3.

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Narra Natalia.

-A ver Nat, tienes que admitir que esto es un poco raro, me dices que no te recoja de la estación porque te dejan directamente en casa, pues lo más normal que yo piense es que te traen en COCHE, no en una AMBULANCIA, me entiendes, ¿no?- dijo Marta aún algo impactada.
-Claro que te entiendo, pero ya ves que estoy bien, no me ha pasado nada, hazme el favor de reflejarte y deja el tema, vamos a disfrutar un rato con estas, que mañana tengo otra firma, al menos que esto me sirva para desconectar porfiii- respondí haciendo pucheros y alargando la última sílaba.
-Está bien, pero que sepas que me tienes que contar todo lo que ha pasado hoy en la firma, ¿entendido?
-Que si pesada, vamos que si no vamos a llegar tarde-dije poniendo fin a la conversación.

Cuando llegamos al bar, que estaba dos calles más amante, ya estaban allí María, Pablo(su novio) y Joan, que había venido con su novia Esther.
-Ya era hora petardas-dijo María, exagerando enormemente.
-Es cosa de Marta, que tarda demasiado- nos defendí haciendo referencia a lo que habíamos estado hablando hacía apenas cinco minutos.
-Pues ha pasado hace un rato una ambulancia por aquí, cosa rara, porque aquí no suele pasar nunca nada- dijo Joan, que acababa de llegar con bebidas para todas.
-La que te traía puede ser, ¿no?-me preguntó Marta en un susurro bastante alto.
- ¿Que has dicho?-preguntó María curiosa
-Nada-contesté apresuradamente-la cerveza, que le hace desvariar-dije mirando con cara de asesina a Marta
-Bueno, y cambiando de tema-habló por primera vez Pablo- tú mañana también tienes firma ¿o no?-me dijo
-Pues si-contesté recordando la de hoy
Pasamos un buen rato todos hablando en aquel acogedor bar, pero llegó un momento en el que yo debía volver a casa, mañana madrugaba. En ese momento recordé la conversación del bar acerca de la ambulancia y decidí preguntarle a Alba, la chica de la firma, que tal estaba. La verdad es que no me había contado mucho sobre ella, aparte de lo de su ex, el cual estaba denunciando, su madre, que había fallecido hacía ya un par de años y que compartíamos distintas aflicciones. En el trayecto estuvimos hablando de distintos temas sin importancia, y me había parecido una chica encantadora. Cogí mi teléfono, abrí instagram y busqué su perfil. En cuanto lo tuve, le mandé un mensaje bastante simple, pero suficiente para poder empezar una conversación.

Conversación:
Natalia:  hola

Puse el teléfono en la mesita, porque ya eran las una menos cuarto de la mañana y suponía que ya estaría durmiendo. Me aseé, me cambié de ropa y me metí en la cama.
A la mañana siguiente me desperté algo tarde, tuve el tiempo justo para desayunar, vestirme y salir corriendo hacia el coche que me esperaba abajo.

El viaje estaba siendo algo aburrido, así que decidí coger un rato el teléfono. Estaba viendo Twitter, cuando me saltó una notificación de instagram. Me acababas de contestar al mensaje de ayer

Conversación:
Alba: hola
Alba:pensaba que no ibas a hablarme
Natalia:ya ves, siempre cumplo mis promesas
Alba: ya veo
Alba: qué tal?
Natalia: bien, voy de camino a la firma de Gijón, y tu?
Alba: bien, acabo de terminar las curas y estoy esperando al doctor, mucho más aburrido que tus planes para hoy

La verdad es que estaba muy intrigada por saber el por qué de su estancia en el hospital, pero acababa de llegar y no podía seguir hablando

Natalia: ya me contarás luego, acabo de llegar, cuando tenga un rato te hablo
Alba: guay, disfruta
Natalia: gracias, adiós
Alba: adiós

Tenía que ir a comer y justo después a prepararme para la firma. Me encantaba esto. Era una de las pocas veces en las que podía ver realmente el cariño de la gente, y corresponderlo de alguna manera. La gente que se tiraba horas esperando por una firma y una foto, que traían incluso regalos por algo como podía ser mi música... Eso es lo que realmente me gusta de mi profesión. En ese momento me acordé De Alba, ¿qué estaría haciendo ahora? Bueno, ya hablaría con ella más tarde, ahora tocaba disfrutar de la firma.

¿La verdad? La firma ha sido genial, hemos tenido que quedarnos un par de horas más, y esta vez se han preocupado para que no pasara lo de ayer. Ha sido un día totalmente agotador a la vez que genial, lo he pasado en grande, aunque en el viaje de vuelta he estado dando cabezadas. Estoy deseando llegar a casa, darme un buen baño para relajarme y tirarme en el sillón para ver alguna serie con Marta y estar tranquila. En ese momento me acuerdo de que le prometí a Alba que le hablaría cuando tuviera tiempo, pero ahora mismo me estoy quedando medio dormida, así que mejor esperar a llegar a casa y ya allí tranquilamente hablar con ella.

Cuando llego, no hay nadie en casa. Bueno, puede que Marta haya salido un rato, ya llegará. Me dirijo a mi cuarto, me quito lo zapatos, cojo ropa limpia y pongo rumbo al baño. Cuando salgo y voy para el salón ya está mi querida compañera de piso y para mi sorpresa, no está sola. La Mari está aquí, cosa que no es rara, dado que se pasa el noventa por ciento de los días aquí.
-Buenas señora-saluda Marta
-Hola-contestó tranquilamente
-Tenemos pendiente una conversación y me da igual que esté aquí la Mari, ya sabes que lo que hablemos aquí, aunque no esté, lo va a acabar sabiendo- dijo Marta con simpleza y llena de curiosidad ante lo que habíamos hablado ayer.
-¿De que estáis hablando? Estoy muy confundida ahora mismo- se quejó María
-Ésta buena mujer de aquí-me señaló Marta tratando de explicar lo que pasaba- después de su firma de ayer, me dijo que no la recogiera en la estación, que la traían a casa, y yo pensé que venía en coche, pero no, vino en ambulancia.
-Ostia, pues ya puedes empezar a largar eeh-sentenció María
-Venga sentaros que os cuento-dije sabiendo que no quedaba otra- esto va a ser entretenido...

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Bueno, otro más
Si hay algo que no os guste o tenéis alguna propuesta, decidlo sin problema🧡

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