Capítulo 23

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Estaba dormida hasta quien llegue sido ha decidido aparecer por casa a las 8:10 de la mañana y estoy sola con mi hermano por lo me tengo que levantar yo a abrir.

- Hola, mis padres no están - digo abriendo sin mirar y entre cerrando los ojos por la luz de fuera.
- No vengo a ver a tus padres - cuando escucho esa voz enfoco rápidamente la mira en él y abro los ojos de golpe aunque me moleste la luz.
- ¿Qué haces aquí?
- Hola - dice bajito.
- ¿Qué haces aquí?
- He venido a verte.
- ¡Seguro que es tu sorpresa tata! - le escucho a mi hermano según baja corriendo.
- ¡Baja despacio!
- ¡Hola Marco! - dice cuando ha llegado abajo y va corriendo a él.
- ¿Él es mi sorpresa?
- Si tata, ¿te gusta?
- Si - digo bajito.
- ¡Le ha gustado Marco!
- ¿Enano quieres desayunar?
- Si.
- Pues venga te hago el desayuno y nos dejas a Marco y a mi hablar ¿vale?

He dejado a Marco y a mi hermano solos en el salón hablando y viendo los dibujos animados a los cuales no les están haciendo caso porque mi hermano está súper feliz de que este aquí Marco, yo estoy ahí ahí, no me hace mucha gracia que esté aquí pero es el chico del que estoy enamorada y claro que me gusta verle. Es una sensación rara de no querer ni verle y estar viéndole todo el día.
Estoy llenando el vaso de mi hermano de leche y siento como me tocan la cintura.

- Marco, ¿que quieres?
- Que me perdones.
- Ahora hablamos, espérate.
-No puedo esperar más. He esperado un mes y ayer me llamó tu hermano con el móvil de tu madre que por favor viniese que te veía muy triste y quería que su tata estuviese bien otra vez - dice a lo que sonrió por lo que le dijo mi hermano.
- ¡Dani! ¡Ven a desayunar!
- ¡Ya voy! - dice entrando por la puerta de la cocina.
- Come despacio que luego te atragantas. Y cuando termines te vas al salón que Marco y yo vamos a hablar a la habitación ¿vale? No subas a escuchar que te conozco.
- Vale tata.
- Cuando termines déjalo todo encima de la mesa que luego lo recojo yo. Ven Marco - digo encaminandome hacia arriba.
- Bueno, tu dirás porque has venido - digo seria.
- Ya te lo he dicho antes. Me llamo ayer tu hermano con el móvil de tu madre diciéndome que por favor viniese que estabas muy triste y quería que estuvieses bien. Y porque joder ha pasado un puto mes y lo llevo fatal sin ti, te echo de menos.
- Si tu lo has pasado fatal, ¿cómo lo he pasado yo? Tu no sabes lo mal que lo he pasado, me culpaba a mi misma de lo cabrón que eres, me he tenido que venir aquí para despejarme un poco de ti porque entre que me llamabas y cada vez que salía veía algo que me recordase a ti o alguna foto tuya o lo que sea.
- No, no es tu culpa que yo fuese un gilipollas contigo.
- No, no, un cabrón, eres un cabrón.
- Bueno si soy un cabrón pero un cabrón que te quiere y esta aquí solo para que vuelvas con él. He venido sin dormir, ha salido a las 3:30 o por ahí de Madrid solo para que vuelvas conmigo.
- ¿Y porque no has dormido gilipollas? No ves que te podrías haber matado por falta de sueño. Vete a mi cama a dormir, por favor.
- Cuando lo lleguemos arreglado me voy a dormir.
- Marco... yo no se si lo vamos a arreglar. Puede ser que lo arreglemos pero hoy no se...
- Pues no me duermo y me vuelvo para Madrid sin dormir, porque si no lo arreglamos para que voy a estará qui molestando y durmiendo en tu cama.
- ¡Oye! ¡Eso es chantaje! - digo dándole un golpe cito flojito en el brazo y sonriendo por primera vez desde que hemos entrado en la habitación.
- Así es como te quiero ver, sonriendo. Pero si sonríes es y yo estuviese a tu lado siempre sería mejor, ¿no crees?
- Si, yo también quiero sonreír de una puta vez y a tu lado pero me has hecho mucho daño, no me esperaba eso de ti.
- Lo siento, lo siento mucho. Bebí ese día y se me fue la pinza. Encima la chica se parecía mucho a ti y eso fue lo que me hizo hacer eso.
- Ah entonces me quedo mucho más tranquila si me dices que se parecía a mi - digo con ironía.
- Lo siento, joder. Vuelve conmigo por favor.
- Marco yo quiero volver contigo pero no puedo.
- ¿Por qué no puedes?
- Porque a la primera de cambio me puedes volver a poner los cuernos. No hay confianza ahora mismo.
- Vuelve conmigo, poco a poco haré que vuelvas a tener confianza.
- Aunque parezca raro sigo teniendo un poco de confianza en ti. Pero no la que debería de tener.
- Pues si ya tienes un poco que más da.
- No da igual Marco, se que estas arrepentido pero, ¿a la primera que salgas con Isco por ejemplo y bebas me vas a poner los cuernos otra vez?
- No. Ese día me pasé bebiendo y se me junto el alcohol con que había discutido contigo y me pasé de alcohol.
- Bueno pues, ¿si un día discutes conmigo y sales me vas a poner los cuernos?
- No.
- ¿Estas seguro de que no? Porque ya lo has hecho una vez.
- Joder, Claudia, ya se que lo he hecho una vez, ya me he martirizado yo bastante como para que encima ahora me estés martirizado tu.
- ¿Y que hago Marco? Dime que hago. Dímelo. Yo también quiero volver contigo pero dime tu que harías si el caso fuese del revés, dímelo. Me estoy asegurando de que no me vas a volver a poner los cuernos, lo he pasado muy mal porque encima el dia que te lo pregunte me lo negabas, eso lo remató todo.
- Lo siento por negartelo, no te quería perder. ¿Eso quiere decir que vas a volver conmigo? - dice sonriendo.

Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora