capítulo 6: Olvido eterno.

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Al abrir los ojos lo primero que vio fue el imponente sol, confuso se dispuso a moverse pero sintió una gran pesadez en el cuerpo, aturdido trató de ponerse de pie, con esfuerzo lo hizo y miró al frente, un lugar árido y sin yerbas le dio la bienvenida.

Miro al suelo y toco su cabeza, se dio cuenta que estaba desnudo y no sabía porque, parpadeó tratando de recordar.

-Papá.....

Una voz lo llamo e inmediatamente voltio.

Hay lo recordó todo.

Su mujer....sus hijos...

-Naruto!

Se paró y caminó hacia el niño, que al igual que el estaba desnudo, pero no le importó y lo abrazó.

-Estas bien pequeño?- miro a su hijo de pies a cabeza, su cola y orejas estaban en su lugar, sus mejillas y todo seguían igual, lo único que estaba triste era su mirada- si estas bien....

-Donde están mamá y mi hermanita?-

Meliodas se separó del niño y miró alrededor, por más que busco no encontró algo que le diga donde estaban las mujeres de su vida, solo había tierra, rocas y desierto.

-Papá?- Naruto llamo a su padre, no sabía lo que ocurría, solo sabía que extrañaba a su hermanita y su mami.

Meliodas bajo la mirada y lo observo, eran los mismos ojos de su amada Elizabeth, y la cara de su pequeña Sakura, sus hermosas mujeres no estaban, pero su hijo estaba ahí, se acuclillo y lo tomo en brazos, inmediatamente el niño de abrazo a el escondiendo su rostro en su cuello, sintió su dolor y desconcierto, al igual que el , no sabía lo que ocurría y quería respuestas, pero primero debían buscar ropa.

Pasaron varios días, donde caminaron por el desierto árido, alimentados de cactus o lo que encontraran, hasta que finalmente llegaron a un pueblo pequeño, donde pudieron conseguir algo, como comida y ropa, gracias a la buena fe de una ancianita, la cual al ver a ambos se apiadó, ya que pensó que eran niños víctimas de la guerra.

-Perdieron a sus padres en la guerra?- pregunto la mujer mirándolos desde el suelo.

Meliodas asintió,  mientras le daba de comer al rubio de orejas, el cual estaba tan hambriento que pasaba los alimentos rápidamente.

-Lo bueno es que la guerra con los demonios a concluido- dijo feliz la anciana – aunque fueron mil años lo que demoraron para sellarlos.

Meliodas paro de dar de comer al niño y se quedó helado. ¿Había dicho mil años?

-Entonces han pasado mil años...desde que los hijos de los dioses se opusieron a ellos?.....- Meliodas la miró asustado,  no podía ser cierto.

-Hablas de esa leyenda...del demonio y la diosa que se enamoraron?- la anciana frunció el seño tratando de recordar, asustando más a Meliodas – si....ese tiempo y más...los poderosos diez mandamientos han sido sellados junto a sus demonios  de la muerte y su terrible líder a sido encerrado  gracias al sello de las diosas......eso fue apenas hace poco, un par de años apenas.

Meliodas la observo aún blanco del susto, mientras Naruto miraba a su padre sin entender, aun habiendo regresado a la vida luego de mil años, el seguía siendo un niño de tres, ya que para ellos no transcurrió ese tiempo.

Pasado unos días ambos se separaron de la anciana y caminaron de regreso al desierto.

Fue en ese tiempo que Meliodas tuvo que lidiar con los lloriqueos y llantos de Naruto, el cual extrañaba tanto a su hermana que lloraba siempre, despertaba asustando llamándola y corría lejos pensando verla.

Los Hijos De Meliodas (Naruto- Nanatsu No Taizai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora