MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀

Capitulo 7

Póntelas —me ordenó—. Y después te pones las ligas he dejado colgada detrás de la puerta. Debajo solo llevarás las braguitas; y no quiero que de ahora en adelante utilices ropa interior que cubra tu trasero, necesito verlo siempre.

Abri mi boca preparado para responder, pero la mirada que me dirigió Jungkook me hizo callar de golpe.

—Recuerda tu jodido papel, Jimin. Y no me pongas caras. En estos momentos, tú y yo no nos conocemos; no soy tu agente al cargo. Estoy al cargo de ti como amo, eso sí. Así que borra a Jeon Jungkook de la cabeza. Y da la bienvenida a King.

Me quede callado y cogí las bragas de la mano de mi jefe, eran prendas femeninas la que me estaba haciendo poner, aunque me sentía sexy por el solo hecho de ponérmelas. Sali del baño y me plantee frente de el,

Fascinado por lo bien que quedaba Jungkook en su sillón, como si ese fuera su lugar de origen, el trono de un rey, me puse delante de él, retirándome suavemente el flequillo de mis ojos y colocándoselo hacia el lado derecho.

—Bueno… Esto ya está.

Jungkook no dijo nada. Seguía inmóvil, estudiando la imagen de gatito tierno y malisioso deslenguadao

Puse mis manos en la cintura y achique los ojos.

—¿Seeeeeeñorrrrr?

—No alargues las letras, Jimin. No utilices mi nombre a modo de burla o eso será motivo de castigo también.

Asentí aparentando docilidad. Jungkook estaba en modo «Amo Total».

—Hoy vamos a trabajar las bases de mi papel como Amo, y las tuyas como sumiso.

—Sí.

—¿Sí, qué? «Joder».

—Sí, señor.

—Buen chico —me felicitó—. Todo lo que hagas bien será recompensado, Jimin. Orden que desobedezcas, será castigada. Debes entender que el BDSM, al estar relacionado con látigos, ataduras, azotes, juguetes y prácticas agresivas, la gente tiende a asociarlo con depravación, violación a la dignidad humana e, incluso, humillación y maltrato. ¿Tú has pensado alguna vez en eso? Necesito saberlo.

Negué con la cabeza. Siempre había sido bastante abierto.

—No, exactamente. Le tengo respeto, eso sí. Considero que en el BDSM no se obliga a nadie a someterse a otra persona, porque por lo poco que he visto y sé, luego repiten, se corren y ruegan por más. Así que, puede que deseen que los humillen, los azoten y los provoquen de ese modo —se encogió de hombros

—.¿Estoy equivocado, señor?

—Es una muy buena respuesta

—Sí, señor.

—Perfecto. Empezamos —exhaló el aire que no sabía que retenía y, mirándome con aprobación le ordenó—: Ahora, desnúdate para mí.

Requería verme desnudo.

Sintió un poco de vergüenza, pero las palabras de Jungkook habían sido tan honestas y reverentes que no había modo de que se sintiera ni feo ni imperfecto.