Final Alternativo

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Nota: Sólo para valientes.Recuerden que el final original está en la página que ha estado publicando la historia.

Narra Darien

No podía despegar la vista de ella. De su cuerpo inmóvil allí sobre la cama. Débil. Acaricié su rostro con las yemas de mis dedos dando un suspiro. Darien se había ido. Estaba sólo con ella ahora.

Ví sus párpados moverse de un lado a otro antes de verla abrir sus ojos. Sus pupilas estaban muy dilatadas. Tanto que parecía que no tenía iris. Ella miró por un largo momento el techo de la habitación antes de que volteara a verme. Pestañeó débilmente y suspiró, inhalando una gran bocanada de aire.

—¿Di... Diaman...te ? —murmuró, apenas audible. Continué acariciando su rostro.

—Pequeña, soy yo. Venimos a sacarte de aquí.

—¿D-dónde están... ellos? ¿D-dónde e-están? —preguntó, mientras intentaba observar cada lugar que tenía en frente sin éxito.

—Están muertos, Rei.

Unos golpes en la puerta me sacaron de aquel sentimiento de alivio. Allí estaba Haruka, mirándonos fijamente.

—La ambulancia viene en camino para llevarla a un hospital...
.

.

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Estaba sentado en la sala de espera junto a los demás. No dejaba de golpear el suelo con la suela de mi zapato por los nervios. Estábamos allí hace una hora más o menos. Ya había amanecido por completo y mis padres acababan de llegar, intentando calmarme. Los presenté con los chicos esperando a que se lo tomaran bien. Estrecharon manos y se sonrieron. Suspiré.

Los minutos seguían avanzando en el reloj de la sala y nadie nos decía nada acerca de Rei. Cuando salía una enfermera o el doctor, les preguntaba por ella y sólo me negaban con la cabeza, diciendo que no dirían nada.

El Dr. Mizuno apareció por el pasillo con su expresión seria y sosteniendo papeles. Me levanté y, cuando corrí hacia él, sólo me detuvo con la mano y señaló a los que me acompañaban. Fue con ellos obligándome a seguirlo.

—Bueno. ¿Son sus padres? —les preguntó a mis padres.

Ellos negaron con la cabeza.

—No tiene. Nosotros la cuidamos —murmuró mamá.

—Bueno. Como sabrán los chicos, ella está muy débil y agotada. Abusaron de ella sexualmente en varias ocasiones en un periodo muy corto de tiempo. También la drogaron hasta que su cuerpo no pudo resistir la cantidad de drogas. Tiene una conmoción cerebral y varias costillas rotas a causa de varios golpes que le dieron. Tiene algunos cortes que, por suerte, no son peligrosos, pero tiene una muñeca gravemente rota. Además, sus pulmones comenzaron a fallar hace poco y su corazón aproximadamente luego de su última dosis de droga —miró a todos antes de mirarme fijamente a mí—. Lo siento, chico. Su cuerpo no sería capaz de aguantar un tratamiento, sobre todo el tratamiento que necesita. Se está yendo de esta vida de apoco, es una chica fuerte y valiente —señaló y suspiró—. No le queda mucho. Unos minutos antes de que se vaya. Será mejor que entren a despedirse. Lo siento mucho —dicho esto, se alejó hacia otra sala.

Mi respiración no salía y mi corazón saltaba rápidamente en su lugar. Las lágrimas se juntaron en mis ojos antes de caer por mis mejillas. Nadie habló por unos segundos antes de que el sollozo de mi madre saliera al aire. La miré; estaba abrazada a mi padre, llorando desconsoladamente. Los chicos tenían la mirada perdída, idos de este mundo. Me lamí los labios antes de ir corriendo hacia el lugar donde tenían a Rei. Abrí rápidamente la puerta y entré, viendo su cuerpo tendido sobre la cama, inmóvil, despierta apenas. Ella me miró y me sonrió lo mejor que pudo. Se la devolví y sequé mis lágrimas.

Sálvame (Adaptación Rei/Diamante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora