de ese momento) En algunos lados se veían caminos adoquinados que estaban incompletos en su mayoría o habían sido tragados por la arena. Por todos lados emergían de la tierra pilares de roca negra, con una apariencia similar a la de monolitos antiguos. Estos estaban inclinados en su mayoría y amontonados en grupos grandes.

Había muy pocos árboles, y los que se encontraban eran resecos, grises y sin hojas. Era como sentir en el aire, el perfume con el que se rocía la muerte.

El cielo estaba nublado y oscuro, se oían relámpagos, pero no se asomaba la lluvia.

Por el suelo era común encontrar cráneos posiblemente humanos o costillas gigantescas de monstruos desconocidos.

AgarthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora