Han pasado 10 años, Jack Frost no se rendía aún tenía la esperanza de que alguien lo pueda ver y escuchar, mientras lo intentaba no podía evitar divertirse en el transcurso, se sentía muy bien consigo mismo al momento de realizar travesura, días nevados y ver como los adultos se frustraban mientras los niños se alegraban de poder jugar aunque sea por unos cortas horas en la nieve, era divertido observar y provocar guerra de bolas de nieve con los niños ellos se sentían felices al competir con la fría nieve. Pero todo en algún momento tiene que acabar como siempre un niño o adulto lo traspasaba sin ninguna dificultad y eso provocaba que la tristeza volviera a apoderarse de él, ese sentimiento que aplastaba levemente su corazón causando un leve dolor, se sentía completamente solo en esos instantes.
-por favor a pasado 10 años te lo ruego dime algo o dame una señal-suplicaba el peliblanco posado en una colina, teniendo su mirada azulada fija en la brillante luna, nada, solo esa respuesta recibía durante estos 10 abrumadores años, el solo bajo la mirada- he escuchado sobre un reino en Noruega llamado Arendelle, su reina tiene poderes no he logrado escuchar de que tratan, pero tengo el presentimiento de que es algo bueno, yo creo que iré a descubrirlo por mí mismo- una sonrisa se formó en su rostro, la determinación en esos momentos se apodero de él, estaba decidido así que se levantó, alzándose en los aires y emprendió vuelo en dirección al otro continente, en busca de saciar su curiosidad.
Ahora el cielo está despejado dejando ver el hermoso tono celeste del cielo y en este se observaban pájaros volando y cantando, la brisa fresca chocando en los rostros de muchas personas que deambulaban en las calles de Arendelle. Un día perfecto para salir a la playa y sentir la refrescante agua salada del mar en sus cuerpos o ir de picnic en una parte no muy lejana del bosque, sin embargo no todos podían ir al mar o al bosque a divertirse. Esa excepción es la ex reina de Arendell, quien estaba en sus aposentos revisando cartas de sus aliados comerciantes, con cada carta la leía con gran detención, no podía darse el lujo de perder un detalle importante.
Elsa una mujer muy hermosa tanto en su interior como en el exterior. Sus grandes ojos azules claro casi celeste entrecerrados en sus pestañas largas y oscuras por la lectura, al igual que sus cejas bien definidas levemente bajadas, la nariz pequeña y respingada, los labios pequeños pero gruesos , su piel blanca resplandecía al igual que su cabello platinado, gracias a los rayos de sol provenientes de la ventada. Su lectura fue interrumpida debido a ligeros toques en la puerta.
-¿Quién es? –pregunto sin apartar la vista de una de las cartas
- soy yo Elsa –se escuchó una voz femenina ya muy conocida por la ex reina la cual sonrió al oírla
- adelante, Anna- aun con la sonrisa en su rostro, dejo a un lado las cartas y dirigió la mirada a su hermana, quien ya había abierto la puerta y entrado- ¿sucede algo?
- sip, algo muy grave y trágico- la cara de seriedad y el tono de Anna al mencionar esas palabras hizo que Elsa se preocupara
-¿paso algo contigo o el reino?- la desesperación en Elsa era notable
-no, es contigo –el semblante serio de Anna no cambiaba, provocando que la preocupación de Elsa se esfumara y cambiara por una de confusión
-¿conmigo?
-sí, contigo Elsa debes de salir, estas toda la mañana con esas cartas. Las has leído como veinte veces – Anna cruzo los brazos e hizo una cara de enojo claramente actuada
-Anna no me debes de preocupar de ese modo- ahora la que estaba con el semblante serio era Elsa- sabes que tengo que ver hasta el más mínimo detalle el reino no debe de sufrir una traición o una próxima guerra.
-sí, lo sé, pero estas exagerando. Kristoff y yo iremos a pasear debes de acompañarnos- propuso Anna con una sonrisa de esperanza en su rostro
- tal vez un poco- bueno en realidad mucho (pensó)- y no Anna es un momento tuyo con Kristoff
- entonces sal a explorar o pasearte por el reino -le recomendó mientras se acercaba a Elsa
-lo pensare
- nada de eso lo harás –dicho esto cogió con cuidado las cartas y las guardo en el cajón de la mesa café ubicado al lado izquierdo de la cama
- tu ganas iré –se rindió, su hermanita es muy insistente nunca la dejaría en paz hasta que haya aceptado, además si necesitaba salir
-maravilloso- Anna salto de alegría por haber logrado que su hermana saliera- ya me retiro, espero que te diviertas-se despidió con una sonrisa y una suave sacudida de mano, se retiró saltando y tarareando una melodía. Elsa al ver esto suelta una pequeña risita, típico de su hermanita.
- bueno iré a pasear cerca del bosque- se dijo a si misma parándose y dirigiendo a la salida del castillo, donde los pasillos de este estaban cálidos debido al calor proveniente del exterior, una vez fuera dirigió su caminata al bosque. Pudo observar el verde pasto con flores y arbustos en él, los enormes árboles frondosos, ella suspiro, definitivamente un paisaje muy tranquilo sin ninguna obligación y sobre todo sin ningún ruido salvo el cantar de las aves. Se detuvo al encontrar un espacio despejado de árboles y lleno de pasto y flores con una que otra roca- perfecto – sin más empezó a crear pequeños copos de nieve y dejar que caigan, luego alzo los brazos y a mover las manos creando diferentes clases de copos de nieve, pero un ruido la hiso detenerse el ruido de pasos dirigiéndose hacia ella. Con el semblante confundido, dirigió su mirada al frente de ella y lo que vio provoco que retrocediera con la expresión ahora sorprendida, al ver a ese muchacho frente a ella.
- ¿Qué?-pregunto el muchacho al ver que ella retrocede- ¿puedes verme? –ahora él estaba igual que ella sorprendido
-¿Quién eres?- le pregunto ella a él con la mirada amenazante, el brazo extendido y la mano abierta en dirección a él. Lista para atacar si era necesario
- me puedes ver!-exclamo feliz es la primera vez en 10 años que alguien lo puede y escuchar, de la felicidad dio un salto volando un poco alto y descendió poco a poco sin parar de sonreír de oreja a oreja, pero esa sonrisa se borró al ver a la señorita muy sorprendida sus ojos casi salidos de orbita, las pestañas alzadas y su boca entreabierta
- t-tu v-vo-volaste –tartamudeo, cerró los ojos y volvió a abrirlos dirigiéndole una mirada amenazante- ¿Quién eres?
-lo siento- que torpe debía de presentarse es la primera vez que lo hacia así que no debía de arruinarlo con la primera persona que lo vio- mi nombre es Jack Frost
CONTINUARA
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Sin Importar Los Años (Jelsa)
FanfictionJack después de ser convertido en inmortal pasa sus años en soledad hasta que conoce a alguien, que lo hará entender que no esta solo en este mundo. -siempre te amare sin importar los años que pasen, eres y seras la única para mi. . . . . IMPORTANTE...