A pesar de vivir a las afueras de Madrid siempre tenían la suerte de poder irse a Tenerife para poder disfrutar de sus playas y allí se encontraban, tumbados en una toalla sobre la arena negra de Tenerife.
Los dos observaban como una cabecilla rubia y otra morena jugaban en la orilla con sus juguetitos.
-Eli ven que te eche crema-dijo Raoul, la niña se giró y miró a su papi con el ceño fruncido pero se acercó.
-Pero ya me he echado-dijo con los mofletes inflados.
-Ya cariño pero fue cuando llegamos.
-Pero a Neithan no le vas a echar más-dijo señalando a su hermano.
-Claro que sí, pero tu primero que te quemas antes además, papá tendrá que correr detrás de él-en ese momento Ago que observaba entretenido se quito las gafas de Sol.
-¿Y por qué yo?- preguntó.
-Porque a mí me tocó antes - dijo mientras esparcia crema por la espalda de la niña que miraba entretenida a sus padres.
-Vale- dijo alargando la a como un niño pequeño y salió andando de camino a la orilla.
Raoul cogió al vuelo el brazo de la pequeña antes de que se le escapara.
-Primero merendamos y después vamos al agua,¿vale?
-La niña asintió no muy convencida y levantó la vista para ver como su papá corría detrás del pequeño niño de dos años, era entrenido de ver.
Agoney con el niño colgado como si fuera un saco de patatas se acercó y lo soltó encima de la toalla.
-Ala, quietecito que con las piernas tan pequeñas que tienes bien que corres.
Raoul le echó crema mientras Agoney sacaba los bocadillos y el zumo preguntando a los niños que querían.
Cuando terminaron de comer le pusieron los manguitos al pequeño, el flotador a la mayor y fueron al
agua.
El pequeño todavía era un poco reticente a meterse, le daba un poco de miedo pero entre los brazos de su papi no habia miedo, estuvieron un rato jugando en el agua y cuando salieron hicieron un bonito castillo de arena.
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-¡Qué no me tieres arena! -chilló Elizabeth al pequeño, tirándole un puñado de arena que le dio en el pecho.
-No me tires tú- dijo a su manera, mientras le daba con la arena en la cabeza, con la mala suerte de que un poco le cayó en el ojo.
-Tonto- la niña con un puchero se acerco a sus papas señalando el ojo.
-¿Qué pasó cariño? - pregunto Agoney
-Neit me ha tirado arena en el ojo.
Raoul se levantó a mirar como tenía el ojo la pequeña.
-Ven cariño que te echo agua-dijo
-Neithan ven aquí, ¿Por qué le echas arena a la hermana?
-Ha sido sin querer-dijo el pequeño con un puchero empezando a llorar - ¿Me perdonas Eli? - dijo con cara de cachorrito.
-Vale, pero ya no jugamos más a lanzar arena.
-Vale-dijo sonriendo y abrazando fuerte a su hermana.
A los padres les invadió una ternura mientras miraban a los niños abrazados.
Supieron que lo estaban haciendo bien.
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-Vamos a jugar a las palas porfa Ago.
-Vale- accedió ante la insistencia de su chico.
Después de 5 minutos jugando Neithan se acercó curioso.
-¿Puedo jugar?- preguntó al rubio.
-Vale, así me voy con Eli al agua- dijo dándole la pala al niño.
-Mira tienes que coger la raqueta así.
El niño intentaba coger la raqueta con una mano pero como se le caía por el peso decidió poner la otra mano frustrado.
-No te enfuruñes cuando seas más mayor podrás cogerla con una mano- se alejó del niño un poco después de acariciarle el moflete gordito.
-Te voy a tirar la pelota y le tienes que dar para que llegue a mi, ¿vale?
-Vale- el niño ilusionado intentó dar a la pelota que su papi le tiraba pero no le dió ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Ya con un puchero en la boca se acercó a su papi que lo cogió en brazos y el niño se oculto en su cuello llorando.
-Cariño no pasa nada otro día probamos otra vez, ¿vale?, mientras más pruebes mejor te sale.
-Vale-dijo Neit poco convencido.
Al ver al niño triste decidío alegrarlo mirando a dos de sus amores en el agua.
-¿Vamos a asustar al pápa y a la hermana?
-Siiiii-dijo con cara de pillín.
Con el niño en brazos se aproximó a los dos que estaban de espaldas y cuando ya estaban cerca le susurro al oído un ya, al escuchar eso el niño pego un chillido haciendo que los dos bostasen mirando hacia atrás asustados. El niño se reía a carcajadas mirando sus caras.
-Serás - dijo Agoney mientras cogía a Neit de los brazos de su marido y le hacía una pedorreta para hacerle cosquillas.
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Y así entre juegos, risas y mimos llegó el atardecer.
Ya cuando el Sol se estaba yendo, los dos hombres se quedaron mirando las figuras de sus niños con el atardecer de fondo, pensado en lo afortunados que son al formar una familia así con la persona a la que quieren.
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Hola!, no es la primera cosilla que escribo pero sí la primera que publico, pero me parecía una cucada y me apetecía compartirla.
No se si seguiré publicando más cosillas porque a mi la inspiración me va y me viene, aunque si adelanto que suelo escribir cositas muy moñas y otras que no tanto.
Podéis decirme vuestra opinión, me encantaría.
Y por si queréis saber más cosillas de si voy a escribir más o de lo que queráis me llamo igual en Twitter, al principio soy un poco cortada, pero soy maja.
Gracias por leer. ✨💛💛
Pd: si hay faltas de ortografía o de puntuación decídmelo para corregirlo.
