Casa de la suegra

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Reía nerviosamente, mientras Erick, mi novio intentaba meter su mano por debajo de la falda del vestido azul que había decidido usar para conocer a su madre, la cual ahora se encontraba en la cocina.
-Ven- dijo mientras me tomaba por la cintura y me sentaba sobre él con mis piernas una a cada lado, permitiendo que nuestros cuerpos entrasen en mayor contacto.
-Mmmmgh, espera que... tu mamá puede... venir y vernos- le dije besándolo en el cuello y barbilla, y al mismo tiempo moviendo mis caderas para tratar de conseguir un poco más de contacto íntimo
-No seas así - gimió -además traes vestido y...- decía, mientras su mano que estaba en mis nalgas la sentí acariciando mi húmeda vagina por encima de mis calzones, pues la otra estaba en la parte trasera de mi cuello acercando nuestros rostros - estás tan mojada que podría jurar, que si te penetró ahora... Se deslizaria en tu interior sin ningún problema- dijo, para después morder mi labio inferior y besarme apasionadamente.
Fue entonces cuando todo miedo a ser atrapados por su mamá ... Simplemente me éxito, haciendo que mi temor se transformará en deseo y mi vergüenza en necesidad, así que sin esperar más me puse en pie y bajo la atenta mirada de mi novio me quite los calzones para después, incarme frente a él, bajar la cremallera de su pantalón y dejar a la vista su erección bajo la  barrera de tela de sus boxer rojos, sin titubeos la libere para a continuación llevarla a mi boca, lamerla cual paleta en pleno verano, pero sabía que no teníamos tanto tiempo pues en la cocina se escuchaba el trasteo de mi suegra, así que solo le di unas cuantas lamidas y una leve mordida en la punta para después volver a sentarme sobre el, pero con la diferencia de que ahora estábamos como ambos queríamos, con su erecto pene dentro de mi mojada vagina.
- mmmm se siente tan delicioso-  dije cuando lo senti completamente dentro de mi.
- lo sé nena pero, ahora muévete - y eso hice, mientras él bajaba el escote de mi vestido para liberar mis pechos y comenzaba a masajearlos, chupaba y mordía mis pezones, provocando que mi exitacion aumentará a tal punto que mordí el borde del cuello de su camisa y  comencé a moverme como una maldita posesa, tratando de llegar a una liberación que no tardó en arrasar con nuestros cuerpos y nuestro sentido común. Haciendo que una debilidad se adueñase de nosotros y solo fuésemos concientes cuando vimos a nuestro alrededor y recordamos donde y quién más estaba  no muy lejos de nosotros.
En ese momento le di un beso saboreando su boca y muy a mi pesar me levante, rompiendo nuestra tan preciada unión.
Y muy a tiempo que lo hice pues justo cuando él se estaba ajustando la ropa y yo estaba por levantar mis calzones del suelo, mi suegra entró a la sala.
- chicos, cuanto lo siento, los hice esperar mucho, pero ya está lista la comida- dijo mi suegra en tono amable y algo apenada por la demora, sin embargo, yo aún seguía inclinada con mi ropa interior hecha bola en mi mano derecha, fingiendo ajustar el broche de mi zapato.
- no se preocupe señora, solo si me permite pasar a su baño a lavar mis manos por favor- pedí fingiendo inocencia que demás está decir no tengo.
- si, claro ve y nosotros te esperamos en la mesa- dijo como si nada.
Solo sonreí y me encamine al baño más que nada para limpiar el exceso de leche que mi novio muy cariñosamente depósito en el interior de mi vagina, y también para colocarme mi ropa interior, después de hacerlo salí del baño y me dirigí al comedor donde como había dicho mi suegra me esperaban, sin embargo en cuanto vi a mi novio no pude evitar sentir un ligero cosquilleo de excitación al recordar lo que hicimos hace no más de 10 minutos en la sala de la casa de mi suegra.

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