Entrevista a un víctima de A.S.I.

Antecedentes.

Recibo a Mariana en mi consultorio, ella es abuela de Sara.  Doña Mariana,  asegura que el tío paterno (Joaquín) ha abusado sexualmente de su nieta; Mariana ha notado grandes cambios conductuales y emocionales en Sara; presenta muchas pesadillas, miedos infundados, una baja muy notable en su rendimiento escolar (habiendo sido una de las mejores siempre), su estado de ánimo varía entre la ira y el llanto sin motivo aparente, otros momentos parece ausente y muy miedosa;  pero lo que más llamó la atención de Mariana es, que el sábado pasado en la tarde se quedó con la niña en la casa de la menor, y, como es su costumbre, empezó a lavar la ropa sucia de la semana para ayudarle a su hija de alguna manera,  al fondo del tacho de ropa sucia de Sara encontró un calzón con manchas de sangre, Mariana se asustó mucho e inmediatamente le preguntó a la niña porque existía esa mancha en su ropa intima, la niña al inicio se negó a hablar y  evadió el tema, por lo que la abuela decidió dejar de insistir; horas después Sara le confesó a Mariana que esa mancha "apareció" ayer y que estuvo jugando con su tío, pero que por favor no le cuente a nadie porque Joaquín se iba a enojar mucho y de seguro su padre y su madre también se enojarían y la dejarían de querer.

Con toda esta información Mariana decide ocultar la verdad a los padres de la niña y buscar ayuda profesional urgentemente.

Terminada la primera entrevista con la abuela de la niña, me dispongo a recibir a Sara en mi consultorio. Soy Adriana Proaño, Licenciada en Psicología, soy experta en trastornos de la niñez y adolescencia y actualmente me formo académicamente en cuanto a la prevención, diagnóstico y tratamiento del abuso sexual infantil.

Inicio de la Entrevista

Sara es un niña de 8 años, 6 meses, delgada, de tez trigueña, grandes ojos verdes y una cabellera larga negra y envuelta en una coleta. Su actitud es recelosa, su sonrisa es escasa, parece algo retraída, se muestra callada, pero expectante a todo lo que ocurre y todos los juguetes que hay en el lugar.

Me levanto de mi silla para recibirla, con una sonrisa, la saludo

Adriana.- Hola!!! Buenas tardes, mi nombre es Adri, y soy una psicóloga ¿como te llamas tú?

Sara.- Hola, yo soy Sara.

Adriana.- Que gusto conocerte Sara, bienvenida!!!, ¿te parece si jugamos un poco?

Sara.- mmm si, claro...

Adriana.- Cuéntame Sara, ¿a que te gusta jugar?

Sara.- no sé!!!  a todo...

Adriana.- Perfecto!!! mira tengo barbies y su casita, títeres, muñecas, plastilina, arena, legos ... ¿con que te gustaría empezar?

Sara.- con las barbies!!! (sonríe)

Adriana.- Qué chevere!!! a mi también me encanta jugar con la barbies. Vamos a la casita y empecemos a jugar...

Una vez ubicadas en la casa de barbies, le pido a la niña que organice el juego, es decir, con que barbie desea jugar, con cual voy a jugar yo, como se llaman las barbies, que tipo de relación tienen entre ellas y demás detalles.

Trascurrido uno minutos, Sara incluye en el juego a un muñeco Ken que dice que se llama "José" y lo acuesta en la cama de Rosa, la barbie con la que juega ella.

Cuerpo de la Entrevista

Adriana.- ¿José y Rosa son esposos y por eso duermen juntos? 

Sara.- No!!! Rosa es una niña y no puede estar casada.

Adriana.- ¿y entonces quién es José y porque se acuesta en la cama de Rosa?

Sara.- el es el tío de Rosa, José juega con ella cuando va a su casa porque sus papás no están.

El juego sigue, de repente, Sara le saca la ropa a "José" y lo mismo hace con "Rosa", los mete en la cama de tal manera que "José" esta encima de "Rosa" y hace movimientos sexuales con los muñecos.

Adriana.- Sara, ¿me puedes explicar que es lo que están haciendo Rosa y José?

Sara.- es que así es el juego siempre...

Adriana.- ¿el juego de ellos es sacarse la ropa y acostarse en la cama?

Sara.- y taparse con las cobijas para que nadie los vea nunca.

Adriana.- es decir que, ¿ siempre juegan a ese juego cuando no hay nadie más en la casa?

Sara.- Si !!! por eso te fuiste a trabajar y no estas aquí. (se refiere a que mi babie se fue a trabajar y no está en la casa)

Adriana.- oye!!! y a Rosa ¿le gusta ese juego?

Sara.- no!!!! no me gusta...

Adriana.- ¿y por qué no le gusta?

Apunto de romper en llanto

Sara.- porque duele mucho y no es divertido

Adriana.- entonces hay que buscar una buena manera para ayudar a Rosa y que nunca más juegue así con José.

Sara.- ya le dije que me duele, pero no oye... (se queda en silencio por un largo momento) además nadie le puede ayudar...

Adriana.- Rosa tiene una familia, su papi, su mami, su abuelita,  que la quiere mucho y seguro que la van a poder ayudar.

Sara.- no!!! es que Rosa no se lo debe contar a nadie porque la van a dejar de querer.

Adriana.- yo creo que Rosa debe saber que no hay nada en el mundo que ella pueda hacer, para  que su mami, su papi y su abuelita la dejen de querer, además ¿que tal si la ayudamos nostras?

Sara.- ¿podemos ayudarla?

Adriana.- ¡claro que sí!, ¿te acuerdas que al inicio te dije que soy una psicóloga?

Sara.- ¡si!, ¿y que es eso?

Adriana.- soy una persona que ayuda a los niños para que se sientan mejor y para que nadie los lastime.

Sara se queda muy pensativa y en silencio por varios minutos.

Adriana.- Sara, ¿me puedes contar si es que hay alguna persona que juegue de esta manera contigo? Si me lo quieres contar, puedes hacerlo, juntas podemos hacer que no vuelva a suceder.

Sara.- (después de un largo silencio) ¿¿me prometes que me vas a ayudar??

Adriana.- ¡te lo prometo!, yo te puedo a ayudar.

Sara.- es mi tío Joaquín, pero el me dijo que no le cuente a nadie porque todos me van a decir que soy mentirosa y me van a dejar de querer.

Adriana.- Sara, te agradezco mucho que seas tan valiente y que me hayas contado lo que sucede con tu tío, yo te creo mi niña linda y sé que estas diciendo la verdad; ahora créeme tu a mi, nadie te va a dejar de amar por decir la verdad y por ser valiente, tu papi, tu mami y tu abuelita, tus primos, tus amigos, tus profesores te van a seguir queriendo ¡¡¡como siempre!!! y yo te voy a ayudar para que tu tío no juegue nunca más de esta manera contigo. 

El juego se termina, antes de que Sara salga del lugar, le doy un dulce y le propongo que abrace un oso de peluche o si prefiere me abrace a mi.

La niña me abraza y se va.