Narra Alba
Estaba pletórica. La operación había salido de maravilla y Natalia había cumplido su promesa, me había esperado para acompañarme cuando despertara después de la operación. Los médicos por otra parte, habían dicho que en unos días me darían el alta y en poco tiempo podría empezar con la rehabilitación.
Además, ya había conseguido un piso al que poder ir cuando saliera de aquí, cosa que estaba deseando. Natalia y yo seguíamos hablando. Estábamos desarrollando una bonita amistad, cosa que me resulta impresionante, porque hace apenas unas semanas, creía total e imposible que estuviera con ella más allá de la firma. Todo iba genial.Pasaron unos días y me confirmaron que a la mañana siguiente me darían el alta, pero me avisaron de que debía tener mucho cuidado, ya que la herida era reciente y debía cicatrizar bien.
Al no tener a nadie más, se lo comenté a Natalia, que se alegró mucho por mí y se ofreció a ayudarme a trasladarme a mi piso, cosa que agradecí enormemente. Habíamos quedado a las diez en mi habitación, y ella vendría con alguna amiga para que nos llevara en coche.
La relación con Natalia avanzaba a pasos agigantados y yo no podía ser más feliz por ello. Me había acostumbrado a ver a la que antes para mi era inalcanzable como una gran amiga e incluso me atrevería a decir que estaba sintiendo de más. Me recogió en coche junto con Marta, y me saludo como estábamos acostumbradas a hacerlo, con una gran abrazo.
-Así que ella es la famosa Alba de la que tanto hablas, ¿no?-preguntó Marta subiendo y bajando las cejas.
-Si, Alba, ella es María, María ella es Alba-Dijo Natalia roja sin saber muy bien qué hacer en ese momento.
-Hola-dije mientras nos dábamos dos besos.
-Bueno, vamos, que no tenemos todo el día-dijo Marta salvando la situación.
-Bueno Alba, donde están tus cosas- dijo María. Yo señalé la mochila y la guitarra-¿nada más?-dijo impresionada.
-No tengo absolutamente nada más- dije mirando al suelo y con la cara roja.
-Bueno, no pasa nada, dame la dirección a la que vamos-dijo esta vez Marta.
Les pasé mi dirección y me ayudaron a sentarme en la silla, que estaría usando hasta que empezara la rehabilitación. Cuando llegamos, Marta y Natalia se miraron con los ojos como platos.
-Oye Alba, -dijo Natalia llamando mi atención-¿sabes que voy a estar todos los días en tu casa, no?-
Yo la miré algo confusa- Esta mujer y yo-dijo señalándose a Marta y a si misma-vivimos el la calle de atrás.
-Bueno- dije algo sorprendida-Pues entonces, mi casa está a vuestra disposición siempre que queráisLa verdad es que la casa en la que nos encontrábamos la heredé de mis abuelos. Es una casa bastante bonita, reformada y amueblada. Doy gracias a que los muebles los escogiera mi madre, ya que era decoradora de interiores, con lo que el piso era precioso, lo malo es que el piso necesitaba una buena limpieza a fondo, ya que llevaba años sin abrirse.
-Dios Alba-dijo Marta- esto es la ostia, pero...- dijo pasando un dedo por la mesa del salón- necesita una buena limpieza...
-Tranquila, esto en unos días está en perfectas condiciones-dije
-Por cierto Alba, he encontrado esto en el mueble de la tele. -dijo Natalia tendiéndome un sobre amarillento.
-Gracias Nat, ahora lo veo
-Bueno, nosotras nos vamos que tenemos cosas que hacer, nos vemos-dijo María
-Luego hablamos-dijo Nat dándome un abrazo a modo de despedida.
-Adiós chicas-me despedí.Las chicas abandonaron el piso, y lo primero que hice fue dirigirme a la habitación para hacer de aquello un lugar en el que se pudiera vivir. Me pasé unas tres horas limpiando, pero se me hacía algo complicado con la pierna. Había conseguido limpiar la habitación principal y el baño. Estaba bastante contenta con lo que había hecho, así que decidí pedir algo para comer ya que aún no había comido y eran las tres y media. Quité la música pedí y mientras que esperaba a que me lo trajeran decidí hablarle a Nat.
Conversación:
Alba: hola NatNo me contestó, pero recibí un mensaje de un número desconocido
X: hola Albi, soy Natalia, era un poco raro hablar por instagram, así que le he pedido tu teléfono a Sabela y así es más fácil, espero que no te importe
Alba: tranquila, por mi bien, que tal?
Nat: acabamos de terminar de comer, y tu?
Alba: pues yo estoy esperando a que me traigan la comida, he estado limpiando un pocoJusto en ese momento llamaron a la puerta, así que bloqueé el teléfono, abrí, pagué la comida y me dispuse a comer. Al terminar, me fui a la cama a dormir un rato porque estaba bastante cansada.
No sé cuánto tiempo había estado dormida, pero me desperté al escuchar a alguien llamando a la puerta como si le fuera la vida en ello.Narra Natalia
-Marta, estoy preocupada, acaba de salir del hospital y lleva desde las 15:47 sin conectarse... ¿y si le ha pasado algo?-dije paseando por el pasillo del piso.
-A ver Natalia, relájate, puede que esté limpiando y no se haya dado cuenta o que se haya quedado sin batería, o simplemente que no tenga ganas de contestar ahora, no entiendo a qué viene tanta preocupación, a no ser que te...
-Para, no te hagas ilusiones tan rápido guapa -interrumpí- es por que acaba de salir del hospital y le puede haber pasado algo, voy a ir a su casa, adiós.
Estaba saliendo cuando escuché a Marta decir a alguien por teléfono "esta está pilladísima, ya te lo digo yo"Llegué y empecé a llamar a su puerta hasta que oí a alguien dentro. En ese momento, una Alba más adorable que nunca, que parecía recién levantada me abría la puerta.
-Dios, menos mal, me tenías preocupada pequeña-dije tirándome a sus brazos- creía que te había pasado algo, no contestabas y...
-Nat, tranquila, estoy bien, anda pasa, me visto y ya vengo. Te invito a cenar, que iba a salir ahora y así aprovechamos tu viaje-En ese momento que di cuenta de que estaba usando únicamente una camiseta grande que le llegaba a la mitad del muslo, con lo que empecé a notar mi cara arder, dándome a entender que estaba roja de ¿vergüenza?......................................................................................
Bueno, hasta aquí.
¿Qué pensáis de la reacción de Natalia?
Hasta mañana🧡