La batalla contra Nightmare y sus generales, dejo mucha muerte a su paso y heridas que no podrán sanar. Un pequeño respiro antes de la batalla final es lo único que tienen nuestros héroes, pero nuestros Dragón Slayers este vez no estarán solos, ya...
Esas cosas son mucho mas fuertes de lo que pensé, les basto solo de un golpe para lanzarnos con tal fuerza a Yukino y a mi. Por suerte ambos logramos generar una barrera de sombras antes de que esa cosa nos golpeara de forma directa, o de lo contrario estaríamos mas heridos.
Rogue: Te encuentras bien Yukino? -dije mientras movía el árbol que cayo encima mio-
Yukino: Si, estoy bien -dijo levantándose poco a poco- Esos monstruos... como es posible que sean tan fuertes
Rogue: Me temo que no solo son fuertes, a diferencia de los que enfrentamos al principio, esas cosas no solo los superan en tamaño y fuerza, también puede sentir magia poderosa emanando de ellos y no cualquier magia....
Yukino: Sin duda la magia de Nightmare se mezclo con la de ellos para potenciarlos, pero por que los mas pequeños no atacan mas que con golpes físicos
Rogue: recuerdas lo que nos dijeron... cualquiera que quede atrapado debajo de la sombra de esa nube se convertirá al instante siempre y cuando no posea magia o esta sea demasiado débil, esos deben ser los pequeños, no tienen gran fuerza ni magia, pero lo compensan con su velocidad y por el hecho que atacan en grupo, como una especie de colmena... los mas grandes y fuertes sin duda alguna, eran magos mas experimentados...
Yukino: Estamos en una situación realmente difícil
Rogue: No solo esas cosas siguen saliendo, sino que no podemos pelear con toda nuestra fuerza, aunque esas cosas tengan la apariencia de monstruos siguen siendo personas inocentes que quedaron atrapadas... siendo utilizadas como marionetas... si las lastimamos gravemente o... las matamos... estaríamos acabando con alguien que solo quedo envuelto en esta batalla.
Yukino: Por lo visto no tenemos muchas opciones, tenemos que hacerles frente sin dañaros demasiado.
En ese momento escuchamos un aullido, al voltear a ver hacia el lugar de donde provino, alcanzamos a ver unos ojos brillantes entre las sombras de los arboles y después una pequeña fracción de luz reflejada en los colmillos de lo que parecían ser unos lobos. Eran criaturas el triple de grande que un lobo normal, su pelaje era de color negro, garras extremadamente filosas y una pequeña bruma rodeándolos.
Yokino: Incluso los animales cayeron bajo ese yugo...
Justo en ese momento los lobos saltaron al ataque, sus garras estaban al frente u sus mandíbulas muy abiertas, listas para atrapar y destrozar lo que sea que quedara atrapado entre ellas. Nos habían rodeado y superado en numero.
Yukino: ¡Ábrete, puerta de los peces: Piscis!
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