El Gran Día Octavo acto: A fuego lento

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Sujeto: Fieryna Sphiret

Edad: 63 años

Año: 1757

Hora local: 22:13:48

Día: Lunes

Clima: Cielos despejados.

Ubicación: Stone Know. Nivel Superior. Ciudad de Stone Know.

Sabía que era cuestión de tiempo antes de que viera la ciudad de Stone Know en ruinas, al menos eso era lo que pensaba, y más aún, fue producto de los propios Guardianes, lo cual da miedo si lo piensan bien.

Algo como esto tuvo que ser planificado durante décadas, la simple mención de Guardianes y Purificadores colaborando entre sí era considerada un chiste de mal gusto, ya no sé qué creer, digo, después de ver a los Purificadores y algunos Guardianes atacar indiscriminadamente a los habitantes de Stone Know me hace pensar que tal vez no somos tan diferentes, y eso que de hecho no lo somos, al final los Purificadores no son más que Guardianes con una ideología diferente... y peligrosa.

Y para rematar las cosas, heme aquí, una Purificadora apagando los incendios de la ciudad de los Guardianes y redireccionando el fuego hacia una nave Purificadora que está a nada de caer, nada de esto tiene sentido, y creo que no soy la única que piensa igual.

- ¡Señorita Sphiret! ¡¿Cómo le va allí arriba?! – El gusano de abajo despeja la entrada del edificio de los escombros para que los civiles puedan salir de forma segura, bueno, al menos es útil para algo.

Por mi parte me he visto obligada a subir a la terraza de la estructura para tener una mejor vista del panorama y por ende de mi objetivo, la nave de bombardeo, además está el hecho de que aquí la Energía Flamígera se congrega mejor, una vez que el orbe de fuego alcanza un volumen decente después de haber absorbido casi todo el fuego de la ciudad y combinándolo con mi propio toque de Energía lo arrojo al blanco flotante que se aleja de la ciudad... impacto directo.

La nave de bombardeo cae al suelo desintegrándose en el proceso, pude ver a lo lejos varias capsulas de escape saliendo de ella segundos antes de la explosión, bueno, al menos ya no dará problemas a los pilotos en el cielo, espere a que estuviera fuera de la ciudad y la ataque justo antes de que llegara al bosque de Zalnarys, un incendio forestal es lo último que necesito.

Salto de la terraza y poso mi mano en la pared del edificio para luego la calentarla lo suficiente como para derretir el metal de la estructura, de esta forma me deslizo hacia abajo ahorrándome el tiempo que desperdiciaría en el ascensor.

Una vez abajo me reúno con él.

- Ese fue el último. – Le digo sin prestarle mayor importancia.

- Increíble... ¿Se encuentra bien? ¿No está cansada?

- Estoy bien, y no, no estoy cansada, tendría que liberar una cantidad de Energía mucho mayor si quisiera sudar un poco.

Veo a varios Guardianes atendiendo a sus heridos, otros llorando a sus muertos, si lo que dijo el Aspirante es cierto la situación es peor de lo que pensaba.

Primero la tía Digith, y ahora el Gran Maestre Kharra'Hel, estoy considerando seriamente en tomar la oferta que me ofrece este carmeliano, debo estar desesperada, pero si hay que hacerlo...

- Bueno, supongo que es hora de irnos. – Le digo al tipo de al lado.

- ¿Eh? ¿Ahora?

- ¿Tú me lo propusiste y ahora dudas?

- No puedo irme, no todavía, no sin Eitan.

- Ah, ya veo, el grindavaeloniano ¿Correcto?

- Si, el mismo.

El Lamento de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora