A bordo el avión de regreso a Corea y suelto un suspiro de frustración cuando la azafata deja caer a una niña de diez años a mi lado. Quiero
decir, esto es primera clase. ¿Por qué alguien de diez años? Está usando una falda de jean azul, una remera blanca, y bastantes pulseras finas de plata para darme un dolor de cabeza cada vez que ella se mueve. Retirado hacia atrás en su corto cabello color marrón hay una cinta blanca.Cuando la niña se sienta, se acerca a mí para ver por la ventana. Sus ojos son tan grandes como Alaska, y no podría parecer más atemorizada ni aunque alguien le quitara el extremo a una granada y la lanzara en su regazo.
Cuando el avión rueda, luego corre, por la pista, parece poseída, moviendo su cabeza en círculos y hablando en idiomas. Luego de unos minutos, se calma. Pero cuando la leve turbulencia golpea a medio camino a través del vuelo, las lágrimas empiezan a llegar.
Ni siquiera noto que está llorando hasta que me inclino hacia adelante para tomar la bebida que me trae la azafata. Pero una vez que me doy cuenta que las mejillas de la niña están mojadas y su pecho está convulsionando, no me lo puedo sacar de la cabeza. Ahora por lo general, me haría el tonto. Actuaría como si no supiera que la niña a mi lado está teniendo un ataque de nervios. Pero no puedo. Y conozco
malditamente bien la razón. Es Seungkwan.Ese chico se metió en mi cerebro y cavó profundo. Él encontró el último trozo de bondad allí, lo alzó hacia la luz, y dijo:
—¿Ves aquí? ¿Ves esto? ¡Mira cómo brilla! Vamos a hacer que crezca.
Bajando mi bebida y enfrentando a la niña, pregunto:
—¿Asustada?
Al principio, ella parece sorprendida de que le esté hablando. Pero luego traga saliva y asiente.
—¿Te digo algo? Estaba completamente asustado la primera vez que volé.
—¿En serio? —pregunta.
No. Para nada. No puedo recordar tener miedo de algo cuando estaba vivo.
—Completamente —respondo—. Pero, ¿sabes qué? ¿Esas personas que vuelan estos aviones? Son como malditos genios. Estás en buenas manos.
La niña mira hacia la cabina y hace una pequeña sonrisa, pero no está convencida.
Intento pensar en algo para distraer su mente del vuelo. Su vincha capta mi atención.
—¿Por qué estás usando una cinta? ¿Es eso lo que todos los niños están haciendo estos días?
Ríe y se toca la cinta.
—LeBron James usa una. Va a jugar esta noche por lo que tengo que estar… ya sabes…
—Para dar apoyo —termino por ella.
Asiente.
—¿Quieres ver algo estupendo? —Levanto mi pie y le doy vuelta a la lengüeta roja de mi zapatilla.
Sus ojos se agrandan.
—¿Es lo que creo que es?
—Si crees que es el autógrafo de Dwyane Wade, tuviste razón.
—Amigo —dice.
—Amiga —repito.
—Me encantaría nunca descalzarme. —La niña se recuesta en su asiento, visiblemente relajada
Bajo mi pie.
—Yo no.
Pone su boca hacia un costado como si estuviera pensando.
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El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)
FanfictionÉl hace que los chicos buenos... se vuelvan malos. Chwe Hansol es increíblemente genial, y él lo sabe. Su buena apariencia, encanto asesino, y sobresaliente confianza han hecho de él uno de los mejores del infierno; un coleccionista de almas. Su tra...