Un frio día de otoño se expandía por la ciudad, así que decidí salir mas abrigado que lo común. Prevenir antes que curar como decía mi abuelita. Una bufanda y una chaqueta más abrigada servirían. Las hojas danzando con el viento fueron mis dulces acompañantes en el recorrido a estudiar. Caminaba despacio, sin apuro y con mucha energía, aunque esto no se notara.
Cuando llegué lo primero que vi fue el campus, que a pesar del frio y las oscuras nubes que asechaban en largar sus aguas, estaba lleno de adolescentes jugando, riendo y hablando. Pero como yo soy Kim Namjoon pase de todos ellos. Acomode mis cosas al llegar a mi pupitre y espere a que llegaran el profesor. La mayoría pensara que soy el típico chico antisocial, y no, no lo soy. Solo elijó bien a mis amistades y personas cercanas, es una pena que me lleguen a decepcionar al nunca estar cuando llego.
La lluvia de a poco se instaló durante el avance del día, aunque por ratos un luminoso sol aparecía tras la oscuridad.
- ¿Nam, saldrás con nosotros? - Me hablo Yoongi, un chico promedio de la sociedad.
- ¿A dónde...? - Deje la pregunta inconclusa ya que en mis pensamientos a esa hora en especifico se iban a su lugar favorito, mi corazón. Y es que ¿Quién no podría pensar en lo mejor del mundo al ver a ese hermoso chico?
Jimin era menor por un grado, pero definitivamente su apariencia te dejaría con ganas de amarrarlo entre mantas, darle mucha comida y apretujarle los cachetes. Si, definitivamente ese niño sacaba de mi orbita mis emociones y las llevaba al limite del universo con la mínima acción que efectuaba.
- Teníamos pensado ir a ver el partido de Jungkook, ya sabes, luego de clases una escapadita de rutina no hace daño -Me respondió al instante Taehyung, otro de mis amigos. Quizá no tenia los amigos mas "normales", pero eran perfectos para mí, además de los necesarios. Tenia su apoyo, cariño y diversión gratis.
Asentí mientras mi vista volvía a esa personita que llegaba a quitarme el sueño en las noches interminables. Nuestras clases continuaron, hasta que llego Jungkook por la tarde y nos dirigimos a el lugar de encuentro. No era lejos así que caminamos entre descontinuas y delgadas gotas con risas y babosadas de fondo.
Como era de esperarse el equipo de basquetbol al que acudía Jungkook gano y lo celebraríamos al día siguiente, ya que nuestra pequeña y brillante estrella se agoto en el partido y entrenamiento previo al mismo.
Estaba de camino a casa cuando en un parque cercano a esta veo al amor de mi vida, no, no exagero. Jimin era el amor de mi vida, hay pocas personas que revolucionan tu organismo de esa manera y puedo afirmar que mis sentimientos hacia él son reales. Se encontraba cabizbajo y como yo, usaba una bufanda, pero de color azul marino, su chaqueta le caía de forma elegante y su gorrito en su cabello hacia su imagen mas perfecta. Camine a el decidido, le hablaría... o por lo menos me derretiría en el intento.
Por obviedad al acercarme me miro y sus labios formaron una tierna "o" mientras sus mejillas y su nariz enrojecían por el frio que aumentaba a esa hora de la tarde. Me sente a su lado y le di una de mis mejores sonrisas.
- Hola, soy Kim Namjoon. Un gusto - volvió a correr su vista hasta el punto en el que eetsba antes y pensé en irme al no escuchar ninguna palabra de sus labios. Pero su repentino movimiento me hizo voletar y ver un lindo papel rosa estirado hacia mi.
- Soy Jimin, y uhm, te quería entregar esto -Tome con algo de lentitud el papel y arrugue el ceño, ¿era una carta?
Bah, Kim Namjoon era bastante obvio y tu de tarado preguntándotelo.
- ¿La puedo leer aquí? - Note la dificultad con la que iba a responder asi que antes que dijiera palabra alguna me puse a leer.
Lo primero que destacaba era la letra cuidadosa y casi perfecta, el material del papel también ayudaba en lo estético. Cuando deje de concentrame en las flores rositas y el olor de la hoja me dispuse a leer.
"Kim Namjoon;
Lo mas probable es que me tomes como un loco, un psicópata o un chico ridículo, pero tengo que escribirte porque mis motivos me llevaron al punto irreversible en el cualno puedo negar lo mucho que me gustas. Pensaras que no te conozco y es verdad, pero se cosas de ti y también te he visto. Me gustaría acercarme a ti, tal vez no me aceptes por el hecho de ser un chico y espero que eso no sea el motivo por el cual te alejes aun mas de mi. He querido hablar y mostratme ante ti como soy, pero soy demasido timido hasta para eso. No espero que correspondas mis sentimiento, solo que me dejes ser tu amigo y acercarme a ti.
Con mucho cariño, Park Jimin."
Solo eso basto para que mi corazón desembocará un frenesí en mi pecho y soltara una sonrisa tan sicera que hasta a mí me asustó.
Jimin no me miraba y sabía el porque, tenia miedo, al igual que yo. Y ahora todo cuadraba... Recordé a Taehyung y su insistencia en ir a ver a Jungkook ¿qué tiene que ver eso? Yo no salgo de mi cueva, Jimin va a clases de danza a esa hora y por lo que sabía sus padres eran estrictos con la hora. Por eso perdió su clase por entregarme la carta.
Es demasiado bello para mí.
- Pequeño, no tengas miedo... Podrías haberme dicho antes de esto -le tome las manos delicadamente- Sé que esto es muy loco, pero, yo también quiero conocerte.
- Yo -hizo una pausa como si estuviera buscando en su interior un poco de valor- siempre lo he admirado hyung. -Lo siento, me fui al maldito cielo con ese "hyung"
- Esta bien, comenzáremos a conocernos Jiminnie.
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Han pasado exactamente un año desde eso, hoy en el mismo lugar celebramos nuestro "mesversario" como lo llamamos nosotros, luego de poco tiempo que se me confesó mi Jiminnie nos hicimos novios. Nuestra relación es muy melosa, pero comoda. Nos vomplementamos bien y nos amamos cono no tienen idea.
- Hola bebé -lo salude con un tierno y corto beso en sus labios- no sabes cuanto te extrañé.
- Yo también a ti Jonnie~ -Me respondió con su dulce voz. Nos sentamos en el mismo asiento de hace un año y hablamos sobre nuestro día. Nos habíamos separado de sección así que apenas y nos veíamos en la escuela.
Sonreí al recordar sus miles de emociones y momentos que pasamos juntos.
- Park Jimin jamás me arrepentiré de querer conocerte, de desear besarte o de impulsarme a abrazarte. Te amo amor -Sus ojitos brillando me llenaron de amor el alma y cerramos esa hermosa sensación con un apasionado beso.
Por eso y muchas de otras razones que vendrían, amaría a Park Jimin y sus bellos días que traigan consigo hojas danzante, dulce lluvia y un frío acogedor.
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