Trouble || Namjin || One shot

Problemas

Sí, muy seductora.
Tan sexy.

—No es solo el mejor, también se ha ganado el respeto de la mayoría. Casi todos lo que vienen aquí lo conocen. Es un expresidiario. Uno muy importante—asintió lentamente el rubio al decirlo.

—Suena interesante.

—Te gusta lo peligroso, ¿no es así Jin?

—No es eso. Solo que no sabes que es lo mejor — sonrió de lado enredando un mechón de su peluca negra en su dedo índice. —Dime más Jimin.

—Qué te cuento. Su cuerpo está cubierto de tatuajes y en su lengua tiene un piercing que a decir verdad me resulta demasiado sexi. Porque cuando besa este roza con tu lengua y es, oh my god! Lo mejor— dijo mordiendo su labio inferior con lascivia.—Sus brazos son fuertes, su abdomen está trabajado y su cadera es tan fuerte como sus piernas. Te diré que no hay nada en él que sea desagradable. Sinceramente deja un buen sabor de boca— rió fuertemente al terminar la frase.—No sabes de lo que te has perdido hasta ahora Jin.

—Perder no existe para mí, Jimin. Tú sabes que no— pasó su lengua sobre sus labios, humedeciéndolos lentamente.

—Lo sé, es solo un decir. Sé que a ti no se te escapa nada.

—No, y menos él.

—¿Cúal es su nombre dijiste? — preguntó curioso.

—Namjoon, Kim Namjoon— repitió.

—Ok, Namjoon quiero saber si eres como dicen— se dijo así mismo.

]———[

Creo que te verías bien usando medias negras. Incluso sin ellas, eres mi estrella reina.

—La manera en la que camina no es normal, ¿lo ves?

—Solo me está provocando, Taehyung— respondió mirando la espalda del chico quien se agachaba lentamente alzando su minifalda en el acto.

—Me gusta— echó hacia atrás su cabello comiéndose sin discreción a Jin con la mirada.

—Es una perra— dijo enviando un beso con los labios, tomando de un trago su bebida.—No solo es bueno en eso, me lo está diciendo y pidiendo a gritos— sonrió de lado.

—¿Es así?

—Lo es Taehyung. Mira su cadera al caminar, se mueve con demasiada insistencia y no le da importancia a las miradas de los demás. Es tan fácil descifrar su mensaje, sé lo que quiere.

—¿La conoces?— con curiosidad lo miró a los ojos y después la desvío para ver al causante de aquella conversación.

—No, no lo conozco. Es un chico, pero me resulta demasiado provocativo y sensual. Me gusta la manera en la que me mira. Me gusta que deje a la vista un poco de su piel blanca bajo aquellas medias negras. Sabe lo que quiere y yo se lo voy a dar.

Tú sabes mi propio mundo.

Namjoon se levantó dejando solo a Taehyung en la barra y caminó hacia Jin, quien se movía provocatívamente frente a dos hombres en la mesa número cinco, deslizando ambas manos sobre su cuerpo.

—Una cualquiera —dijo hablando a sus espaldas dando una nalgada.

—Acaso, ¿no te gusta? —Jin sonrió de lado y echó su cabello hacia atrás golpeando el rostro del moreno.

—No preguntes lo evidente —dijo pegándose al trasero de Seok y abrazando su cintura.

Jin mordió su labio inferior al sentirlo erecto y sonrió.

—Eso es Namjoon —dió la vuelta y colocó su dedo índice bajo la barbilla del hombre. —Sígueme —ordenó y empezó a caminar a través de las mesas, abriéndose paso a través de la gente que bailaba en la pista.

Namjoon estaba encantado, él era una belleza, sabía cómo tratarlo. Podía parecer una hermosa muñequita de porcelana, pero en un segundo cambiar de algo tan frágil a un chico totalmente sensual y provocativo. La manera en la que movía sus caderas al caminar sabiendo que él iba detrás lo volvía loco. No aguantaba un segundo más.

De pronto Jin se detuvo frente a una puerta de madera barnizada, la abrió y entró.

—Pon seguro —dijo aún de espaldas.

Namjoon obedeció y cerró lo más rápido posible. Después se acercó al chico y rodeó su cintura con sus brazos dejando un beso húmedo en su cuello.

No desabotones tu camisa, porque puedo ver a través de ti.

—Tranquilo —Seokjin rió casi con burla al ver al hombre totalmente desesperado que continuaba con sus manos sobre él. —Todos hablan de ti, muéstrame que no solo es una mentira.

Tú conoces demasiado bien lo que me gusta.

Y es ahí cuando Namjoon literalmente se abalanzó sobre el chico.

Primero fueron sus labios, los besó, los succionó, los mordió, después su cuello. Cada choque de sus labios con su piel expuesta los convirtió en besos apasionados y llenos de deseo.

Tomó a Jin por la cintura, de frente y quitó su pequeña blusa negra, deslizando su lengua y dejando marcas en su pecho y abdomen.

Lo arrojó a la cama y se posicionó sobre él quitándose la camisa. Puso ambas manos sobre el colchón, una a cada lado de la cabeza de Jin y unió más sus cuerpos rozando sus erecciones haciendo a Seok gemir.

Literalmente los dos estaban perdiendo la cabeza en ese momento.

Nam lo miró a los ojos y Jin entre abrió los labios respirando agitadamente.

—Estás en problemas — dijo quitando el cinturón negro de su pantalón.

—Eso es lo que quiero —sonrió y se dispuso a esperar por él.

Creo que hoy debo castigarte.