Padre (Sengoku y Rosinante)

Prólogo

POV. Omnisciente

Una noche obscura, fría y lluviosa se hacía presente en la ciudad de Spider Miles. Un niño de aparentemente 7 años de edad, corría por el frío a refugiarse. Sin embargo, la lluvia lo alcanzó en su mayoría, dejandolo empapado, él parecía estar solo.

Rosinante, ese es el nombre de aquel pequeño niño, y su apellido Donquixote, descendiente de padres con gran poder político, nobles. El pequeño era de cabellos rubios cedosos, aunque mojados; su piel blanca y suave como porcelana; sus grandes pero brillantes ojos de color miel con un toque de naranjo; una voz dulce e inocente aun que frágil y amable, ese era el pequeño Rosi. Por ahora vestía con unos pantalones cortos algo gruesos, pero desgastados; medias viejas y sucias, una camisa blanca sucia acompañando un saco de lana café y zapatos viejos.

Por como llovía, parecía que no pararía en un buen rato... optó por meterse en un callejón para poder comer lo que tenía oculto en sus ropas, lo cual era un pan, que se ganó mientras trabajaba barriendo las veredas. 

El pequeño infante había pensado alguna vez en escapar de su casa por todo el sufrimiento que tenía que vivir a diario brindado por sus padres; sin embargo, no había logrado decidirlo debido a la sorpresiva muerte de sus padre y el abandono de su hermano mayor (por dos años), quedándose totalmente solo; si bien no amaba su hogar, no todo fue malo de soportar al tener a la persona que siempre necesitó, su único amigo y refugio fue su hermano mayor, Donquixote Doflamingo, quien al descubrir todo el tormento por el que pasaba su pequeño hermano debido a sus padres  tomó la drástica decisión de asesinarlos y culpar de ello a las grandes familias con las que estaban en malos términos, alegando que fueron guiados por la envidia que guardaban hacia los Donquixote al tener los mejores beneficios económicos debido a su empresa multimillonaria Mary Geoise. Pero para sorpresa y desgracia de Rosinante, Doflamingo se fue de su lado con un extraño grupo, sin decir una palabra o explicar el porqué y no lo a visto desde entonces. Ha estado solo por casi 2 años y no parecía que la vida mejore para él.

     - Tengo demasiada hambre... -habló para sí mismo a la vez que comía su único pan- Sniff... Onii-chan ¿Por qué no regresas?... T-te extraño -dijo sollozante-

La vida no siempre es feliz para aquellos con dinero o herencia. Rosinante odiaba su vida al vivir con sus padres, era una vida superficial, llena tanto de egoísmo como de crueldad y desacuerdos,  lo toleraba porque mantenía la esperanza en que sus padres cambiarían, vaya inocente no? Pero como sabemos, todo tomó un mal giro.

Mientras tanto, la lluvia ha parado un poco y el pequeño niño, aún en el callejón, sollozaba al recordar a su hermano y su vida, sus llantos eran lastimeros y de ser escuchado alguna vez, haría sentir todo su pesar. Pero...

Tal vez, en algún momento, las cosas puedan cambiar.

POV. Sengoku

Se me ha hecho llegar demasiadas llamadas del gobernador, últimamente pidiéndome eliminar a toda persona de bajos recursos que ronde por aquí, ya que en su ideal de un gran país, las personas que no tiene hogar solo afectan y ensucian la imagen del paisaje. 

No es algo que vaya con mi moral en lo absoluto, pero mi deber es cumplir toda demanda otorgada por mis superiores y luego de cumplirlo, regresar a la gran cede Marine Ford a esperar la siguiente petición de líderes mundiales que en su mayoría solo pueden ser estupideces egoístas y mundanas... será mejor que acabemos de una buena vez.

     - ¡Soldados en marcha! Comiencen desde el norte y luego avancen al sur, yo me encargaré de la zona oeste. Nos reuniremos en la zona este, la cual ha sido "limpiada", espero no ver un solo reporte o queja... ¡Ahora largo! -gritó dando las ultimas órdenes para luego dirigirse a su correspondiente objetivo-