V: Retomando el ritmo

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Heya, ¿me recuerdan? Yo sé que no, sin embargo, para aquellos pocos que leen este fic, les agradezco por seguir aquí y hoy les traigo un nuevo capítulo, yep, el fic no está muerto. Espero les guste y los dejo con esto

Pese a las visitas de Nick, y las alentadoras noticias de que se recuperaría pronto, Skye no lograba encontrar paz alguna en estar confinada a una cama de hospital; era aburrido, era estresante, pero por encima de todo, le traía malos recuerdos, muy malos recuerdos. Estaba dispuesta a lo que fuera con tal de alejar su mente de aquellas ideas, una vez incluso trató de charlar con el doctor que iba a revisarla, aunque sin mucho éxito. Sólo había pasado poco más de un día desde que terminó en ese lugar, y sin embargo se sentía como una vida entera para ella, quería salir, quería regresar a su taller en medio de la nada, no quería estar ahí.

-¿Estás segura de que no quieres que reparen tu camioneta?- preguntaba Nick, confundido.

-Claro que quiero repararla, pero quiero hacerlo yo- explicó Skye.

-Escucha, no quiero hacerte enojar, pero en tu estado actual no vas a poder hacer mucho, aunque te dieran de alta mañana, no podrías ponerte a trabajar.

-Deja que yo me preocupe por eso- replicó la vulpina.

Nick bajó las orejas y retrocedió levemente, sorprendido por la reacción de Skye.

La zorra suspiró, no tardando en entender lo que hizo -. Lo siento- Se disculpó -. Aprecio mucho lo que haces por mí, en serio, pero puedo cuidarme sola.

-Considerando que vives en medio de la nada, no lo dudo, simplemente creo que es demasiado para que lo hagas tú sola, tu camioneta no salió exactamente ilesa de aquél accidente- dijo rascándose la nuca.

Skye sólo podía imaginar qué tan mal había dejado a su amado vehículo, lo peor de la situación era que no había más culpables que ella, había sido víctima de su propia estupidez.

-¿Te parece si cambiamos de tema? Ya me quedó claro que mi camioneta tendrá suerte si vuelve a funcionar- rió irónica.

-Vale, vale, en todo caso, creo que ya te he hecho demasiadas preguntas, ¿no hay algo que tú quieras saber de mí?- soltó Nick.

-A decir verdad, sí- A Skye no le tomó nada contestar -. La última vez que escuché hablar de Zootopia, supe que eso de que cualquiera puede ser lo que desee es una vil mentira- explicó con algo de recelo -. ¿Cómo es que hay zorros policía?

-De hecho soy el único hasta ahora- respondió Nick, rascándose la nuca.

-¿De verdad?

-Sí… Escucha, no voy a mentirte; no todos pueden ser lo que desean, y si tengo esta placa es porque pasé un infierno para conseguirla. Este lugar es mucho mejor que Preyland, eso te lo aseguro, pero no es perfecto y el odio público hacia los zorros aquí es igual al resto del mundo, sin embargo, Zootopia ha sido el único lugar que me ha dado la oportunidad de ser algo más…- Bajó la mirada, en una mezcla agridulce de emociones, recordando brevemente el cambio por el que pasó su vida al conocer a Judy.

-Vaya- suspiró la vulpina -. No hay muchos lugares de los que puedas decir algo así.

-Lo sé. Por el momento creo en el lema de la ciudad- Sonrió Nick -. Hasta que la suerte decida abandonarme- río sagaz.

Zootopia: Cuando invierno y primavera se juntanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora