5- Ser nosotros

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Meses después.

Era la noche de graduación, Joaquín había pasado a recoger su diploma y Emilio notó como sus padres aplaudieron orgullosos, sacándole una seca carcajada, no sabían lo que se venía

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Era la noche de graduación, Joaquín había pasado a recoger su diploma y Emilio notó como sus padres aplaudieron orgullosos, sacándole una seca carcajada, no sabían lo que se venía. Lo vio regresar a su asiento, seis o siete filas delante de él y sacó su teléfono.

 Lo vio regresar a su asiento, seis o siete filas delante de él y sacó su teléfono

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Y Emilio sonrió.

Cuando él pasó por su diploma vio hacia el frente, vio a su madre aplaudiendo como si sus manos se fuesen a acabar, a su padre, con una sonrisa de orgullo, vio a su hermana mayor, sonriéndose también. Emilio se sintió feliz, al fin tenía todo lo que quería. Todo lo que necesitaba.

La ceremonia llego a su fin y los graduandos salieron del auditorio poco a poco. Emilio siguió a su novio con la mirada, no le había esperado en la puerta, pero antes de seguirlo le vio abrazar a su madre y darle un apretón de manos a su padre. Vio como caminaban hacia el coche, Joaquín se detuvo y su padre también, Emilio se tapó la boca con una mano para disimular su sonrisa que le cubría la cara, miró a Joaquín abrir la cajuela del coche de su padre y sacar una maleta. Lo vio quitarse la toga y el birrete y entregárselos a su padre, el diploma se lo dio a su mamá y le vio decirles algo para luego girar en sus pies y caminar hacia él.

Romina, su hermana mayor llamó su atención mientras a lo lejos se escuchaba la voz del padre de Joaquín gritar su nombre enfurecido. —Mamá se despide de ti con esto.– le dijo entregándole unas llaves.

Emilio las miró y una sonrisa se formó su rostro. —¿Me va a dar su coche?– le dijo a su hermana, quien asintió y le sonrió. Su madre siempre había apoyado sus decisiones y sabía cuánto amaba ese auto, incluso mucho más que el volkswagen de diez años que le habían dado al cumplir dieciséis, Emilio sacó las llaves del que había sido su coche hasta ese momento y se las dio a Romina. Su hermana le abrazó muy fuerte y Emilio le beso directamente en la cien.

—Nos vemos en Navidad.– le dijo y se fue, Emilio vio a su madre de lejos extender una mano en el aire, su padre estaba al lado de la rubia mujer, también se despedía, Emilio les regaló la sonrisa más grande que pudo esbozar.

Joaquín llegó a donde él estaba y lo tomó de los hombros, girándolo, quedando los dos de perfil hacia los padres de Joaquín. —¿Qué haces?– le preguntó a su novio, sonriéndole. Joaco se limitó a sonreír de vuelta, le tomó por las mejillas y le besó. Le besó como aquella vez en la fogata, intenso y fuerte. Regalándole su vida. Entregándole su ser en bandeja de plata. Joaquín se separó de él y miró a sus padres. Su madre lloraba desconsoladamente abrazada de su padre, quien le miraba rojo de furia. Y se rio, le regaló a Joaquín la carcajada más sincera que pudo mientras le abrazaba.

Por fin podía ser él mismo.

Tomó a su novio de la mano, sintiéndo las llaves, levantó la mano de Emilio y sonrió. —¿Te dieron el auto?– preguntó sorprendido, caminando juntos de la mano hacia el estacionamiento del auditorio, arrastrando con la otra mano su maleta, recibiendo un asentimiento por parte de Emilio. —Genial, larguémonos de aquí.–

Fin.







Obviamente al cambiar los personajes le cambié tambien un poco a la historia, si quieren leer la original está en mi perfil es un fic Destiel se llama Teach Me.

También tengo otro fic Emiliaco que está en curso se llama Letargo y ayer publiqué un nuevo capitulo, espero la lean y si lo hacen, espero les guste.

Enséñame (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora